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Gaspar Domínguez, vicepresidente de la Convención Constitucional: “Lograr consensos implicará que todas las fuerzas políticas morigeren parte de sus posturas”

Un llamado a la calma realiza el constituyente respecto a los diversos temas que se están analizando. Aclara que los debates se están abriendo y no cerrando. “En los procesos constituyentes es sano que se discuta todo”, afirma.

Por: Rodolfo Carrasco | Publicado: Lunes 7 de febrero de 2022 a las 04:00 hrs.
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Foto: Agencia Uno
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Siete meses desde su instalación cumplió el viernes la Convención Constitucional y el vicepresidente del organismo, Gaspar Domínguez (INN), considera que ahora se inicia el periodo “crítico”, donde todos los sectores deben buscar acuerdos para lograr que las normas formen parte del nuevo texto constitucional.

En tres meses deben tramitar 947 propuestas presentadas por los convencionales, 78 iniciativas populares de norma y 248 iniciativas populares de los pueblos originarios, que suman 1.273 propuestas, explica el médico, quien concedió esta entrevista telefónica en medio de la cuarentena que debió iniciar tras dar positivo Covid-19.

- ¿Cuáles son sus expectativas para este segundo tiempo de la Convención?

- Mi expectativa es que ahora, que está la institucionalidad funcionando y se cerró la fecha para ingresar iniciativas, ya estamos en el momento en que el diálogo y el ponerse de acuerdo adquiere una relevancia muchísimo más importante de la que tuvo en las otras etapas.

En ese sentido, febrero, marzo, abril van a ser clave, porque son las fechas donde vamos a votar en general y en particular, y donde para que las normas queden escritas en la Constitución no nos queda otra opción más que ponernos de acuerdo; porque si no nos ponemos de acuerdo, estas normas no van a terminar en la Constitución. Así que es una etapa crítica a mi juicio que creo vamos a hacer en buena dirección y tenemos que seguir avanzando para lograr estos amplios acuerdos.

- ¿Cómo califica el proceso de participación ciudadana con las propuestas de normas?

- Ha sido una muy bonita instancia. Siento que abrimos una caja de pandora, porque nunca la institucionalidad en Chile había permitido que las personas pudieran redactar propuestas de ley, por lo menos de la Constitución.

De alguna manera, abrimos otra ventana, la oportunidad que la gente aprovecho con más de un millón de personas firmando más de dos millones y medio de firmas y 78 normas que lograron las firmas necesarias para ser discutidas. Para mí es un tremendo éxito.

Este es uno de muchos mecanismos de participación y que, por razones de visibilidad, probablemente se robó gran parte de la película, pero existen otros mecanismos de participación que vienen más adelante.

- ¿Alcanzará el tiempo establecido para tramitar las más de mil normas?

- La respuesta a la capacidad de alcanzar los plazos va a depender de la capacidad que tengamos nosotros de dialogar y de ponernos de acuerdo. Hay ciertas situaciones en las que los propios convencionales, a través de la discusión y la deliberación, pueden hacer más expedito el proceso en cuanto deciden bajar alguna indicación y ni siquiera votarla.

La responsabilidad principal para cumplir los plazos está puesta en los convencionales, que podamos ser muy eficientes en el uso del tiempo, que tengamos gran capacidad de llegar a consenso y, de esa manera, los tiempos van a alcanzar sin ningún problema.

- ¿Es partidario de extender el plazo?

- Yo digo que tenemos que hacer todos los esfuerzos humanamente posibles para terminar el cronograma y, por el momento, hemos cumplido todos los plazos que están establecidos en el cronograma.

Ahora, esta es una decisión que ni siquiera nos compete a nosotros como Convención, es una decisión que viene de afuera y yo he decidido hacer todo para terminar en los plazos establecidos y, finalmente, el propio Congreso podrá tomar una solución distinta, quizás en la medida que el proceso vaya avanzando, pero no es una materia de nuestra competencia y por eso ni siquiera lo tengo considerado como una opción.

