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Pandemia pone urgencia a la creación de políticas públicas en I+D de vacunas en Chile

Tres expertos plantean que el país debe impulsar la investigación en la materia, a través de la vinculación entre la academia, el Estado y los privados. De esta forma se asegura el acceso y que la vacuna responda a las características locales del virus.

Por: Sofía Neumann | Publicado: Lunes 1 de junio de 2020 a las 04:00 hrs.
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Foto: Reuters
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Junto a las primeras detecciones de los pacientes infectados con Covid-19 a fines del año pasado en China, surgió un desafío global e inmediato: encontrar una vacuna para combatir un nuevo virus que a la fecha ha contagiado a casi seis millones personas y lleva más de 361.249 fallecidos en el mundo al viernes pasado.

Desde ese momento diversos investigadores enfocaron su trabajo en desarrollar una vacuna, y Chile no fue la excepción. Desde enero pasado, el académico de la Universidad Católica (UC) y director del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, Alexis M. Kalergis, y su equipo, iniciaron el diseño conceptual de una vacuna, que hoy está en fase de ensayos preclínicos. Una investigación que ha contado con financiamiento de la UC, público y aporte de privados.

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Hasta fines de los años noventa, a través del Instituto de Salud Pública, el Estado apoyaba el desarrollo y producción de algunas vacunas en el país. Sin embargo, académicos locales y expertos en inmunología como el mismo Kalergis, afirman que actualmente faltan iniciativas e inversión estatal para incentivar la Investigación y Desarrollo (I+D) a gran escala de vacunas.

Plantean que en el contexto actual, se deben impulsar lineamientos que apunten a la investigación preventiva de estos insumos, con el objetivo de estar mejor preparados para el futuro, como otros países que sí cuentan con iniciativas en este ámbito y que hoy están en la carrera por desarrollar una vacuna contra el Covid-19.

China y Estados Unidos son dos de estos ejemplos en que existen políticas y fuerte inversión estatal en biotecnología -donde se enmarca la investigación inmunológica-, lo que según expertos ha influido en que equipos científicos de esas naciones se encuentren en etapas avanzadas para el desarrollo de una vacuna contra el Covid-19. Ambos países están en la etapa dos, de evaluación clínica, o sea, que ya han sido probadas en un grupo pequeño de humanos.

Además de estas naciones, un documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS)señala que existen 122 vacunas candidatas, desarrolladas en países como Reino Unido o Israel, a combatir el Covid-19. Diez de ellas están en fase de evaluación clínica, mientras el resto se encuentra en etapa preclínica.

En Chile, el ministro de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andrés Couve, señaló en una presentación ante la Comisión de Salud y Desafíos del Futuro del Senado que están trabajando con la comunidad científica para establecer cuáles opciones existen para el desarrollo de una vacuna o de la disponibilidad de éstas.

"Ha ido tomando mucha fuerza el hecho de que Chile puede contribuir con ensayos clínicos colaborativos y de esa manera establecer colaboraciones tempranas con algunos desarrolladores que tengan productos que sean atractivos (...) No estamos dejando de mirar otras opciones, que tienen que ver con el desarrollo local o la reconversión de algunas capacidades de la industria farmacéutica local", dijo Couve.

El desarrollo de una vacuna nacional es clave, explican expertos, porque de ser exitosa, asegura el acceso de los chilenos a un insumo propio, considerando que las primeras que salgan al mercado tendrán una alta demanda.

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Alexis Kalergis, UC

"Academia, empresa y Estado deben trabajar en conjunto para desarrollar vacunas"

El doctor Alexis M. Kalergis, creador de una vacuna contra el virus respiratorio sincicial, hoy lidera la única investigación para crear una vacuna contra el SARS-CoV-2 en Latinoamérica.

El científico plantea que en Chile existen grupos que han dado prioridad a la investigación en vacunas, principalmente agencias científicas públicas y privados, como en su caso, que recibió un aporte de $ 150 millones de la Fundación Copec-UC para avanzar en una vacuna contra el Covid-19.

