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Family offices comienzan a abrirse a la inversión de impacto

Entre ellos está grupo Ideas VC, de la familia Ibáñez-Atkinson; LGB Inversiones, del grupo Yaconi Santa Cruz; y El Coigüe Inversiones, de los Casanueva de GTD.

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Por: A. Vergara y A. Rivera | Publicado: Lunes 23 de noviembre de 2020 a las 04:00 hrs.
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En Chile, la mayoría de los family offices (FFOO) de los grupos económicos invierten poco en startups y en innovación, y cuando dan el paso lo hacen de forma aislada, de manera directa y sin una estrategia. Pero eso está cambiando.

El director de la Asociación Chilena de Venture Capital (ACVC) y managing partner de Génesis Venture, Andrés Meirovich, afirma que hay más interés que hace cinco o diez años y que la tendencia mundial, y que empieza a reflejarse en Chile, es que los FFOO abran un área dedicada a venture capital (VC) o inviertan a través de fondos.

"El capital de riesgo es un activo muy distinto al resto, tienes que invertir mediante un equipo de expertos, el que puede ser interno o vía fondos, pero si lo haces directamente lo más probable es que te vaya mal", afirma Meirovich.

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Dice que las familias o grupos que hasta ahora han apostado por un modelo de inversión con un brazo y equipo propio son pocos. Entre ellos, Ideas VC, de la familia Ibáñez-Atkinson; LGB Inversiones, del grupo Yaconi Santa Cruz; y El Coigüe Inversiones, de los Casanueva de GTD.

El CEO de Ideas VC, brazo de inversión de impacto de Start Investment del grupo Ibáñez-Atkinson, Andrés Pesce, comenta que el interés de los FFOO por invertir en startups ha aumentado en los últimos años, por el desarrollo del ecosistema de emprendimiento local y por el impulso de las nuevas generaciones para aportar al desarrollo del país. "De alguna manera se sienten las ganas de no sólo subirse a esta ola sino también empujarla y aportar", afirma.

Opina que se ha avanzado, pero queda. También plantea que los family offices que tengan una escala importante deben tener una estructura dedicada a esta clase de activo o bien aportar a fondos que se están formando y creciendo. "Es crucial que los privados complementen el trabajo de Corfo en las etapas más tempranas y tomen la posta en la cadena de financiamiento", dice.

Cambio de incentivos

Meirovich advierte que los gerentes de los FFOO tienen temor a invertir en VC, "porque la tasa de fracaso y la exposición es alta y es menos líquido", lo que atribuye a aspectos culturales, como la aversión al riesgo y la falta de ganas de hacer cosas distintas. Pero la situación se puede revertir igualando los incentivos a la inversión. "Hoy si inviertes en la bolsa pagas 0% de impuesto sobre la ganancia de capital y si inviertes en una startup pagas 35% de impuesto. Conviene mucho más invertir en la bolsa o en real state que en emprendimiento de impacto", explica.

Pero no solo pesa el tema tributario, también hay un factor cultural, porque "por mucho que tengas incentivos, por definición el VC va a ser más riesgoso que construir una torre. Hay una decisión ex ante de la familia de decidir que quieren rentabilidad, pero que también quieren impacto, dar una vuelta de mano y desarrollar industria", sostiene.

Inversión de impacto

Los pocos FFOO que han apostado por invertir en emprendimientos e innovaciones, tienen en común enfocarse en startup que generen impacto positivo en la sociedad.

En el caso de LDG Inversiones, del grupo Yaconi Santa Cruz, la apuesta por startups comenzó hace un par de años. Su director ejecutivo, Ignacio Binimelis Yaconi, comenta que partieron con una definición estratégica que busca "poner a trabajar" los recursos en el mercado de tal forma que genere un triple impacto: económico, social y sustentable, lo que los ha llevado a destinar cerca del 5% del portafolio general a este tipo de inversiones, con miras a alcanzar el 10% en el mediano plazo.

"Apuntamos a compañías que tengan un componente de innovación y tecnología que se pueda patentar, principalmente en el área de la medicina y la biotecnología, así como empresas que cuenten con un modelo de negocio, servicio o producto disruptivo", explica Binimelis Yaconi.

A través de El Coigüe Inversiones, la familia Casanueva, ligada a la propiedad de GTD, es otro FFOO que invierte en startups tecnológicas, en especial en etapa temprana (semilla, pre serie A y serie A), con validación comercial y alto potencial de escalamiento regional, con montos que oscilan entre los US$ 200 mil y US$ 500 mil.

Entre los emprendimientos que han financiado se cuentan OZ Sports, Botanical Solutions, especializada en biopesticidas; Evoting, plataforma de voto en línea, y Osoji, soluciones de robótica.

Ideas VC, en tanto, debutó este año. La iniciativa es impulsada por los cuatro hijos de Felipe Ibáñez Scott y Heather Atkinson, y es liderada por Andrés Pesce, exgerente de nuevos negocios de Fundación Chile, quien explica que el objetivo es invertir en emprendimientos que generen impactos sociales y medio ambientales positivos.

En lo que va del año, ha invertido en seis startups de biotecnología y FinTech: Xepelin, Migrante, Miroculus, CoWork, Foodology, Webdox y Agrourbana. La meta es invertir en 22 emprendimientos a 2022, con tickets cercanos a US$ 1 millón para luego hacer apuestas follow on (inversiones consecutivas) por montos mayores.