El ministro de Planificación, Julio De Vido, afirmó ayer que el gobierno aplicará una eliminación de subsidios a la energía, aunque aclaró que no será “generalizada”. Al mismo tiempo, sostuvo que Argentina no volverá a tener “precios dolarizados” de la energía “como había en mayo del 2003”.
“La política (de subsidios) no va a cambiar, durante estos años ha habido oportunidades de quita y reducciones, con tipificaciones para no afectar a todo el mundo”, dijo el secretario de Estado en conferencia de prensa junto a su par de Economía, Axel Kicillof.
Al respecto, el jefe de gabinete, Jorge Capitanich, expresó que “por el momento, se hacen los estudios correspondientes y no se toma ninguna decisión”.
Sin embargo, se encargó de resaltar que “no se modifican las tarifas sino el subsidio”.
De todos modos, para los usuarios que se vean afectados, el resultado será el mismo: tendrán que pagar más caros los servicios públicos.
El jefe de gabinete apuntó que los subsidios podrían reducirse “en aquellos sectores de mayores ingresos”, aunque no precisó ni qué subsidios son los que analizan reducir ni cómo se implementaría la reducción para determinados grupos de usuarios.
Las cifras en juego
A mediados de noviembre, El Cronista publicó que los subsidios económicos acumulaban un alza de 55% en los nueve primeros meses del año, superando lo gastado por ese concepto en todo 2012 y que, según cálculos privados, llegarían a 140.000 millones de pesos (unos US$ 23.300 millones) a fines de 2013, repartidos casi íntegramente a los sectores de energía y transporte.
Según las proyecciones que maneja Empiria Consultores, las transferencias para cubrir el agujero energético ascenderá a 93.000 millones de pesos este año (unos
US$ 15.500 millones), mientras que los fondos destinados al transporte se acercarán a los 30.000 millones de pesos (unos
US$ 5.000 millones).
El grueso de los subsidios se destinan al consumo de energía (64%) y en menor medida al transporte (23%).
La cuenta energética explica casi íntegramente el alza de los subsidios en los últimos años, al pasar desde 16.000 millones de pesos a más de 90.000 millones de pesos entre 2009 y 2013.
En particular, durante el primer semestre del año las transferencias por subsidios energéticos aumentaron 62,5%, acelerándose a un ritmo de 91% anual en los tres meses previos a las elecciones legislativas, reveló el informe de Empiria.
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