Directorios conectados con sus trabajadores en pandemia

Sara Huerta Estrada, abogada de Gobierno Corporativo, #SoyPromociona

Una de las prácticas de gobierno corporativo consultadas por la Comisión para el Mercado Financiero a través de la Norma de Carácter General N° 385 (NCG 385) instruye a los directorios de las empresas reguladas por dicha entidad señalar si cumplen o no con un listado de 99 prácticas de gobernanza, entre las cuales deben responder si el directorio contempla durante cada año la realización de visitas en terreno a las distintas dependencias e instalaciones de la sociedad (i) para conocer su estado y funcionamiento; (ii) las principales funciones y preocupaciones de quienes se desempeñan en las mismas; y (iii) las recomendaciones y mejoras que en opinión de los responsables de esas dependencias e instalaciones sería pertinente realizar para mejorar el funcionamiento de las mismas.

En cada mes de marzo las sociedades anónimas abiertas deben informar al mercado la forma en que sus directorios han cumplido o no las 99 prácticas durante el ejercicio inmediatamente anterior. Este año, alrededor de 200 empresas emitieron sus reportes respecto de 2019. Dentro de los resultados consolidados de visitas en terreno se observó una variación negativa de 3 puntos respecto de los resultados 2018. ¿Si durante 2019 sólo un 49% de las empresas declaró que sus directorios efectuaron visitas en terreno, cuál será el grado de cumplimiento en un año golpeado por la pandemia?

Debido a la rápida propagación del Covid-19 y a las cuarentenas establecidas por la autoridad, es probable que muchos directorios hayan suspendido estas visitas, sin embargo, nada obsta a que sean reemplazadas por reuniones online en que los y las trabajadoras de distintos estamentos jerárquicos de la organización que viven en diversas comunas del país puedan compartir con los y las directoras sus inquietudes y que a su vez los directorios puedan indagar y obtener de primera fuente el estado de las dependencias de la sociedad y sobre todo, puedan mantenerse al tanto de cómo los y las trabajadoras están enfrentando la pandemia, cómo han cambiado sus circunstancias y, por lo tanto, qué pueden hacer los directorios para ocuparse de los nuevos riesgos asociados a la salud, a la transformación digital, a la producción y a la gestión de talento, liderazgo y brechas de género de los equipos en tiempos de pandemia.

Las instancias en que convergen estos grupos suelen ser escasas y deben ser buscadas y generadas por los responsables de la gobernanza de la empresa. Si las observamos con detención, las visitas en terreno sean presenciales u online, son una excelente oportunidad de llevar a la práctica el contrapeso esencial que debe cumplir el directorio respecto de la administración.

Esta necesaria interacción entre ambos extremos de la organización permite una mejor evaluación de los riesgos y desafíos que enfrenta la entidad; también, gracias a la visibilidad que obtiene el directorio de lo que pasa en la operación misma, se agiliza la resolución de problemas que posiblemente tardarían más en ser solucionados de no mediar la intervención de la más alta esfera de toma de decisiones en la sociedad.

En mi experiencia, tanto los directores y directoras como los trabajadores y trabajadoras valoran profundamente estas interacciones, refuerzan la confianza mutua y la confianza en la organización, humanizando la visión que un grupo tiene respecto del otro y viceversa. En estos espacios de comunicación no hay más que generación de valor para dos de los principales stakeholders de la empresa, por lo demás, instancias de convergencia social que por estos tiempos le hacen mucha falta a nuestro país.

Recordemos que la NCG 385 permite explicar la manera en que el directorio adopta cada práctica, es decir, hay cierta flexibilidad en el "cómo" aplicarla, por lo tanto, no hay excusa para no dar cumplimiento a esta buena práctica de gobernanza sugerida por el regulador de valores, independiente de los medios que se utilicen para llevarla a cabo, sea presencial o remota.