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Piñera vuelve a La Moneda y logra que la derecha gobierne por segunda vez el país en menos de una década

Crucial resultó el respaldo de los expresidenciables Manuel José Ossandón, en Puente Alto, y de Felipe Kast, en La Araucanía, para convocar un mayor apoyo. La carta de Chile Vamos logró ser el más votado desde 1993.

Por: Ángela Chávez M. | Publicado: Lunes 18 de diciembre de 2017 a las 04:00 hrs.
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Un categórico triunfo obtuvo ayer el expresidente Sebastián Piñera en la segunda vuelta presidencial, tras imponerse por más de nueve puntos al abanderado del oficialismo, senador Alejandro Guillier, quien casi con la totalidad de las mesas escrutadas logró solo un 45,43% de los votos válidamente emitidos, frente al 54,57% que consiguió el exmandatario, quien así en menos de una década volverá junto a la centroderecha a instalarse en el gobierno.

Se trató de una victoria que fue celebrada desde muy temprano por los colaboradores y adherentes del hoy gobernante electo, pues con apenas el 10% de las mesas escrutadas -a eso de las 18.35 horas- ya se evidenciaba la aplastante diferencia que le sacó a la carta de la Nueva Mayoría, con lo que además echaba por tierra los pronósticos que daban cuenta de una apretada y estrecha definición.

Y es que el competitivo ambiente que se instaló en los días previos al balotaje, como resultado del mal desempeño obtenido en la primera vuelta, donde apenas logró el 36,6% de los votos, sumado a los desaciertos cometidos en la antesala de la elección -como la denunciade votos marcados-, versus el renovado optimismo que inundó al comando del senador Guillier y al buen resultado conseguido por la carta del Frente Amplio, lo que fue leído por el gobierno de la presidenta Bachelet como un respaldo a las reformas estructurales llevadas en estos años, permitían anticipar un resultado que se tendría pelear voto a voto.

Pero el resultado fue imprevisto, porque también contra todos los pronósticos la participación ciudadana subió respecto de 2013 y muy por sobre lo registrado en la primera vuelta de noviembre pasado, ya que ayer llegaron más de siete millones de ciudadanos chilenos ejercieron su derecho a sufragio.

Así también, Piñera logró convertirse en el Presidente más votado en las elecciones presidenciales de Chile desde 1993 a la fecha, consiguiendo un contundente triunfo en 13 de las 15 regiones del país, incluida la zona que el mismo Guillier representa en el Senado, Antofagasta. En esta zona el exmandatario logró imponerse con un amplio 53,82% de los votos versus el 46,18% conseguido por el legislador.

A la luz de los resultados, significativa también resulta ser la derrota del candidato de la Nueva Mayoría en aquellas regiones donde en la elección de noviembre se impusieron figuras clave de la coalición oficialista como fue Arica y Parinacota o Atacama donde pese al triunfo de José Miguel Insulza (PS) y Yasna Provoste (DC), el senador no logró superar al abanderado de la centroderecha.

Una situación similar se registró en Valparaíso, identificada como el bastión del Frente Amplio, pues ahí Piñera logró ganar con un 52,22% de los votos frente al 46,78% conseguido por Guillier.

Y en la sorpresiva alta participación parece que estuvo la clave de la definición.

Así también lo reconocería el mandatario electo, quien en una de sus primeras intervenciones ante sus adherentes admitió que en la primera vuelta obtuvo menos votos de lo que creía y en la segunda vuelta más de los esperados.

Un resultado que se materializó en zonas claves, como Puente Alto, donde el senador y otrora contrincante presidencial en las primarias del sector, Manuel José Ossandón, jugó un rol determinante, porque si bien Piñera no logró ganar en dicha comuna si consiguió atraer 34 mil votos más de los que obtuvo en la primera vuelta.

Un rol que también desempeñó de manera exitosa el senador electo y también expresidenciable del sector, Felipe Kast, que permitió que Piñera consiguiera más de 250 mil votos en la región de La Araucanía, donde finalmente ganó con un 62,4%.

