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La Tierra ya no es el límite: las inversiones en el espacio son la nueva frontera

Viajes de cohetes interurbanos, minería de asteroides y exploración se proyectan como los nuevos focos de aquellos que miran más allá del cielo.

Por: Alejandra Melo | Publicado: Jueves 18 de enero de 2018 a las 04:00 hrs.
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¿Hay vida en otros planetas?, ¿es posible habitar Marte?, ¿realmente el hombre llegó a la luna? El factor común en estas preguntas es claro: el espacio. Ese mismo que por décadas ha sido una de las temáticas predilectas para la ciencia ficción y también objeto de investigación constante para millones de científicos, a quienes ahora se suman nuevos actores: los inversionistas.

Éstos llegan con un nuevo objetivo, por extraño que parezca. Se trata de invertir –a muy largo plazo- en el espacio, con fines que varían desde lo militar, pasando por la seguridad y el turismo, para alcanzar desarrollos e inversiones nunca antes vistas. Todo, en lo que ha sido denominado como la Era Espacial 2.0, donde se espera que haya más avances en las próximas décadas que a lo largo de toda la historia.

Así lo asegura el informe To Infinity And Beyond, Global Space Primer, elaborado por Bank of America Merrill Lynch (BofAML), que proyecta que la industria aeroespacial crecerá ocho veces durante las próximas tres décadas, pasando de un mercado que mueve US$ 350 millones en la actualidad, hasta llegar a un valor estimado de US$2,7 trillones. De hecho, la confianza en el potencial de mercado de la industria espacial los ha hecho denominar estas inversiones como “una de las fronteras finales de la inversión”.

En este ítem, el documento destaca que hitos como la carrera espacial original del siglo XX y los intereses de defensa seguirán siendo una fuerza impulsora clave de la nueva carrera. Sin embargo, es posible identificar nuevos actores que impulsan la industria, como la SpaceX con sus cohetes reutilizables, vehículos extraterrestres más baratos de compañías como Rocket Lab, el futuro servicio de taxi espacial Vector e inversiones gubernamentales de más de 80 países con satélites en órbita.

“Más allá de la participación de 16 de los multimillonarios más ricos del mundo, vemos varias oportunidades que incluyen: defensa, satélites, lanzamientos y seguros”, reseña el informe. Agrega que las firmas privadas y los nuevos actores en esta carrera tendrán un papel creciente, donde también se explorará una serie de proyectos con objetivo en la luna, por ejemplo, turismo espacial, viajes de cohetes interurbanos, minería de asteroides y exploración del espacio profundo o interestelar.

En este contexto, la lista de compañías mejor posicionadas para beneficiarse de una internet basada en el espacio incluye a las gigantes tecnológicas Alphabet (Google), Microsoft, Facebook y Amazon, así como potencias aeroespaciales de larga data como Boeing y Lockheed.

Proyectos de la nueva era

Entre los hitos que podría traer el auge de las inversiones en el espacio, se espera que el Telescopio Espacial James Webb (JWST), el más grande jamás construido, sea lanzado en 2019, como sucesor del Hubble de la NASA. Este podrá observar algunos de los eventos y objetos más distantes del universo, como la formación de las primeras galaxias que están más allá del alcance de los instrumentos terrestres y espaciales actuales. A el se suma el Mars Rover de la NASA (2020), el CST-100 Starliner de Boeing y la nave espacial profunda Orion de Lockheed Martin (2021).

Ante estos lanzamientos, los actores privados están estableciendo plazos más agresivos y ambiciosos. Por ejemplo, Bigelow Aerospace planea lanzar su propia estación espacial privada en 2020 y SpaceX planea llevar a dos ciudadanos alrededor de la Luna en 2018 y lanzar vuelos tripulados a Marte para 2024.

Innovaciones y retos

El BofAML observó que la industria espacial es un mercado en el que las empresas suelen tener problemas para obtener ganancias, además de riesgos técnicos que incluyen problemas de seguridad y regulación, desechos espaciales (170 millones de piezas en órbita), y las tormentas solares (hasta US$2,6 billones en pérdidas). Sin embargo, reconocen que el crecimiento reciente podría cambiar a medida que el espacio se convierta en “un hervidero de tecnologías disruptivas, que extienden los límites de la ingeniería humana”.

Pero no sólo se trata de crear para conquistar un nuevo objetivo. De acuerdo al documento, el espacio podría ayudar a resolver desafíos medioambientales y sociales de la Tierra, como se detalla en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Entre ellos, acabar con el hambre, a través de imágenes satelitales para el rendimiento de los cultivos; mejorar la salud y bienestar y educación de calidad, al proporcionar acceso a Internet por satélite; posibilitar el derecho de agua limpia, algo a lo que podría ayudar por medio del uso de imágenes de satélite para los niveles de agua de yacimientos y, finalmente, con la acción del clima y vida en la tierra, ayuda brindada vía monitoreo satelital para la deforestación y el daño ambiental.

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