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Comisión Nacional de la Productividad advierte: “Aunque uno se mueva, otros se mueven más rápido, otros países son más competitivos”

El economista Alfie Ulloa afirma que es urgente mejorar la productividad y analiza el impacto de la reforma tributaria que propone el gobierno.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Jueves 30 de agosto de 2018 a las 04:00 hrs.
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En 1971 llegó a Chile Francisco Ulloa. El joven cubano venía a hacer un magíster en medicina y se enamoró de una chilena en un asado. Tras concluir su estadía en nuestro país y recién casado, regresó a la isla con su esposa, desde donde no pudieron volver a Chile porque sobrevino el golpe de Estado del ’73. Veinte años después, el hijo del matrimonio, Alfie Ulloa, aterrizó en Chile con 18 años cumplidos, se avecindó en el país, se casó y formó familia, por lo que está convencido de que “el amor es lo que mueve al mundo”.

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Tras especializarse en la Universidad de Harvard, donde conoció y compartió con políticos chilenos de todos los colores, integró el equipo formando por el exministro de Hacienda del entonces presidente Lagos, Nicolás Eyzaguirre, y años más tarde fue fichado por el ministro Felipe Larraín, en el primer gobierno de Sebastián Piñera.

Desde 2015 es el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de la Productividad (CNP), donde a partir de los próximos días hará dupla con el recién nombrado presidente del organismo, Raphael Bergoeing, en reemplazo de Joseph Ramos.

-¿Cuánto influyen los impuestos en la productividad?

-Los impuestos financian políticas públicas, como la infraestructura o la educación, impactan positivamente la productividad; pero también pueden afectar el comportamiento de agentes económicos y reducir la productividad (situación que la OECD ha documentado).

-¿Qué tanto puede contribuir a la inversión el proyecto de modernización tributaria?

-Dependerá de cómo quede finalmente la estructura tributaria. Esto no solo se relaciona con las tasas de impuestos, también con las formas de cumplir, el diseño y la simplicidad de los mecanismos, la claridad de las normas, la ausencia de distorsiones o preferencias, etc.

-¿Cuánto aporta el proyecto de ley misceláneo a la reactivación económica?

-Parte de lo que hemos estado haciendo desde que asumimos es hacer entender que los temas de productividad son múltiples y variados. No hay una cosa que mejore la productividad, sino la suma de muchas cosas chicas.

-En la agenda que anunció el gobierno, ¿qué elementos influyen más que otros?

-Cualquiera que se logre concretar es bienvenido. Porque el grueso de las cosas que hoy día tenemos que hacer ya no son temas de ordenamiento económico general, sino cosas específicas.

-¿Por qué hay tanto que hacer, estamos demasiado atrasados?

-Es que aunque uno se mueva, otros se mueven más rápido. Otros países son más competitivos, los mercados se modifican, la tecnología cambia. De pronto estamos en circunstancias de una guerra comercial en el mundo. Esto es mucho más dinámico, todo el rato hay que estar mejorando y las mejoras son incrementales.

-Si tuviera que elegir una medida para avanzar en productividad, ¿por cuál se inclinaría?

-La medida propuesta por nosotros en nuestro primer informe, en abril del año 2016, de que se hicieran análisis de productividad respecto de las leyes, creo que es nuestra medida que a largo plazo va a tener más impacto, porque se entiende que ninguna política pública es neutra respecto de los incentivos y de los mercados en que participa.

-En el actual contexto de guerra comercial entre EEUU y China, ¿es un problema para Chile tener tanto tratado de libre comercio?

-No. Creo que protege. Algunas de las medidas que el gobierno de Estados Unidos está aplicando, no se las puede aplicar igual a sus socios comerciales con los que tiene tratados. Yo creo que da un poquito más de estabilidad.

-Hay una cierta incertidumbre por el cierre de algunas empresas y el aumento del desempleo, ¿cuánto ha influido en ello la reforma laboral y el escenario externo?

-Desgraciadamente, dado que el país está tan concentrado por sectores, cuando una empresa como la de San Antonio cierra tiene un impacto localizado en la región que es difícil de menospreciar. Las empresas internacionales toman en consideración todo este escenario mundial y también doméstico respecto de sus decisiones de quedarse o de irse.

-¿Pueden influir elementos como la falta de capacitación u otros?

-Puede tener un montón de factores. La pregunta clave aquí es ¿cómo estamos compitiendo? Y el mensaje es que el país tiene que ser consciente de que la competitividad no es un problema sólo de las empresas. Dicho esto, el grueso de la productividad depende de las empresas.

-¿Es el peor escenario?

-No, para nada y tampoco es un escenario tan loco, porque Trump lleva ahí un par de años, era relativamente fácil de anticipar que iba a hacer alguna cosa rara. Mi opinión personal es que estas expectativas negativas están un poquito exageradas.

-¿Por qué?

-Porque el escenario no es tan negativo y si uno juzga al gobierno por sus primeros meses, básicamente ve una legítima preocupación por la economía. Han pasado cinco meses, no creo que se pueda ser negativo todavía, hay que darle más tiempo (al gobierno).

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