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Lagos Weber defiende rol en comisión: “No pisé ningún palito, no tengo ningún problema de carácter”

Al parlamentario le preocupa que en su partido “se ha ido reduciendo la capacidad de tener diferencias y converger”.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Lunes 9 de abril de 2018 a las 04:00 hrs.
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En estos meses en que del escozor de sus heridas la ex Nueva Mayoría pasó a las recriminaciones soterradas para intentar responder las razones de tan contundente derrota, el nombre del senador Ricardo Lagos Weber se ha escuchado insistentemente. Algunos creen que el parlamentario debió “jugársela” y tratar de llegar a La Moneda respaldado por su partido, que -en su momento- no escatimó en poner su nombre sobre la mesa.

En esta entrevista, el parlamentario aborda por primera vez el tema y explica las razones que lo llevaron a repostular al Senado, en vez de optar por una candidatura presidencial. Analiza el escenario de la oposición y defiende su opción de participar en la Comisión de la Infancia del gobierno. También se refiere al Frente Amplio y a la crisis del PPD, respecto del cual está convencido de que tiene el desafío de sobrevivir, a lo que pueden contribuir dos procesos: el de reflexión que se está desarrollando y la elección de directiva. No quiere, sin embargo, referirse a la opción de Heraldo Muñoz a presidir la tienda.

- ¿Cuál debería ser el domicilio político del PPD?

- El PPD ha sido un partido de centroizquierda progresista que tuvo la capacidad de colocar tantos temas que hoy damos por descontados, con un marcado tinte socialdemócrata. No tengo la definición, pero para allá tenemos que ir. En los ’90 el PPD fue diverso y siento que en mi partido se ha ido reduciendo la capacidad de tener diferencias y converger.

- ¿Le ve algún destino junto a la ex NM?

- Tenemos un problema serio, porque ahora debemos resolver hacia dónde vamos como oposición y cómo lo haremos. Este proceso no será corto, nos tomará muchos meses encontrar el tono para entendernos, para distribuir la responsabilidad en la toma de decisiones y ver si es posible, en el mediano plazo, un entendimiento con otras fuerzas progresistas, léase Frente Amplio (FA).

- ¿Y ahí ve a la DC?

- Esto tomará un período largo y la DC, el PS, el PPD, el PC, el FA tendremos que acomodarnos a nuestra realidad. Algunos cuestionan que nuestras banderas no fueron las correctas para Chile y por eso ganó la derecha; y yo no comparto ese diagnóstico.

- ¿Qué fue?

- El diagnóstico de la desigualdad en Chile es real y correcto y eso lo hicimos nosotros; no la derecha. Para abordarlo iniciamos procesos estructurales que están bien encaminados. Todo eso en cuatro años, con algunos severos déficit de gestión del gobierno, con dificultades de trabajo prelegislativo en la coalición; y, sumado a eso, el desplome de la política ante la opinión pública, producto de las prácticas irregulares entre política y dinero, que afectó desde los parlamentarios a la Presidencia, provocó un debilitamiento del gobierno y de la coalición.

- ¿Tanto afectó Caval?

- El caso Caval afectó muy fuerte la imagen de la Presidenta y si bien mantuvo el timón de las reformas, le generó una pérdida de influencia y a ratos de conducción. Todo eso desdibuja los liderazgos que tienen que dar conducción y no lo hacen.

- ¿Fue responsabilidad de Bachelet?

- No, fue responsabilidad compartida de la clase política y, en particular, de la dirigencia de los partidos. El gobierno, léase la Presidenta, podría haber ayudado más a la conducción. Súmale a eso el surgimiento, desde nuestro mundo de un referente político fresco. El FA nace, entre otras cosas, porque mi coalición no pensó en mezquino y empujó con fuerza el cambio al sistema electoral sabiendo que esto ocurriría.

- ¿Surge como respuesta?

- Como alternativa, entre otras cosas, a una imagen mala y deteriorada de nuestro mundo. Entonces, compartimos lo que antes del centro a la izquierda se distribuía entre la Concertación, después la NM. Eso ahora se distribuye distinto. Lo grafico así: Beatriz Sánchez sacó un 20% en la presidencial y 20 diputados, antes ME-O sacó 20% en la presidencial y cero diputados.

- ¿Hace una autocrítica por no asumir una candidatura presidencial en la NM? Porque su nombre siempre fue opción en el PPD.

- No, porque las decisiones que he tomado en mi vida pública, lo digo bien serenamente, las he meditado y he tratado de hacer las cosas que siento que debo hacer en ese minuto. No he sentido –pese a que comparto que se me ha mencionado, que sale mi nombre- la pulsión de tener que ser candidato presidencial, en el pasado. He tenido que convivir con lo que fue mi labor como ministro, senador y para mí era importante enfrentar la reelección.

- ¿Por qué?

