BIOCELLIX TRANSFORMA EXPERIENCIA EN HERIDAS CRÓNICAS Y DEBUTA EN MERCADO DERMOCOSMÉTICO

Hace algunas semanas firmaron contrato con Ripley y las conversaciones con Falabella van avanzando, para que Lisse Derme también esté en todas sus tiendas. En paralelo, están hablando con México y con España para también llevar el producto a esos países.

El autocuidado se volvió algo esencial en 2020. De acuerdo a un reporte reciente de The NPD Group, las áreas ganadoras del mercado cosmético durante el año de la pandemia fueron aquellas que ayudaron a crear un ambiente de spa en casa: exfoliantes faciales, lociones, cremas, limpiadores y serums, entre otros.

Bien lo saben los fundadores de Biocellix, una startup dedicada al desarrollo de productos bio-activos para acelerar la regeneración celular. Partieron en 2015 con Nanoderm, un dispositivo especial para regenerar las heridas crónicas, con el que ganaron varios premios internacionales y fondos importantes de Start-Up Chile y Corfo, en un contexto mundial en el que 150 millones de personas sufren de heridas crónicas y se proyecta que a 2035 lleguen a 200 millones, muchas como consecuencia de la diabetes.
Tras un largo camino de investigación en el área de la regeneración tisular y resultados importantes, dieron el salto al mercado cosmético, aprovechando el conocimiento generado para embotellarlo en una crema que ya se vende en Chile y que prepara su aterrizaje en otros mercados.
María Inés Díaz, bióloga, PhD en Bioquímica y cofundadora de Biocellix, cuenta que si hace cuatro años alguien le hubiera preguntado qué estaría haciendo hoy, lo último que habría pensado es que estaría dedicándose al desarrollo de productos cosméticos.
"Esta es una rama distinta, pero surgió de un conocimiento profundo que venía desde antes y que surgió porque queríamos resolver un problema. Con este nuevo paso también estamos ayudando a las personas, pero de otra forma. En mi caso, por ejemplo, es muy gratificante saber de alguien que antes usaba muchas cremas faciales para diferentes cosas, y ahora solo está con la nuestra, o de alguien que padece rosácea y nuestro producto le funciona para tratarla. Se trata de poner al servicio de la gente el mismo conocimiento generado para el Nanoderm", dice Díaz.
Tras desarrollar toda la idea, liofilizar ingredientes, hacer innumerables pruebas y viajar por el mundo dando a conocer el innovador producto, su socio, el ingeniero Alexis Zárate, pensó que en paralelo había que buscar otras formas de llevar las ventajas del Nanoderm a un ambiente más comercial.
"Teníamos que dar con algo que pudiéramos vender en el retail, en farmacias, en supermercados", cuenta Zárate.

El sello
Después de otra ronda de pruebas y de cerrar un acuerdo con el laboratorio Santé Pharma, Lisse Derme vio la luz en noviembre de 2019. Pero al poco tiempo la pandemia los sorprendió y tuvieron que reordenar las estrategias y enfocarse en tener un canal online propio para poder vender.
Zárate detalla que hace algunas semanas firmaron contrato con Ripley, mientras avanzan con Falabella, para que también esté en todas sus tiendas. En paralelo, están en conversaciones con México y con España, pues planean que el producto pronto llegue a esos países.
Un gel para pie diabético, algunos serums, cremas para distintos tipos de piel, con y sin factor solar, y otros productos para partes específicas del cuerpo como labios, codos, manos y talones completan la gama a partir de la formulación base del desarrollo original. Algunos ya están en el último trámite para poder tener todas las autorizaciones del Instituto de Salud Pública, cuenta Díaz.
En una industria saturada por productos de belleza y de cuidado cosmético y dermatológico, uno de los sellos de Biocellix es el de la precisión médica y los años de investigación que los respaldan. "Estudiamos heridas crónicas que estaban en distintos estadios y formulamos un producto muy innovador para poder tratarlas. Por lo tanto hay todo un conocimiento acumulado, desde que aparecen las primeras señales de la herida hasta que esta se vuelve crónica. Todo ese saber bioquímico está en esta nueva línea de productos para la piel", sostiene Díaz.
Sus productos, agrega, destacan no solo por un componente, sino por una mezcla de nutrientes que están en la piel y que son importantes para "dar soporte y entregar salud desde dentro hasta las capas más superficiales". Además, trabajan con productos orgánicos, ninguno es de origen animal y no testean en animales.

Más apoyo privado

A pesar de que tuvieron apoyo desde que partieron con la idea, Díaz y Zárate tienen una postura crítica sobre el ecosistema local de emprendimiento. Creen que el despegue podría ser mayor si el sector privado se arriesgara a invertir desde que las ideas están en fase temprana.
"Es cierto que hoy hay un auge en el emprendimiento local, sobre todo del de base tecnológica, pero todo es gracias a Corfo y a Startup-Chile, que dan un apoyo tremendo. El sector privado, en cambio, por lo general se aleja de todo lo que es la innovación e invierte en cosas muy a la segura, se va a la idea probada, al posible unicornio, al que está facturando millones y millones de dólares", dice Zárate.

Y aunque en todos estos años no han tenido ningún traspié, porque todas las pruebas de laboratorio han salido bien, Díaz coincide al señalar que con apoyo privado no sería un camino tan lento.
"Los exámenes de fase pueden tomar año y medio y son demasiado caros. Tú le dices eso a un posible inversionista del sector privado y la respuesta es que es mucho tiempo y riesgo. Eso tenemos que cambiarlo", comenta la cofundadora de Biocellix.
Para la bióloga, aún "falta mucho para entender que en el área médica o de salud no se trata de probar una aplicación y mejorarla en el camino. Aquí está en juego la salud de las personas, por lo tanto las pruebas que necesitas son de una magnitud distinta".

Instagram
https://www.instagram.com/lissederme/
Facebook
https://www.facebook.com/Lisse-Derme-100338112071302
Web
https://www.lissederme.cl/