Fono denuncia: radiografía a la ética en las empresas

Auditorías, sanciones o medidas disciplinarias, líneas de consultas y denuncias son algunas de las palabras que se han hecho cotidianas en las empresas con el fin de prevenir conductas anti éticas, como el abuso de poder o el mal uso de licencias médicas, entre otras cosas.

Si bien las cifras dan cuenta que los colaboradores reportan las transgresiones de valores y comportamientos éticos, la percepción de los trabajadores no es del todo optimista.

Según el XI Barómetro de Valores y Ética Empresarial (BVEE), elaborado por la Fundación Generación Empresarial, aunque 17% de los colaboradores ha observado algún incumplimiento o transgresión de valores y comportamientos éticos en su empresa (levemente superior al 13% anotado en 2016), sólo 31% de ese grupo afirma haberlo reportado frente al 32% observado en 2016, cifras visiblemente más bajas frente al 40% que denunció en 2014 y 2015.

Dichos cuestionamientos siguen llegando mayoritariamente a los supervisores o jefes directos, pero en el último período hubo un canal que creció frente a otros y que marcó la diferencia respecto a mediciones anteriores: la línea de consultas y denuncias (hotline o línea 800), que tuvo un salto desde 11% 14% en los últimos cuatro años, aunque reportar al jefe sigue siendo lo mas usado.

Sin embargo, aquí ocurre la paradoja: a pesar que aumenta el conocimiento de línea de denuncia entre las empresas, la percepción en los colaboradores es distinta. Sólo el 57% de las personas cree que en su empresa siempre se denuncian los comportamientos inadecuados, mientras el año pasado la cifra alcanzaba el 60%. De esta manera, a pesar que se reportan los hechos alejados de la ética, hay una sensación de que es menor a la realidad.

Otro dato más a la causa: solo el 65% de los colaboradores afirmó que son de utilidad las herramientas que ha desarrollado su empresa para prevenir conductas anti éticas cuando en 2014-2015 la cifra llegaba al 76%.

Las piedras en el zapato

Los datos dan cuenta que aún hay trabajo por hacer, tanto en la comunicaciones de los canales de denuncia como en dar importancia a alzar la voz. Esto último se ve empantanado por las consecuencias que sufren quienes reportan. La medición reveló que luego de “hablar”, el 24% sufrió algún tipo de represalia. En años previos la cifra se mantuvo en el 20%.

¿Pero cuál es el principal conflicto ético presente en las empresas? El estudio arrojó que el abuso de poder continúa siendo la piedra en el zapato al interior de las organizaciones, con 47%, seguido por el abuso de licencias médicas y la atribución de méritos ajenos, con un 44% y 43%, respectivamente.

“Esto habla de un vicio cultural que, pese a los esfuerzos, no ha logrado ser erradicado, ya que desde 2011 a la fecha ha figurado entre los tres principales conflictos”, enfatiza la gerente general de la Fundación Generación Empresarial, Paula Valenzuela.

Otro tema bajo la lupa que se repite en las organizaciones y que parece estar lejos de desaparecer es la discriminación. El nivel social, la edad y el género son los tres factores que más son percibidos en la medición. Y si bien el primero bajó respecto al 2016, la edad, el género, las opiniones políticas, la orientación sexual, la nacionalidad de origen y la raza sufrieron un alza transversal en este estudio.

Frente a este zoom de la ética en las empresas, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett, indicó: “Lo que la empresa hace y cómo lo hace tiene una enorme repercusión en la sociedad. Construir una cultura de integridad al interior las empresas, debe ser una tarea prioritaria, y hacerlo de manera consistente requiere de una medición sistemática que identifique las fortalezas de la organización y también las brechas”.

En esta versión del Barómetro participaron 12.342 colaboradores pertenecientes a 31 empresas.