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Surfistas de la IA

Director LUMINIS Consejeros

Por: Javier Zabala | Publicado: Martes 27 de septiembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Mientras escribo esta columna me encuentro con la familia viajando por Australia, y observo con claridad ejemplos de lo que enuncié en la columna anterior: del efecto en los trabajos y competencias profesionales que están produciendo la tecnología, interconexión, comunicación y automatización (TICA), y la inteligencia artificial (IA). Para el análisis contrasto ambos lados del Pacífico, y abro las actividades del viaje.


Al comenzar quise tomar hotel y auto desde Chile con dólares premio ahorrados en una tarjeta de crédito. La primera agente me dijo que el costo de servicio sería US$ 30 por persona, y que no podíamos arrendar auto. En una situación usual me habrían perdido como cliente ahí mismo, pero como estaba cautivo en esa agencia averigüé un poco más, y encontré otra representante que por un total de US$ 20 para los cuatro sí pudo hacer ambos; pero escribió mal mi apellido y me dio tarifas 20% sobre las de internet.


En contraste, para lo que no me alcanzó la bendita tarjeta tuve que autoatenderme con servicios de primer mundo y ahí la cosa cambió. Con motores de búsqueda saqué los pasajes locales más baratos, aunque estos avisaban que en el aeropuerto yo debería sacar mis tarjetas de embarque, imprimir y pegar mis tags de maletas y yo mismo subirlas a la cinta de transporte (todo lo anterior trabajo manual, repetitivo). Por eso mismo para un vuelo de 180 pasajeros, había una sola persona, con lector láser viendo que no me equivocase en lo que antes era el trabajo de un grupo entero.


En paralelo Google detectó solo todos los correos recibidos del viaje, interpretó cada vuelo y pernoctada y guardó todo en mi calendario. Y ahora lleva miles de kilómetros esquivando el tráfico y guiando mi camino, en mi mismo smartphone de Chile. Observé que todas estas actividades, al ser cognitivas pero repetitivas, ya fueron automatizadas con IA y ya eliminaron puestos de trabajo y a empresas de GPS; y también observé que, a su vez, todas son tremendas ayudas para que me enfoque en lo cognitivo no repetitivo, como decidir si sacarnos una foto con un koala, o darnos vueltas en el aire en una montaña rusa.


Ahora imagine estas olas australianas de la TICA y la IA viajando hacia su organización en Chile, súmele que McKinsey estima que 20 a 30% del trabajo gerencial alto puede ser eliminado por estas razones y pregúntese: ¿Los servicios de mi empresa, y las competencias de mis directores y ejecutivos, van a surfear esas olas, o vamos a terminar revolcados en la arena?

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