Personaje

Los Cortés Solari reordenan sus inversiones y ahora venden exportadora David del Curto

Desde el año pasado que están en un proceso de rebaraje de sus inversiones. Vendieron su 15% en Inmobiliaria Manquehue, y el 49% que tenían con sus primos los Karlezi en carreteras. Ahora es el turno de la exportadora de fruta fresca.

Por: Nicolás Durante | Publicado: Domingo 20 de septiembre de 2020 a las 04:00 hrs.
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Teresa Solari Falabella, es la matriarca del clan
Teresa Solari Falabella, es la matriarca del clan

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La familia Cortés Solari está en pleno proceso de ventas. Siguiendo la tendencia del 2019, Teresa Solari Falabella (75 años), la matriarca, y sus hijos Juan Carlos (52) y Francisca Cortés Solari (53), accionistas de Falabella y controladores de Equity & Brand -el operador de marcas deportivas más grande de Chile-, siguen liquidando parte de sus activos. Esto, pues según cuentan sus cercanos, están decididos a concentrar su capital en el negocio deportivo y en la filantropía.

Por lo mismo, por estos días afinan los detalles de su última jugada: enajenar el 93% que tienen en la exportadora de fruta fresca David del Curto. Conocedores del proceso aseguran que fue una “gigante” de la fruticultura estadounidense la que compró este paquete y que para ello, los Cortés Solari contrataron al banco BTG Pactual Chile. El deal se cerró en un monto que superaría los US$ 100 millones.

De esta forma se terminaría la arremetida de esta rama de la familia Solari en este mercado, en el que aterrizaron junto a un fondo de Moneda Asset Management comprando primero el 1,8% de la propiedad de la exportadora de fruta que nació en 1953 de la mano de Del Curto (quien murió en un accidente en 1983) y que exporta a más de 50 mercados en Asia (30% del total), Europa (29%), Latinoamérica (14%), y Norteamérica que representa el 24% y también están en el Lejano y Medio Oriente.

A tres años de su arribo a la firma, en 2008, Corso aumentó a 51,8% su participación, mientras que el 2011 llegó al 93% de las acciones. El directorio lo componen el abogado Michael Grasty, Elizabeth Lehmann, la gerenta general del family office y mano derecha de los Cortés Solari, Julio Fernández y Claudio Israel, marido de Francisca Cortés Solari.

 

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Las otras ventas

Pero los Cortés Solari hace buen rato que están en un proceso de desprenderse y liquidar activos reales. Ya habían vendido el año pasado su 15% en inmobiliaria Manquehue, por lo que recaudaron del orden de US$ 23 millones.

El año pasado también, en octubre poco antes del estallido social, anunciaron su salida del negocio de las carreteras, al venderle a Dutch Investment Fund en cerca de US$ 100 millones el 49% de las participaciones que tenían los Cortés Solari y Auguri, el familuy office de Cecilia Karlezi Solari, su prima hermana.

Antes también estuvo en Blumar, donde llegó a tener cerca del 10% de la firma, pero se fue desprendiendo después del 2010 de la propiedad hasta desaparecer en el listado de principales accionistas. También ya había incursionado en el sector construcción y fueron accionistas de Almagro, participación que vendieron tras la OPA que en 2007 lanzó Socovesa.

El hermetismo al interior del grupo siempre ha sido total. A la cabeza operativa del family office está Elizabeth Lehmann, como CEO de Corso, Rodrigo Arze, gerente de inversiones del grupo, y Álvaro Bofill, encargado de los temas legales del holding.

La veta deportiva

En todo caso, en su inversión principal —y la más rentable— también se han ido desprendiendo de la propiedad. En Falabella tenían 11,31% al cierre del año pasado, mientras que en 2015 era de 12,42%. Hoy su porcentaje está valorizado en unos US$ 865 millones.

Ahí, en la mesa de la retailer que esta semana anunció que cerrará tiendas en Argentina y está en plena búsqueda de un socio para esa operación, está Juan Carlos Cortés Solari, vicepresidente del directorio, y actual presidente de Tottus. El hijo de Teresa Solari también figura como presidente de Corso Inversiones y de Corinvest, uno de los vehículos de inversión financiera de la familia. Es, además, un reconocido golfista.

Otra de las inversiones que tienen los Cortés Solari es el negocio inmobiliario con participación en activos tanto en Chile como en el extranjero, además de un nutrido pool de inversiones en distintos mercados globales. De hecho, en agosto pasado, Corso inyectó US$21 millones en su nueva sociedad Tarapacá Real Estate SpA, dedicada a comprar y vender activos inmobiliarios en el exterior.

Y donde los Cortés Solari sí siguen invirtiendo y que tras la venta de David del Curto será el principal negocio real en Chile, es en Equity Brands & Retail, y que con 67 tiendas a nivel nacional opera las marcas Sparta, New Balance, Rebels Golf, además de la representación exclusiva de Trek, Speedo, Head ​ Berghaus, Warrior, Technogym y SKLZ.

El sueño conservador de la familia

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Pero sin duda uno de los orgullos de la familia es la Fundación Filantropía Cortes Solari, presidida por Francisca Cortés Solari, y con Patricia Morales como gerenta general. “Llevamos 18 años trabajando con el objetivo de promover el desarrollo integral y sostenible de Chile a través de la ciencia, la educación y la conservación”, cuenta Morales al teléfono.

Los focos de acción se concretan en dos otras entidades: Caserta, dedicada al apoyo de docentes y alumnos para una educación integral y con foco en el aire libre; y la Fundación Meri, a cargo de la ciencia y la educación ambiental para la conservación.

A través de la organización administran tres centros de conservación en Chile: en Patagonia Norte, en San Pedro de Atacama y en San José de Maipo. Hasta ahí llegaban anualmente unos 8.000 visitantes, pre Covid.

Al rescate de las ballenas

Uno de los proyectos que lidera la carpeta de Fundación Meri es la iniciativa Blue Boat, patrocinado por el Ministerio de Medio Ambiente. Se trata de un sistema de alerta temprana para que las embarcaciones pesqueras no choquen con ballenas azules, lo que se consigue a través de la instalación de la primera red sudamericana de sonoboyas, que permitirá, con la detección de la vocalización en tiempo real de las ballenas, avisar a las embarcaciones de la zona. La idea es partir en Chiloé y luego expandirse por toda la cuenca del Pacífico.

Estos cetáceos son uno de los objetivos de conservación que se dispuso la fundación de los Cortés Solari. “Capturan más carbono que los árboles”, explica Morales, y agrega que cada ballena atrapa, en promedio, 33 toneladas de CO2, 1.500 veces más que un árbol. Y gracias a la influencia de la fundación lograron, por ejemplo, que la Gobernación Marítima de Castro fijara parámetros, hasta el momento voluntarios, para que las grandes embarcaciones naveguen a 10 nudos durante el día y 8 nudos durante la noche, para evitar el choque con las ballenas. Entre 2007 y 2019, más de 1.200 fueron víctimas de embarcaciones en el mundo.

La investigación científica también es otra prioridad de la fundación, por lo que anualmente publican cerca de 20 papers. De hecho, por estas semanas están terminando un estudio con el FMI sobre el valor económico de la captura de carbono de la ballena azul.

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