Personaje

El blog que ayuda a emprendedores a acceder a fondos

Josefa Villarroel desarrolló una carrera enfocada en las pymes: lo hizo desde la Corfo, el BID y la la UAI, donde armó el Garage de innovación. También a través del Observatorio de Políticas de Emprendimiento que ella creó y un blog donde publica datos -se llaman #Josefatips-para acceder a fondos. Su último desafío: en diciembre aterrizó en la Isla de Pascua para coordinar el primer centro de negocios rapanui.

Por: María José López | Publicado: Domingo 23 de agosto de 2020 a las 04:00 hrs.
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“Sentí que tenía que entregar a una comunidad ajena al mundo de las aceleradoras, de las startups  y de toda incubación de emprendimiento, lo que he aprendido en mi vida”, explica Josefa Villarroel (39) al teléfono desde Isla de Pascua, lugar donde vive desde principios de año. En septiembre esa motivación la llevó a tocar distintas puertas, hasta que supo que Sercotec, organismo dependiente del Ministerio de Economía y que promueve el desarrollo de la micro y pequeña empresa, abriría un Centro de Negocios en Rapanui, el primer espacio creado con ese objetivo en esa ciudad de la V Región y el segundo centro que se instala en un pueblo originario (el primero fue en la Araucanía). “Eso es lo que quiero hacer: entregar asesoría a microempresarios en el medio del Pacífico”, pensó entonces. En enero armó maletas y junto a su hijo de dos años voló 3.762 kilómetros a las tierras polinésicas. Arrendó una cabaña a pasos de su oficina –donde hay otras dos personas más– y desde ahí arma todo un ecosistema que para varios habitantes de la Isla, aún suena lejano. 

Josefa cuenta que siempre quiso hacer esto. Que se propuso ser una contribución al mundo de las pymes y que en base a ello diseñó su carrera. “Busqué dónde trabajar. He tenido la fortuna de elegir dónde hacerlo”, relata. El primer paso lo dio a los 18 años cuando entró a Administración Pública en la Usach. “Desde muy chica miraba con admiración a todos los que creaban algo. Veía en esas personas una motivación distinta. Sus empresas, negocios, pymes, representan un sueño y hablan de su laboriosidad, de querer avanzar”, relata a través del teléfono. Es el martes 18 de agosto. En Santiago son las 4 de la tarde, en la Isla, las 2pm. En la capital hay sol, allá un viento helado y nubes.

Tras egresar hizo un Magister en Gerencia y Políticas Públicas en la UAI. Su tesis fue sobre el diseño de una evaluación para incubadoras. Comenzó a trabajar en 2008 y entre sus primeros empleos menciona al Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) del BID donde veía la cartera de proyectos que tenían que ver con promoción de los emprendimientos, las incubadoras de negocios. También estuvo en Corfo, donde se desempeñó como consultora experta del programa de “Evaluación de Nacional de Incubadoras” financiado por el Banco Mundial; y en la subdirección y gerencia de emprendimiento de InnovaChile. Fue moderadora en los Foros Regionales de Emprendimiento e Innovación. En esa época Sebastián Piñera era presidente y Juan Emilio Cheyre la cabeza del organismo. 

“Mi objetivo desde un inicio era explicar con peras y manzanas que se entendiera cómo emprender. Me fascinaba hacerlo”, explica. Por eso, cuando su jefe preguntó quién quería dar una charla en Melipilla, ella levantó la mano. “Nadie se pelea algo así, y yo quise ir. Fui a explicar cuáles eran las herramientas de la Corfo”. Uno de los auditores ese día era Bud Theison Dason, un publicista norteamericano. Él le dijo a su jefe: “Te felicito por lo que hace Josefa, primera vez que entiendo lo que hace la Corfo”. “Ese fue un punto clave en mi carrera, porque me empezaron a pedir más exposiciones dentro y fuera del país”, relata. Viajó a Ecuador a exponer sobre educación en emprendimiento y a un foro de la Apec en Indonesia para presentar el modelo de incubadoras. “Entender lo que para otros es un cacho, se puede transformar en algo entretenido”, relata. Viajó como invitada a un foro del Banco Mundial a Helsinski, a Brasily ha recorrido todo Chile -menos Aysén- haciendo lo mismo. “Fui especializándome en incubadoras de negocios, desarrollé los pilotos de varios programas y fui familiarizando el término de inversionistas ángeles en un momento en que todo eso estaba poco desarrollado. En cada instancia me preocupaba de hacer las cosas cada vez más simples, porque en general, las personas sentían que emprender no era para ellos”, explica Villarroel. “Hay grupos que tienen más acceso a la información y eso va generando brechas. Las mismas brechas que hay en la sociedad están en los emprendimientos”, apunta.

