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Experta australiana: “Ninguna constitución está escrita en una pizarra en blanco”

Rosalind Dixon califica el proceso constituyente chileno como un logro “notable” de nuestra democracia.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Jueves 12 de noviembre de 2020 a las 09:53 hrs.
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Muy enterada del devenir constituyente en nuestro país, la abogada constitucionalista de la University of New South Wales, con una maestría de la Universidad de Harvard, la australiana Rosalind Dixon, lo sigue de cerca.

Su área de trabajo se ha centrado en el derecho constitucional comparado y el diseño constitucional, la democracia constitucional, las teorías del diálogo y la enmienda constitucional, los derechos socioeconómicos y el derecho constitucional y de género. Dixon también es coeditora del libro Derecho Constitucional Comparado (2011) y su edición regional Derecho Constitucional Comparado en América Latina (2017). Asimismo, es copresidenta de Asociación Internacional de Derecho Público (ICON-S).

Este miércoles expuso sobre "¿Hacia una transformación constitucional viable en Chile?", como invitada de la Cátedra de Derecho Constitucional Jorge Huneeus Zegers, de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales y accedió a responder unas preguntas vía mail.

La experta valora el proceso que está realizando nuestro país en materia constitucional, pero advierte que las constituciones no logran cambios si no van aparejadas con un proceso de cambios legislativos. También hace notar que en promedio un constitución dura 19 años, por lo que el objetivo debe ser que elaborar una cuya implementación dure al menos ese período.

- Desde su punto de vista, ¿hay algo especial sobre el proceso constitucional chileno?
-Es un logro democrático notable en un momento de crisis democrática en muchos países.

-A su juicio, ¿hay demasiadas expectativas sobre los problemas que podría solucionar la nueva Constitución?
-Las constituciones pueden sentar las bases para cambios sociales, políticos y económicos importantes, pero no pueden lograr ese cambio por sí mismas; los valores que consagran a menudo requieren un proceso extenso de implementación legislativa. De hecho, muchos de los problemas que enfrenta Chile actualmente deberán resolverse por medios legislativos ordinarios; y el papel de la Constitución es crear estructuras que lo hagan posible y proporcionen un marco para lograr ese cambio. También es importante recordar que el proceso de elaboración de la constitución chilena también implica una forma inusual de requisito de aprobación por supermayoría. Eso significa que las reformas deberán contar con un amplio apoyo de una manera que apunte a la necesidad de un enfoque realista y pragmático para el cambio y la transformación constitucional.

-Expertos chilenos aseguran que esta Constitución será la primera del mundo elaborada por un organismo con paridad de género. ¿Eso tiene alguna ventaja?

-Tiene importantes ventajas simbólicas: indica un claro compromiso con la igualdad de ciudadanía de la mujer y su papel en el gobierno democrático. Pero también tiene posibles ventajas prácticas. Asegura que las preocupaciones de las mujeres chilenas estén al frente y en el centro del proceso de redacción, y que el producto tenga una mayor legitimidad a los ojos de las votantes.
Sin embargo, es importante recordar que no todas las mujeres piensan lo mismo; por lo que el requisito de paridad debe implementarse con miras a la máxima inclusión y diversidad posible entre las distintas representantes femeninas en el proceso.

-¿Qué importancia tiene la participación de los pueblos indígenas en la redacción de la nueva Constitución?

-Crítica. Las personas de derechos indígenas tienen el reclamo original de ejercer el poder constituyente o la soberanía popular. Y tienen derechos continuos a la autodeterminación, según el derecho internacional. Esto también hace que sea esencial incluir sus voces en cualquier proceso de elaboración democrática de una constitución.

-Ha habido mucho debate sobre si comenzar desde una "página en blanco" (en lugar de basar el nuevo texto en la Constitución actual). ¿Cuál es la experiencia en el mundo sobre este tema?

-Ninguna constitución está escrita en una pizarra en blanco, está escrita en el contexto de una rica historia legal y política. No se puede ignorar la era de Pinochet al redactar una nueva constitución para Chile, por ejemplo. Y siempre se aprenderá de la propia historia y de los modelos y experiencias de constituciones pasadas y de otros países, que proporcionan un modelo para muchas decisiones clave. Pero esa historia y el contexto comparativo no deben limitar la imaginación de los redactores constitucionales ni su voluntad de encontrar nuevas formas de conectar la constitución con las aspiraciones de la gente. Entonces, comenzaría con una página en blanco, pero eso no es lo mismo que una pizarra en blanco.

-En materia de derecho de propiedad, ¿dónde deberían estar los límites?

-Sí, debe haber un equilibrio entre los derechos de propiedad privada y los derechos sociales e intereses colectivos en competencia.

-Se dice que este es un proceso histórico para Chile. ¿Cuántos años debería durar la nueva Constitución?

-La vida media de una constitución es de 19 años. Debería tener como objetivo durar al menos eso, e idealmente más, para promover la estabilidad constitucional. Pero esa estabilidad no debe tener el precio de hacer imposible el cambio y la actualización. La duración debe ir de la mano con la actualización y reformas del tipo que Chile está emprendiendo ahora.

 

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