"Dura derrota"

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Así poco antes de las 20:00 y tras un conteo más expedito de lo previsto, el senador Alejandro Guillier salió a reconocer su derrota, revelando que ya había llamado por teléfono a su contendor para felicitarlo por su "impecable y macizo triunfo". En la ocasión el legislador, que logró 3.159.663 votos, no solo admitió la "dura derrota" que sufrió, sino que de cierta forma adelantó por dónde vendrían los análisis que desde ahora debe hacer la centroizquierda para entender el resultado y ejercer el rol que jugarán en los próximo cuatro años .

Así Guillier enfatizó que el sector no solo debe "aprender la lección y estudiar los resultados del voto ciudadano", sino que el desafío también es levantar el ánimo y salir a defender las reformas, para también ser "una oposición republicana y constructiva".

Posteriormente, vendría el llamado telefónico de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, quien desde el Palacio de La Moneda se contactó con el mandatario electo para felicitarlo por su triunfo y acordar que hoy a las 09:00 de la mañana lo visitará en su residencia para compartir un desayuno.

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Poco antes de las 21:00 horas el gobernante electo recibía en el Hotel Crowne Plaza -lugar donde se instaló junto a su comando a esperar los resultados- a un derrotado Guillier, quien junto a su esposa llegó a saludar al próximo mandatario, que luego saludó a los miles de adherentes que festejaron desde la Alameda el triunfo de su candidato.

Así, al mismo tiempo que en Chile Vamos celebraban el triunfo, también se comenzaba a perfilar quien integraría el futuro gabinete y surgían nombres como el del exBanco Central, Rodrigo Vergara para Hacienda; el de Rodrigo Ubilla para Interior; el de la diputada Andrea Molina para la Segegob y el del diputado Cristián Monckeberg para la Segpres.


Presidente electo: "Unidos vamos a construir un país desarrollado y sin pobreza"

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Un llamado a la unidad fue el tono del discurso con el cual el candidato de Chile Vamos y ahora presidente electo, Sebastián Piñera, celebró su triunfo sobre el abanderado del oficialismo, el senador Alejandro Guillier.

Coherente con lo anterior, el punto de partida de la alocución fue la expresión de "cariño y solidaridad" con las familias afectadas por el alud en la Villa Santa Lucía, en la comuna de Chaitén.

En seguida, el exgobernante aseguró a la multitud que se aglomeró a las afueras del Hotel Crowne Plaza que tanto él como su esposa y su equipo trabajarán para cumplir "su misión", lo que implica retomar la senda de crecimiento.

Mientras los asistentes reaccionaron entonando a coro la frase "Chile se salvó", Piñera expuso que su segundo gobierno se enfocará en un "compromiso con la unidad" y un "compromiso con el diálogo y los acuerdos".

Quien ya fuera Presidente de la República entre marzo de 2010 e igual mes de 2014 resaltó que su administración tomará el consejo y la ayuda de todos aquellos que han ejercido dicho cargo y que de esta misma manera convocará a todos los sectores políticos para "solucionar los problemas de los chilenos".

Y reforzó este punto advirtiendo que "las cosas no se logran de un día para otro, necesitamos priorizar con justicia y gestionar con eficacia, porque para hacer un buen gobierno necesitamos el apoyo de todos y cada uno de los chilenos, de los que nos apoyaron, pero también de los que apoyaron a mi contendor y de aquellos que no votaron".

"Unidos recuperamos nuestra democracia, unidos reconstruimos nuestro país después del 27F, unidos rescatamos a nuestros 33 mineros, unidos vamos a construir un país desarrollado y sin pobreza, un Chile sin abusos y discriminaciones arbitrarias", destacó Piñera.

De todas formas, enfatizó que su gobierno "perseguirá grandes sueños, pero nunca se alejará de la realidad. Esto significa que tendremos siempre los ojos en el cielo, que es el futuro y la esperanza, pero también los pies en la tierra, que es el realismo y la prudencia".

Con tono conciliador, continuó: "Viva la diferencia, viva el pluralismo de ideas, pero nunca que esas diferencias deben convertirnos en enemigos, porque la verdad es que cada vez que los chilenos nos hemos enfrentado y convertido en enemigos hemos consumado nuestras más grandes derrotas".

Finalmente, el futuro jefe de Estado agradeció a todos aquellos que fueron sus contendores en las pasadas elecciones y sus colaboradores de su comando.

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