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Impuestos en una economía digital

Por: Macarena García, economista senior de Libertad y Desarrollo (LyD) | Publicado: Jueves 26 de julio de 2018 a las 04:00 hrs.
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Macarena García, economista senior de Libertad y Desarrollo (LyD)

La revolución tecnológica asociada a la economía digital está transformando la producción y comercialización, generando grandes beneficios por mejoras en productividad a todo nivel, así como grandes desafíos a la sociedad por la modernización regulatoria y en la dimensión tributaria. Los beneficios de esta revolución, no hay duda, superan largamente los eventuales costos, por lo que la meta es normarlas adecuadamente y en ningún caso inhibirlas.

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Sin embargo, en la economía digital se debe distinguir entre las ganancias en eficiencia de ahorro y los costos asociados a la informalidad, como podría ser el no pago de determinados impuestos.

La evasión tributaria se puede observar respecto del pago de los derechos de aduana, impuesto a la compraventa (IVA), impuesto a la renta de las empresas (en particular el impuesto adicional a las remesas al exterior en empresas extranjeras) e impuesto a los ingresos laborales.

Este problema tributario se puede observar en dos situaciones: cuando el oferente es residente pero informal o cuando el oferente no está establecido en el país donde ocurre la venta. En el caso de la informalidad, los esfuerzos debieran centrarse en fiscalizar, como en las medidas anti-evasión del IVA, lo cual se facilita por la existencia de las propias plataformas digitales.

La complejidad surge cuando la empresa no está constituida en el país. Si la entrega del bien es presencial, en cuanto éste ingresa al país, debieran cobrarse los gravámenes correspondientes (IVA y derechos de importación), quedando en duda qué pasa con los otros impuestos, como el adicional. Ahora, cuando la entrega ocurre por vía digital y no presencial, se dificulta el cobro de todos los impuestos mencionados. En este caso, se sugiere facultar al medio de pago para retener el impuesto (como ocurre en otros países). El impacto fiscal en Chile de la elusión por empresas no residentes se situaría en torno a US$ 100 millones (0,2% de los ingresos fiscales).

No hay que olvidar que, gracias a la globalización, las empresas se instalan en función de la competitividad tributaria, y pueden abastecer a prácticamente todos los mercados generando grandes beneficios a toda la sociedad. Sin embargo, muchas de estas empresas declaran impuestos corporativos no donde realizan sus ventas, sino donde los impuestos son menores.

Integrar la economía digital a una política fiscal eficiente y equitativa es una discusión que lleva tiempo en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en Estados Unidos, en la Unión Europea y el G20, y entre las soluciones propuestas están uniformar las tasas de impuestos entre países para competir tributariamente, aumentar la transparencia de la información por parte de estas empresas, incentivar que los ingresos tributen en la fuente, pero siempre con un marco normativo sencillo que apoye la creación de ellas. Se trata de interesantes propuestas para analizar en el caso chileno, donde claramente hay espacio.

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