Su nombre comenzó a ser conocido en el sector. “En Corfo, los emprendedores me decían la “cheerleader de los emprendedores” porque celebraba sus avances y los animaba a participar de las convocatoria y no rendirse. Y eso en un funcionario del Estado era algo casi nunca visto”, asegura.

La beca

En 2013 la llamaron de la UAI para encabezar un nuevo desafío: implementar el centro de emprendimiento GARAGE UAI. “En ese proyecto estaba Alejandro Jadresicy Manola Sánchez (entonces decana de la Escuela de Negocios), que ha sido de mis mejores experiencias trabajando con mujeres”, relata. El fin de la iniciativa era hacerse cargo del emprendimiento universitario. “Había una contradicción en el Ecosistema porque le decías a los alumnos, ‘emprende’, pero tenían que cumplir con obligaciones académicas y había alta probabilidad de desertar de la carrera. Y eso no era compatible con el propósito de la universidad”, relata. 

cían ahí era ayudar a que los alumnos pudieran compatibilizar estudios y emprendimiento. “El Garage era el garante que “excusaba” al alumno si debía ir a un concurso de emprendimiento, por ejemplo, a representar a la UAI. Además, ofrecía herramientas y competencias para levantar iniciativas”, explica Villarroel, quien también fue directora ejecutiva de esta Aceleradora de Negocios y Cowork de la UAI.

Por cosas de la vida, su entusiasmo comenzó a bajar: los estereotipos, las trabas y burocracia del Ecosistema de Emprendimiento la fueron decepcionando. Justo en esa época escuchó a un profesor hablar de la Beca del Programa Luksic para que profesores enfocados en emprendimiento estudien un semestre en Babson University. Postuló y ganó. El programa era un entrenamiento en metodologías para enseñar a emprender e incluía todos los costos “Tuve suerte, era como un sueño estudiar en Babson directamente con eminencias, además  me tocó vivir en una casa hermosa a cuadras del campus y hasta con un Mustang negro descapotable. Muy muy afortunada”, dice. “En Boston comprobé el valor de que todos tengan acceso a las oportunidades para crear algo y democratizar la información”, relata.

A la vuelta, Josefa quiso hacer algo en ese sentido. “Siempre los emprendedores me decían “Josefa, nos gustan mucho tus datos. Debieras crear un sitio con esa información”. Entonces tras el viaje creó el blog josefavillarroel.cl en el que publica los “JosefaTips”: un acucioso informe sobre los fondos a los que pueden acceder quienes busquen emprender. Desde entonces los publica la primera semana de todos los meses. El reporte de agosto, por ejemplo, habla de 15 fondos disponibles, del foco, del cierre de convocatoria y detalla los premios. Uno de se llama Women Entrepreneurs Competitions, lo entrega Pitch International para startups de mujeres que busquen capital semilla. “Muchos ni si quiera saben que existen. Mi misión es difundir, promover, democratizar”, insiste.

Y reflexiona: “La verdad es que la beca cambió mi carrera. Me sirvió en todos los sentidos profesionales, y a reencantarme del mundo de la docencia, emprendimiento y del ecosistema. Cuando hablo me emociono. Nunca conocí personalmente a Andrónico Luksic. Necesito decirle gracias”.

Marca registrada

En 2019 creó su primera empresa con capital propio: el Observatorio de Políticas de Emprendimiento (OPEM), que funciona como consultora para este sector. En ese momento la profesional ya tenía una marca reconocida -era panelista del programa de radio ADN con Lucía López, del programa Sin Corbata de TVN y representante de Fuckup Nights en Chile- entonces, dice “transferí mi sello a la empresa”. Desde ahí hizo talleres, estudios, primero sola, luego con un equipo. Asesoró a universidades, bancos, hizo charlas en Santander Work Café (fueron las con más adeptos en 2019). Todo con el mismo foco: entender el ecosistema y facilitar la creación de iniciativas de emprendimiento.

Y el año pasado, dice, “viviendo el espíritu de emprendimiento, me puse a prueba: me autoimpuse entregar estos conocimientos a una comunidad, ojalá de mujeres y jóvenes donde no hubiera ecosistema de emprendimiento. Son esos los que se van quedando atrás”. Así llegó a la Isla como coordinadora de Sercotec Rapa Nui. “Mi principal aporte será articular y fortalecer con nuevas metodologías las capacidades naturales de los emprendedores”. Y aunque la idea era lanzar el centro durante el primer semestre, la pandemia postergó los planes: recién en junio pudo iniciar la marcha blanca y esperan inaugurarlo apenas abra la Isla. Por mientras, ya trabaja con cerca de 30 emprendedores locales en sus proyectos de turismo, gastronomía, artesanía. 

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