Columnistas

Ambiciones de China crean una nueva frontera competitiva en el espacio

FT View© 2021 The Financial Times Ltd.

Por: The Financial Times | Publicado: Martes 18 de mayo de 2021 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

The Financial Times

China logró el fin de semana pasado algo que sólo EEUU y la Unión Soviética habían hecho antes: aterrizar con éxito una nave espacial con un rover de superficie en Marte. Su éxito marca otro paso hacia el objetivo del país de convertirse en una “potencia espacial en todos los aspectos”. El mes pasado puso en órbita la primera parte de una estación espacial permanente. En el futuro, Beijing tiene intenciones de enviar astronautas a la Luna.

Imagen foto_00000001

Sin embargo, tomando en cuenta el deterioro de las relaciones con EEUU, las ambiciones espaciales de Beijing agregan otro punto de disputa potencial entre las superpotencias, lo cual se suma a las tensiones en el Mar de China Meridional, y al potencial boicot de Washington de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 por la persecución de los uigures en Xinjiang.

La competencia no es sólo entre agencias espaciales estatales. China tiene más de 150 empresas en competencia para construir satélites y lanzar cohetes para satisfacer la creciente demanda de infraestructura y servicios extraterrestres. Beijing también está forjando una cooperación espacial con Moscú, y este año acordaron trabajar juntos para construir una base de investigación lunar.

Toda esta actividad pone de relieve no sólo las ambiciones geoestratégicas de China, sino también cómo el espacio se está convirtiendo en una frontera cada vez más poblada. Según la Space Foundation, una organización estadounidense sin fines de lucro, en 2020 se desplegaron unas 1,200 naves espaciales, el triple del total de 2019. Los despliegues de satélites comerciales aumentaron un 477% en 2020 en comparación con el año anterior.

Para evitar que las tensiones aumenten, la comunidad internacional debe esforzarse por establecer normas de gobernanza y leyes en el espacio. El valor estimado de la economía espacial el año pasado, un récord de US$ 385 mil millones, debería ser suficiente para enfocar las mentes. Lo mismo debería ocurrir con el hecho de que gran parte del mundo interconectado en el que vivimos, incluyendo el sistema financiero mundial, está habilitado por comunicaciones por satélite.

En este contexto, debería quedar clara la utilidad de crear normas reconocidas internacionalmente para las industrias espaciales. La implementación, sin embargo, es mucho más compleja en un entorno dominado por las rivalidades entre EEUU y China que ya están generando una carrera armamentista en el ámbito espacial.

Un buen punto de partida sería el problema de los desechos espaciales. La proliferación de basura espacial, la cual aumenta con la mayoría de los lanzamientos, amenaza con desencadenar una reacción en cadena de colisiones orbitales que amenaza la seguridad de los activos espaciales de todos los países. Varias organizaciones, incluyendo el Comité de las Naciones Unidas sobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pacíficos, han publicado directrices de colaboración que sugieren las mejores prácticas para las operaciones espaciales sostenibles.

Pero a pesar de esos esfuerzos, existen pocas normas y estándares internacionales. EEUU y China, así como otras potencias espaciales como Rusia e India, deberían dejar de lado sus rivalidades estratégicas y comenzar a trabajar seriamente para establecer reglas de conducta en el espacio. Esa cooperación no haría nada para frenar la carrera de armamentos espaciales en curso, pero al menos apuntalaría las bases del uso civil del espacio.

Lo más leído