No obstante, reitera que falta más inversión para generar capacidades para la manufactura y producción a gran escala. "Este es un desafío importante y ha quedado en evidencia que requiere atención urgente de las autoridades, dada la pandemia de SARS-CoV-2. Hay que tener en cuenta que esta no es la primera ni será la última pandemia, por lo que debemos como país comenzar a trabajar en implementar mecanismos para el desarrollo, manufactura y distribución de vacunas seguras y de alta calidad en Chile".

Plantea crear un programa, como el que tiene Estados Unidos para potenciar el desarrollo y manufactura de vacunas, el que "podría basarse en un consorcio entre la academia, la empresa y el Estado, con el objetivo de fortalecer la formación de capacidades humanas y de infraestructura necesarias", afirma.

Respecto de si el coronavirus va a empujar una política de I+D en vacunas en Chile, señala que "definitivamente hace evidente esta necesidad, dado que la pandemia actual ha demostrado que los países deben estar preparados para este tipo de emergencia sanitaria, que no sólo afecta la salud de la población, sino a todos los elementos de la sociedad".

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Anil Sadarangani, U. de Los Andes

"Falta una política de promoción de la biotecnología"

El director de la Dirección de Innovación de la Universidad de Los Andes, Anil Sadarangani, afirma que en Chile no hay capacidad de generar vacunas y tampoco una política nacional para avanzar en esta materia."No existe capacidad instalada para generar vacunas propias para la población chilena", dice.

"Cuando se depende siempre de externos para la generación de conocimiento y no tenemos la capacidad propia, los plazos son más lentos, además la población es distinta y puede ser que la vacuna que funcione con el virus que surgió en Wuhan, no funcione en Chile, puede que el virus no sea el mismo que llegó acá", dice.

Afirma que el tema va más allá de una política en vacunas, y que hay que abordarlo desde una perspectiva global, desde la biotecnología. Señala que el Estado, además de aumentar la inversión en esta materia, debe ser un articulador con actores privados, que son los que "han estado más al debe".

"La biotecnología es algo que nos falta como política a nivel nacional. Hay una falta de apuesta para que Chile sea un polo biotech para Latinoamérica, para atender necesidades locales", sostiene Sadarangani y recalca que la pandemia debe provocar un "repensar del potencial biotecnológico del país", con foco "prioritario" en salud.

"El hecho de que vendrán más pandemias va a hacer que países se replanteen temas de vacunas, creo que se generarán cambios en políticas publicas de salud", sostiene.

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Mario Rosemblatt, Fundación Ciencia & Vida

"Llegado el momento de la fabricación industrial, lo mejor es unirse a empresas"

El director ejecutivo de Fundación Ciencia & Vida, Mario Rosemblatt, dice que, si bien no existe un programa especial para la investigación ni condiciones para la fabricación de vacunas humanas, sí ha habido financiamiento para proyectos de grupos de investigación sobre vacunas.

Sin embargo, afirma que en otros países de la región, como Brasil y Argentina, existe mayor vinculación y apoyo del Estado con empresas privadas que tienen institutos para investigar y desarrollar vacunas.

Plantea que el Estado debe financiar las primeras etapas de investigación -a través de programas de desarrollo- y actores privados el escalamiento. "Llegado el momento de fabricación industrial, lo mejor es unirse a empresas, es una mezcla entre firmas farmacéuticas, no tan grandes, como lo que ocurre en Brasil y Argentina", dice.

Señala que una opción también es invertir en las fases iniciales y luego licenciar las vacunas con laboratorios internacionales, generando alianzas. "En estos momentos en Chile no hay ninguna entidad que pudiera fabricar vacunas para uso humano que tengan BPM (Buenas Prácticas de Manufactura)", sostiene.

En paralelo, plantea que el Estado también debe poner sus capacidades en financiar más capital humano avanzado en temas de biotecnología y en vacunas, específicamente.

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