La policía francesa agregará drones, aumentará el uso de video para identificar a los autores de desmanes y ampliará el uso de aerosoles de tinta indeleble para identificar a los manifestantes violentos. El gobierno también dijo que continuará usando balas de goma, a pesar de las críticas del público. A la policía antidisturbios se le dará más autonomía para responder a los brotes de violencia, informó Philippe.
"Vamos a endurecer nuestra doctrina de seguridad", dijo Philippe. “Hemos organizado el mayor debate posible. No es casualidad que protestaran una vez que fue un éxito. Estas personas no quieren dialogar".
El presidente Emmanuel Macron y su gobierno están encontrando dificultades para presentar una respuesta coherente después de que la violencia estallara nuevamente durante las manifestaciones del sábado, con imágenes de los daños a los Campos Elíseos difundidas en todo el mundo.
Más de tres meses de protestas de los chalecos amarillos han puesto a Macron en el centro de la atención. El mandatario organizó un debate nacional para encontrar una salida a la crisis, discutiendo temas sociales y económicos con los votantes de toda Francia durante los últimos dos meses. Su popularidad se ha recuperado, pero la violencia del sábado fue un recordatorio de la sombría realidad de los disturbios.
Los chalecos amarillos han estado protestando todos los sábados desde noviembre, con demandas que van desde rebajas de impuestos hasta mejores servicios públicos. Si bien hubo escenas dramáticas a fines del año pasado, las protestas recientes han tenido poca asistencia. La mayor parte del vandalismo del sábado fue atribuido a activistas del "Bloque Negro" de la izquierda.