- Por ser quien soy, por ser hijo de un expresidente, ser como un ícono de la Concertación, por haber sido ministro de la primera Presidenta de Chile. Buscar la reelección en la Región de Valparaíso, en un clima político bastante tóxico, con una competencia tremendamente fuerte, tanto en la derecha como en el FA, era importante para mí, desde el punto de vista de mi conducta política y estoy satisfecho porque no era fácil.

- ¿Debía revalidarse?

- Sí, porque el que se reeligió después de ocho años en Valparaíso es Lagos Weber y Lagos Weber no existía el 2009, era Ricardo Lagos hijo. Hay procesos de madurez que tienen que ver con esto y cada uno sabe cómo los enfrenta. Hay gente que se cree muy capacitada para ser Presidente de Chile y todos hemos visto como han rendido. La Presidencia de Chile, lo digo muy responsablemente, es un tema bien serio. Me tocó vivirlo de cerca, por eso que no se trata de decir voy a tirarme a ver qué pasa.

- ¿Con tanta polémica habría sido mejor no participar en la comisión de infancia?

- Si no hubiera ido a la Comisión de la Infancia, la imagen pública habría sido que concurrió la derecha y el FA a preocuparse de los niños, mientras la NM se queda refunfuñando, porque no le preguntaron a quién tenían que mandar.

- El debate por la integración de las comisiones no ha aportado a la ex NM.

- Todo esto que está ocurriendo con las comisiones ha sido bien ingrato y malo para oposición, pero estoy muy tranquilo con mi decisión.

- Algunos en la NM creen que los que están en las comisiones “pisaron el palito”, porque dividió a la oposición.

- A los que dicen eso, les digo que no pisé ningún palito, no tengo ningún problema de carácter, como que fui uno de los pocos senadores de la ex NM que votó en contra de la Ley de Pesca. Y si la comisión no hace las cosas bien, lo voy a decir, para eso me invitaron.

- ¿Qué le parece la instalación del gobierno?

- Producto de la polémica de las comisiones han pasado colados una serie de chascarros, como los seremis que no cumplen las condiciones.

- ¿Mejor o peor que la primera vez?

- Bueno, llevamos más de 20 días y superamos la etapa del ‘en 20 días hemos hecho más que otros en 20 años’, desde ese punto de vista, claramente hay un progreso.

- ¿Algún error más grueso?

- Hay un tema puntual que me preocupa y es que a un año y fracción de la Cumbre de Apec en Chile, que va a ser el evento internacional más importante que tendrá el gobierno de Piñera, hayan removido a Mario Artaza, quien es secretario ejecutivo de Apec. Seguiré de cerca este tema y ya le pedí una explicación al ministro Ampuero, quien quedó de responder.


"Nadie puede decir que tenemos urgencia nacional por el tema tributario"

- El gobierno anunció una reforma tributaria, ¿participaría en un equipo de trabajo?
- No creo que eso fuera tan prudente de parte del gobierno, porque en el tema de la infancia había un diagnóstico compartido de que había que hacer algo rápido.

- Y no lo hay en materia tributaria.

- No, en la dirección que quiere el gobierno no. Porque su diagnóstico es que la reforma es toda mala. Lo que sí, estamos trabajando en la oposición, en un grupo técnico-político, para ir viendo cómo enfrentar la discusión tributaria. Me incorporé a eso y creo que voy a tener que coordinarlo.

- ¿Le preocupa que el gobierno quiera revertir la reforma tributaria?

- No puedo hablar en el aire, pero entiendo que quieren mantener la recaudación con otro equilibrio. Ahí no sé cómo lo harán, se dice que quieren rebajar impuesto a las empresas, que quieren simplificar. Pero lo que ellos quieren, creo, es atacar las normas antielusión.

Siempre las cosas pueden perfeccionarse, pero una cosa es perfeccionar la reforma tributaria y otra que quieran bajarle el impuesto a las empresas, terminar con las normas antielusión y quizás qué otras cosas más.

- Entonces, no está disponible.

- O sea, para eso, el gobierno tiene que mandar un proyecto de ley al Congreso y ahí vamos a discutirlo, pero nadie puede decir que tenemos una urgencia nacional por el tema tributario.


- ¿Se hace una autocrítica por la reforma tributaria de Michelle Bachelet, algo que se deba corregir?

- Tal vez haya espacio para hacer simplificaciones, tal vez. Pero yo llegaría hasta ahí, para ser bien franco.

Porque lo que quiere la derecha es volver al sistema antiguo. Quizás podríamos proponer algo más complejo: la desintegración del sistema, separando el impuesto de las empresas del resto de los tributos, del impuesto a la renta. Si quieren ponerse creativos en materia tributaria, esa es una alternativa que en su momento se analizó, pero hubo diferencias, temores, y quedó ahí. Pero es una alternativa, como ocurre en otros países.

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