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Felipe Daniel, gerente técnico de Comercialización de Coca-Cola Chile: “Los empaques retornables representan una prioridad para la compañía”

En el marco de su campaña global “Un mundo sin residuos”, que pretende recuperar el 100% de los envases que comercializan de aquí a 2030, la empresa está potenciando la retornabilidad de sus empaques como una manera efectiva de cumplir con su desafío.

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Felipe Daniel, gerente técnico de Comercialización de Coca-Cola Chile

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Cada vez que una persona reutiliza dos botellas retornables, reduce su huella de carbono en dos días de absorción de CO2 de un árbol, 162 horas de carga de un celular, o 33 horas de una ampolleta de bajo consumo encendida. Estas son algunas de las conclusiones y bioequivalencias a las que llegó un estudio realizado por el DICTUC de la Universidad Católica y TriCiclos, que midió el ciclo de vida de este tipo de empaque.

Basándose en esas conclusiones, la compañía multinacional desarrolló, junto con el Ministerio de Medio Ambiente, una campaña en 2017 para promover el uso de envases retornables, los que para la empresa en Chile representan el 50% del volumen de ventas de bebidas con gas.

La campaña formó parte de una estrategia y preocupación mayor de Coca-Cola en torno a la sustentabilidad y que en Chile ha tenido el correlato de una inversión superior a los US$ 90 millones, entre renovaciones y nuevas líneas de retornable para botella única, en las plantas de todo el país.

De hecho, el proyecto de Botella Única que Coca-Cola lanzó en 2018 y que implicó una inversión de más de US$ 60 millones, permitirá optimizar el parque de envases del mercado entre un 5% y 10% para luego de un año, producir menos botellas y así introducir menos plástico al mercado. La iniciativa permite estandarizar, en un mismo envase, todos los productos retornables de bebidas.

Crear conciencia

Nuestro país es líder en la región en el uso de envases retornables –en los almacenes más del 70% de las ventas de gaseosas se da en este formato–, pero considerando que también es una de las naciones que más basura per cápita produce, y que la tasa de reciclaje bordea el 10%, "desde el año 2015 Coca-Cola Chile se propuso impulsar el uso de envases retornables como una forma de crear conciencia entre los consumidores sobre el impacto que tiene esta decisión de compra", comenta el gerente técnico de Comercialización de la empresa, Felipe Daniel.

El ejecutivo añade que esta meta es una "manera efectiva" de cumplir con "Un Mundo sin Residuos", desafío global de la compañía que pretende, al año 2030, recolectar la totalidad de los envases que pone en el mercado.

"Para Coca-Cola Chile los empaques retornables representan una prioridad, por su conveniencia tanto para el consumidor como para el medio ambiente. La nueva economía de los plásticos propone potenciar la reutilización como una oportunidad económicamente atractiva para quienes usan este material en sus envases", plantea Daniel.

-¿En qué sentido y en qué medida esto ayuda a cumplir los objetivos de la ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP)?
-Coca-Cola, en el marco de esta ley, firmó tempranamente un acuerdo para impulsarla y aumentar la reciclabilidad y fomentar los empaques retornables, a fin de potenciar también el valor económico de los residuos.

-¿Dónde van a parar los envases retornables una vez que termina su vida útil?
-Uno de los pilares de acción de "Un Mundo sin Residuos" es la recolección, apoyando a los sistemas locales para garantizar que todos nuestros envases sean recolectados y reutilizados, y que no terminen en el lugar equivocado. Los envases retornables, de vidrio o plástico, pueden recuperarse y acondicionarse rápidamente antes de volver al mercado: una botella retornable de plástico puede llegar a usarse 12 veces, mientras que una de vidrio puede dar 35 vueltas antes de dejar de utilizarse. Cuando su vida útil termina, lo hace en manos de los embotelladores, por lo que inmediatamente es derivada a un lugar donde se transforma en nuevos insumos.

-¿Qué rol cumplen los consumidores en todo este proceso?
-El rol del consumidor es relevante al momento de decidir el tipo de producto que consumirá. Se trata de una venta planificada, en que el cliente lleva su envase al punto de compra. Si bien hoy existe más conciencia en torno a los cuidados y respeto por el medio ambiente, es importante seguir educando y gestionando campañas que incentiven a los consumidores a elegir este tipo de empaques y de esta forma, contribuir a la construcción de un planeta más amigable con el entorno.

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