Mercados desarrollados vuelven a las ganancias a una semana del“lunes negro”

Los mercados desarrollados abrieron esta semana al alza. Las acciones de Wall Street, Europa y Asia no conocieron de cifras rojas, fortaleciéndose.

Todo esto a exactamente una semana del “lunes negro”, el cual ocasionó un desplome generalizado en los indicadores.

Wall Street brilló con fuerza, con un Dow Jones creciendo 1,7%; un S&P variando 1,39% mientras que el tecnológico Nasdaq avanzó 1,56%.

En el viejo continente, el Dax alemán lideró, con un incremento de 1,45%; el español Ibex subió 1,36%; el Cac de Francia anotó una variación positiva de 1,20%; seguido del británico Ftse 100 con 1,19% y una modesta alza en el Ftse Mib de Italia de 0,77%.

Es así como todos estos índices europeos rompieron dos jornadas consecutivas de bajas y una semana que, de cinco sesiones, cuatro fueron negativas.

Menos uniforme fue el desempeño de las bolsas asiáticas. Con un Nikkei congelado en el -2,32% que obtuvo el pasado viernes (el indicador japonés no abrió hoy debido a ser un feriado en dicho país), tanto China como Taiwán y Corea del Sur cerraron en verde, con incrementos de 1,29%; 0,48% y 0,91%, respectivamente.

En tanto, el Hang Seng de Hong Kong es el único índice que aún muestra retrocesos, anotando -0,16%.

Cambio de enfoque

Los signos positivos que dominaron al cierre de la sesión de ayer habrían sido motivados por un repunte en la confianza de los inversionistas, sumado a un cambio de visión respecto al alza de tasas: éstas serían interpretadas más como un signo de una economía sana y en crecimiento y menos como una sepultura a los rendimientos bursátiles.

“Es correcto de que los inversionistas interpreten que un alza de tasas de interés está asociada a una economía en crecimiento”, sostiene César Valencia, analista Alpari Research & Analysis.

Asimismo, existiría un paulatino giro hacia la internalización por parte de los mercados hacia las nuevas tasas.

“Tras la corrección, la bolsa encuentra un nuevo piso con múltiplos más razonables dado los nuevos fundamentos de tasas proyectadas”, comenta Joaquín Aguirre, gerente de estrategia de Tanner Investments.

Es así como, pese a que el lunes los rendimientos de los bonos del Tesoro a diez años volvieron a subir, el mercado ya no entra en el pánico que le dominó hace una semana.

Pese a los cierres en verde, aún hay que mantener la cautela, dicen los expertos.

“El proceso de normalización de política monetaria por parte de la Fed, si bien señala que la inflación se puede acercar a su target de 2% -ya que la economía se encuentra “sana”- también es un riesgo”, cuenta Rodrigo Herrera, analista de estrategia de inversiones de EuroAmerica.

“Si la Fed acelera el ritmo de normalización, las empresas al refinanciar sus deudas a una mayor tasa, generarán mayores gastos por intereses y disminuirán así, las utilidades de las empresas”, argumenta.

 Bonos del Tesoro siguen al alza y mercados están expectantes

Con rendimientos que no se veían desde principios de 2014, las tasas de los bonos del Tesoro estadounidense a diez años han sido un factor crucial durante la última semana. Pese a que ayer cerró con un alza de menos de un punto base, situándose sobre 2,85% , se sigue manteniendo el recelo en los mercados bursátiles.

"La evolución de la rentabilidad de los bonos a medio y largo plazo serán, sin duda alguna, la clave que desvelará el futuro de la renta variable en Estados Unidos, y por ende del resto del mundo", afirma Pablo Gil, director de análisis de XTB.

"El gran temor es la inflación, que derivaría en aumentos de tasas más rápidas", dice la analista de EuroAmerica, Martina Ogaz. Explica que el incremento del gasto fiscal en EE.UU. ha incentivado una mayor actividad económica, que a la vez estimula la inflación. No obstante, en EuroAmerica proyectan que la Fed solo realizará tres aumentos de tasas a la vez que ven una corrección en los rendimientos de los bonos del Tesoro, los cuales llegarían a niveles de 2,6% a 2,7%.

Los mercados estarían internalizando el aumento en las tasas de interés, a la espera de que se den señales más claras respecto a la salud de la economía.