Cultura

El productor de Piola, una historia de rap y amistad

El cine y la música siempre han sido dos de sus grandes pasiones, y tras un fructífero camino profesional trabajando con marcas, Rolando Santana logró combinar ambos mundos como productor de la película Piola, que se preestrena la próxima semana.

Por: Sofía García-Huidobro | Publicado: Viernes 13 de noviembre de 2020 a las 12:00 hrs.
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Rolando Santana nació en Chile en 1975 y a los cinco meses partió a vivir a Canadá junto a su familia. Creció como inmigrante en una ciudad cosmopolita como Montreal y sus amistades fueron algunos chilenos que también dejaron el país y extranjeros provenientes de otras partes del mundo. Eso de alguna forma marcó sus intereses y fue allá que comenzó a encantarse con la cultura urbana y la música. Volvió a Chile a los 15 años y entró a la Alianza Francesa.

De manera natural comenzó a juntarse con otros retornados que venían con un bagaje cultural más desarrollado, y entre los cuales el hip hop empezaba a sonar fuerte. Se armó un grupo, se juntaban en fiestas en Estación Mapocho y fue conociendo a personajes de la escena local como Cristian Bórquez aka SEO2.

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Rolando Santana, socio fundador de Grupo SUD y productor de Piola.


En paralelo con sus intereses musicales, Santana era un amante del cine; desde chico hacía grabaciones caseras y editaba cintas VHS. “Yo quería estudiar cine pero mi papá veía que tenía facilidades académicas e insistió con una carrera tradicional, clásica situación de hermano mayor. No pude zafar y entré a Ingeniería civil en la UC”, cuenta.

De todas maneras nunca dejó de lado sus aficiones culturales; hizo un diplomado en estética, otro en guion, realizó cortometrajes y fue Dj, como hobby. Luego, dice, lo agarró la máquina profesional.

Se interesó en el área de la innovación comercial y trabajó en Entel, donde implementó un sistema de data mining. Luego llegó a marketing en Nike y de ahí a Falabella donde estuvo a cargo de traer representaciones de marcas y buscar nuevos negocios para Corso Inversiones, de la familia Cortés Solari.

En paralelo, junto a amigos y socios, montó una serie de bares bailables como Momo, Mambo, Amanda y Dominga. “Ahí le dimos espacio a nuevas voces de la música, a MCs y hiphoperos. Siempre seguí interesado en la cultura urbana”, comenta Santana.

El otro foco

En 2007 decide independizarse y junto a sus socios Cristián Urzúa y Felipe Díaz, crean Grupo SUD, agencia que abarca producción, comunicación y publicidad. Sumaron además a otros socios estratégicos y fundadores: Pablo Courard en ALTA Comunicaciones, Aníbal Labra en SUD Producciones y Cristián Sepúlveda en Modo Publicidad. Una vez que estaban consolidados como grupo comercial, en 2017 decidieron lanzar Otrofoco, productora audiovisual de contenido original.

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 Junto a su hermano Eduardo -quien sí pudo estudiar cine, acota Rolando- realizaron microdocumentales y cápsulas de humor en torno a la cultura pop, como los videos virales "Escuela de Zorrones".

La montajista del equipo, Sylvana Squicciarini, fue quien le presentó al director Luis Alejandro Pérez y su proyecto cinematográfico Piola. “Hicimos click de inmediato”, afirma Santana.

Agrega: “Compartimos apreciación cinéfila y coincidimos en la evaluación de que al cine local le faltaba ofrecer algo nuevo”. Las películas chilenas, explica, dependen casi exclusivamente de fondos concursables, lo que en ocasiones genera un círculo vicioso de desincentivo comercial.

Música y acción

Piola cuenta la historia de un grupo de jóvenes raperos de Quilicura que salen del colegio y tienen que decidir qué hacer con sus vidas, habla de una clase media más dinámica. “Es un nuevo producto dentro del cine chileno, más parecido al cine indie estadounidense, con un appeal comercial”, define el productor de la cinta para explicar su elemento diferenciador.

Cuenta además que al tratarse de un equipo de producción primerizo -es también la ópera prima de Pérez- ha tenido que abrirse camino en la escena local y ser vistos como “aparecidos”. Tampoco consiguieron adjudicarse un fondo estatal, pero siguieron adelante levantando financiamiento privado.  La película, que tuvo un primer estreno en SANFIC, obtuvo 6 premios en el festival de cine de Guadalajara.

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La música es clave para los protagonistas, pasa a ser escape, esperanza y conexión con los amigos. El rap es su familia y su núcleo”, señala Santana. Piola, que se filmó el año pasado en un periodo de 22 días, también es una película semi autobiográfica de Lucho, como le dicen a Pérez. “Él es de Quilicura, es liricista y el rap siempre fue parte de su vida. Eso se traspasa a la película”, agrega el productor. Su labor, sostiene, es como estar a cargo de una empresa: supervisar la parte contable, legal, creativa, preproducción, rodaje, posproducción y distribución. Algunas de esas tareas las compartió con Cecilia Otero, coproductora de la cinta.

El estreno

El próximo 21 de noviembre Piola se preestrena a través de puntoticket.cl. Antes de la función, a las 20.30 horas, se transmitirá una tocata a cargo de músicos que participaron del soundtrack de la película, como SEO2, Joker y Pepe Grillo.

“Quisimos crear una instancia diferente para calentar motores”, señala Rolando. Respecto de la decisión de estrenar virtualmente, afirma que decidieron lanzarse aprovechando la sinergia con otros títulos nacionales que han optado por esta modalidad.

“Hay gente que verá la película en su celular, y eso es difícil de aceptar para quien hace cine, pero la industria está viviendo un momento de inflexión ¿Cuán distinta será post pandemia? Todavía no sabemos”, plantea Santana. Él aventura que los festivales de cine, como espacios de exhibición y distribución, adquirirán una nueva relevancia. Sobre las expectativas de audiencia para la película, dice que es incierto. “Puede que sea un fenómeno o no. Pero me encantaría que la gente enganchara a nivel emocional y que se lleve una buena sorpresa al verla”, concluye.

 

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