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La preocupación de las industrias por apuntar hacia la sustentabilidad

Que las operaciones hoy no generen un impacto en el medio ambiente es un esfuerzo por el que están apostando las empresas. Es por eso, que desde Veolia Chile están trabajando en apoyarlas, pues su propósito es aportar “con una mirada hacia la transformación ecológica”, explican en la multinacional.

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En los últimos años el país ha avanzado tanto en materia normativa como en la toma de medidas para apuntar hacia la sostenibilidad y la economía circular. Un ejemplo de ello es la ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), que promueve la disminución de la generación de residuos, fomentando el reciclaje en todas las industrias.
En ese sentido, Elier González, director país de Veolia Chile, destaca también el proyecto de ley que limita la entrega de los plásticos de un solo uso y desechables, algo que, a su juicio es un gran avance para el país. También lo es la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos, impulsada por el gobierno y otros actores del sector privado, donde Veolia está participando para "aportar conocimiento en este tipo de residuos que nosotros gestionamos para las ciudades e industrias hace 34 años".
En general, existe una preocupación transversal de parte de las empresas de diferentes sectores por apuntar hacia iniciativas más sostenibles para que, de esta forma, sus operaciones no tengan mayor impacto en el medio ambiente y en las comunidades. Según González, esto también se debe a las asociaciones gremiales, la academia y las ONG, entidades que han puesto sobre la mesa la importancia de este tema, dando a entender que el ser sustentables es "una inversión" indispensable para mantener el acceso a los recursos.
Para el director país de Veolia Chile, las compañías pertenecientes a alimentos y bebidas pueden estar más avanzados porque, dadas las características de su sector, la economía circular puede ser más "viable" de implementar en esos rubros.
Asimismo, el avance tecnológico que existe para apoyar a que las empresas adapten sus procesos para ser más sustentables, es también un factor determinante. Es decir, apuntar hacia la eficiencia, rentabilidad, innovación y, a la vez, a la sustentabilidad.
Un ejemplo de lo anterior es el trabajo que está haciendo Veolia Chile con Prunesco -líder mundial en la exportación de ciruelas pasas- empresa que se interesó en sustituir el gas licuado de petróleo (GLP) usado en su proceso por un combustible más limpio y que permitiera un ahorro en las operaciones.
"Es así como en Veolia Chile diseñamos, construimos y actualmente operamos una caldera de vapor (2,5 t/h) de biomasa, la que utiliza como combustible los cuescos de las mismas ciruelas", explica el ejecutivo.
Con este innovador proyecto, el 100% de su demanda de vapor, que equivale al 30% de los requerimientos de energía de Prunesco, son reemplazados por energía producida por un residuo propio, que se encuentra disponible en gran cantidad: 2.700 toneladas de cuescos de ciruela que se convierten en cinco mil toneladas de vapor al año, puntualiza González. "En definitiva, estamos ayudando a Prunesco a reducir las emisiones de CO2 en cuatro mil toneladas por año", detalla.

Los retos en el camino
Es necesario que exista una conciencia real sobre la protección del medio ambiente, donde sea vista como una inversión imprescindible y como parte del desarrollo sostenible de todas las empresas y no como un gasto, señala Elier González. Sin embargo, "aún tenemos un camino importante por recorrer en esta materia", observa.
Para avanzar en este punto, el experto indica que las industrias tienen un papel fundamental en el impacto que tienen sobre el uso de los recursos, en optimizar su producción o en el diseño de sus envases o embalajes.
"Si bien, hemos visto un mayor interés, por ejemplo, en los clientes que nos están solicitando cada vez más una revisión de sus procesos, cómo utilizar mejor el agua o qué hacer para ser más eficientes en materia energética, es necesario que existan incentivos para las empresas y socialmente un mayor enfoque a la educación medioambiental, donde sigue existiendo un desafío importante", evalúa.
Europa podría servir de ejemplo para nuestro país, lugar donde han impulsado una economía sostenible por años, acota González. En Latinoamérica también hay ejemplos inspiradores, que se pueden replicar en el país, como el caso de Nestlé en México, donde Veolia ayudó a operar la primera planta de lácteos sin agua en el mundo. "La solución se entregó usando nuevas tecnologías para procesar los efluentes de la planta de tratamiento de aguas residuales de esa empresa", precisa el ejecutivo.
A nivel local, González considera que "Chile cada día avanza un paso para alcanzar a los países desarrollados y tener una producción más sustentable, porque existe el interés de las compañías por lograrlo, y empresas de servicios medioambientales como Veolia, con capacidad técnica y experiencia técnica para hacerlo realidad".
En cuanto a la energía, la empresa está operando el servicio de Hubgrade, una herramienta tecnológica con éxito en Europa y Norteamérica, que garantiza un suministro suficiente, continuo y de alta calidad. "Son equipos que contienen sensores, controladores y transmisores, que se instalan para recopilar datos de las operaciones de los clientes, con el objetivo de realizar un análisis y detectar mejoras", explica González.

"Cada día avanzamos un paso para alcanzar a los países desarrollados y tener una producción más sustentable, porque existe el interés de las compañías por lograrlo y empresas de servicios medioambientales como Veolia con capacidad técnica y experiencia para hacerlo realidad", dicen desde la firma.

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