Cartas

Delicado acuerdo entre Mercosur y la UE

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Señora Directora:

A dos semanas de anunciado el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, ya se ve que no todo es alegría.

El más contento en Sudamérica es Macri, quien busca capitalizarlo en las próximas elecciones. Como contraparte, el candidato peronista Fernández, dice que lo va a revisar. El más contento en Europa es, por ahora, Macron; pero ya hemos visto como reaccionan los agricultores franceses cuando son amenazados.

A Bolsonaro le va a gustar hasta que se complique la protegida industria automotriz brasileña. Sabemos la fuerza de los sindicatos metalúrgicos de Brasil, no olvidemos que Lula emergió de ahí.

Para Uruguay y Paraguay solo son buenas noticias por tener mercados domésticos reducidos y ser grandes productores de carne. El acuerdo también enfrenta la presión de grupos ambientalistas globales que temen un aumento en la deforestación de la Amazonia.

Falta mucho para que los Estados de la UE y del Mercosur ratifiquen un acuerdo que ha sido caricaturizado como “carne por autos”. Queda la sensación de que estos acuerdos, que hace una década eran apoyados transversalmente, hoy ya no convencen tanto. Si bien la teoría económica y la base empírica demuestran que el intercambio comercial aumenta el bienestar de la población en general, existe una creciente incomodidad al respecto.

Gonzalo Castro del Río

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