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Pandemia gatilla el despegue del reciclaje a domicilio

Las cuarentenas y el cierre de algunos puntos limpios empujaron a Ecoenlace, Karubag y Hope a mover o ampliar su negocio a la recolección de desechos orgánicos e inorgánicos en hogares, logrando un inesperado crecimiento.

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Cuidemos el medio ambiente

Por: Antonia Di Filippo | Publicado: Lunes 23 de noviembre de 2020 a las 04:00 hrs.
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En 2018 el país generó 19,6 millones de toneladas de basura, de las cuales, el 42% correspondió a desechos domiciliarios -municipales- según el Ministerio del Medio Ambiente (MMA). De ellos, alrededor del 96% terminó en los rellenos sanitarios y solo poco más del 4% se recicló, lejos de países como Suiza, Alemania o Bélgica, donde casi no llega basura a los vertederos.

Las cuarentenas decretadas en el contexto del Covid-19 provocaron una acumulación de residuos con potencial de valorización en las viviendas. En este escenario, dos startups y una empresa de reciclaje a domicilio ajustaron su oferta de valor y comenzaron a ver un alza en la demanda de sus servicios.

¿Qué tienen en común? Las tres prestan un servicio de recogida de residuos inorgánicos -como cartón, papel, plásticos y vidrios, entre los más comunes- y orgánicos -desechos de comida y jardín- por tarifas mensuales, trimestrales o anuales. Dos son muy jóvenes, nacieron en 2018 y vieron en la pandemia la oportunidad para ampliar su negocio.

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La nueva oferta de Ecoenlace

En 2018, tres emprendedoras, Francisca Campano, Karen Sapiain y Vanessa Alvarado, con la idea de entregar una solución integral al problema de la basura, fusionaron dos emprendimientos -Reciclaxion y Aspreca Spa- para crear Ecoenlace, una empresa de gestión de residuos y capacitaciones ambientales. "Nuestro foco es entregar las herramientas y conocimientos para que todos seamos generadores de cambios", afirma Vanesa Alvarado, socia de la firma.

En el contexto de la crisis sanitaria, la firma lanzó un nuevo servicio de retiro de desechos no peligrosos a domicilio. La demanda creció, llegando a 17 comunas de la Región Metropolitana.

"La gente ya no podía ir a los puntos limpios y empezaron a buscar alternativas, lo vimos como una oportunidad, a finales de mayo empezamos con los retiros domiciliarios, el primer mes ya teníamos 80 inscritos, ahora ya vamos en 160", comenta Alvarado.

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Hoy se enfocan en la recolección de residuos no peligrosos, los que deben entregarse separados en grupos como papel y cartón, plásticos separados en origen, metales, chatarras, vidrios, Tetrapack, aceite quemado y ecobotellas. Estos desechos -explica Alvarado- los entregan a diferentes entidades autorizadas, como Sorepa, Reciclados Industriales, Cristalería Toro y Fundación Revalora, "quienes se encargan de reintegrarlas a un nuevo proceso productivo", dice.

La emprendedora estima que cerrarán 2020 con 22 toneladas de residuos recolectadas y a 2021 proyecta duplicar la cantidad de clientes y totalizar 100 toneladas.

Karubag suma desechos inorgánicos

En marzo de 2018 nació Karubag, empresa de reciclaje especializada en residuos orgánicos, que este año sumó la gestión de residuos inorgánicos, como papel, cartón, latas, vidrios, Tetrapack, aceite usado y plumavit.

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Hoy operan en 14 comunas de la Región Metropolitana y en las regiones de Valparaíso, O'Higgins, Maule y el Biobío, con planes específicos para residuos orgánicos de cocina y jardín y residuos inorgánicos. Partieron con alrededor de 30 clientes y reciclando 250 kilos de basura el primer mes y hoy tienen un poco más de 3.400 clientes y reciclan 50 toneladas de basura al mes.

El fundador y gerente general del emprendimiento, Matías Bravo, cuenta que se le ocurrió la idea después de un viaje a Canadá en el que trabajó como limpiador de piscinas. "Nos pasaban unas bolsas de papel para recoger hojas y ramas de jardín, me di cuenta de que allá tenían un sistema diferenciado de residuos en que todo lo compostable iba en bolsas especiales para llevárselo a centros de compostaje y transformarlo en abono".

Bravo comenta que la pandemia ha empujado a las personas a tener mayor conciencia respecto del devenir de sus desechos. En su caso, tras lanzar el servicio de residuos inorgánicos, sumaron 270 clientes a los 3.400 que tenían y proyecta cerrar el año con 4 mil suscriptores.

El emprendedor explica que los residuos orgánicos recolectados son utilizados para hacer compostaje y vermicompostaje, el que luego retorna al usuario que contrató el plan convertido en humus de lombriz, el que se utiliza, por ejemplo, como abono de plantas.

Los desechos inorgánicos, en tanto, son entregados a distintas empresas, entre ellas, Reciclados Industriales, Sorepa, Ideatec, Cristoro y Fundación Revalora.

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Hope crece en clientes particulares

En 2013 nació Hope, una firma de gestión de residuos que recolecta desde desechos inorgánicos, orgánicos a residuos de gran tamaño, como electrodomésticos, colchones y equipos computacionales, entre otros, tanto para retiro en empresas como en casas particulares.

El gerente general de Hope, Hernán Inssen, comenta que registraron un descenso importante en la cantidad de clientes empresas en el contexto de la pandemia. Sin embargo, "aumentamos en forma exponencial la contratación de servicios a nivel de casa particular, pasamos de tener 150 a más de 1.200 clientes activos", afirma.

Hoy Hope funciona en 16 comunas de la Región Metropolitana. Cuentan con tres vehículos para retirar alrededor de 2,5 toneladas de material al día.

"Los materiales que se recogen se llevan a empresas recuperadoras autorizadas y se transforman en materias primas para fabricar nuevos productos, por ejemplo, el plástico se pica, se transforma en pellet, y se usa para fabricar envases para frutillas o fibras para hacer sacos de dormir; en el caso del cartón, se transforma en láminas de cartón que sirven para hacer nuevas cajas", explica Inssen.

El emprendedor comenta que actualmente gestionan en promedio 95 toneladas de residuos al mes y para 2021 proyectan gestionar 300 toneladas mensuales.