“Llamaría a la calma”

- ¿Cómo ve la posibilidad de alcanzar consensos tomando en cuenta que se necesitan 103 votos para ratificar las normas?

- Efectivamente, existen en varias oportunidades y en varias comisiones posturas que son muy lejanas en algunas materias, pero también hay muchas materias en que las posturas son más bien cercanas y en las comisiones hemos logrado quórum de votación de más de dos tercios.

Entonces, la respuesta es sí, pues ya ha pasado y tenemos que promover que siga pasando.

- ¿Qué le parece la norma que elimina el Senado o la que nacionaliza las empresas mineras, que han generado bastante ruido?

- El ruido que se ha generado y los comentarios de alguna manera son legítimos. Pero, a su vez, estos comentarios son con más preocupación de lo que debiera ser y eso es por no conocer el flujo de la norma. Porque con esta votación en general, lo que hacemos es abrir temas de discusión y de ninguna manera significa cerrar los temas de discusión.

Entonces, si estamos en un proceso constituyente, lo lógico, lo razonable es que estos sean temas de discusión y para lograr amplios consensos va a implicar que todas las fuerzas políticas morigeren parte de sus posturas para lograr un consenso y, en ese sentido, yo llamaría a la calma.

Estas son discusiones que se están abriendo, por ninguna razón son discusiones que se están cerrando y, probablemente, muchos de estos aspectos que pueden preocupar a algunas personas -que son preocupaciones legítimas-, se irán modificando en el transcurso de la discusión.

- ¿Cree que todas estas polémicas generan más resistencia a lo que puede ser el plebiscito de salida?

- Estas situaciones nos convocan a tratar de informar con más y mejor calidad para que la gente pueda conocer efectivamente el flujo de la norma, los procesos que siguen y, así -cuando vean que se aprueba la norma en general-, no tengan sensación que el tema se cerró, sino más bien que tengan la comprensión de que es un tema que se está abriendo, que se va a discutir como todo, porque en los procesos constituyentes es sano que se discuta todo.

- ¿La renuncia de la directora de Comunicaciones pone nuevamente el foco en el problema de cómo comunica la Convención?

- Tenemos que seguir avanzando. Partimos de la nada a tener una unidad de comunicaciones establecida, que tiene 18 personas que están trabajando y, ahora -que la jefa se retiró- son 17, pero el grupo sigue trabajando, no queda otra opción que seguir avanzando y comunicar más y mejor; hay que fortalecer eso.

- ¿Hay algún riesgo de que tanta polémica genere desazón en la población?

- Es un desafío para poder contrapesar los efectos negativos que puede tener que la gente se informe por fuentes menos confiables.

Banco Central y a eco Constitución

- Respecto a la discusión que se va a dar del modelo económico ¿el que tenemos es perfectible o hay que modificarlo sustancialmente?

- La forma que tenemos de distribuir los recursos en Chile es una que -a todas luces- es perfectible y ese es un diagnóstico transversal de todos los sectores, de que tenemos una concentración crónica de la riqueza y que la forma de acceder a derechos sociales, por ejemplo, depende de la capacidad de pago. Ahí tenemos algo que hacer y eso es evidente, que el acceso a la salud y la educación depende de la capacidad de las personas de pagar y eso es impresentable. Entonces, tenemos ahí una brecha en la que avanzar.

- ¿Y la propuesta de una eco Constitución?

- Tenemos una institucionalidad ambiental que a mi juicio es muy débil y ha quedado al debe y ha permitido que en materia ambiental los avances hayan sido muy discretos, con un Ministerio del Medio Ambiente tutelado por otros ministerios donde las decisiones son eminentemente políticas y secundariamente técnicas.

Eso es un desafío para poder construir una nueva institucionalidad que permita proteger el medio ambiente, considerando que no hay ningún negocio que se pueda hacer en el futuro con un medio ambiente deteriorado. La eco Constitución va a construir un modelo económico que mire a largo plazo y que considere que el medio ambiente tiene recursos limitados y, en ese sentido, tenemos que tomar decisiones positivas hoy para poder seguir invirtiendo y trabajando en el futuro.

- Sobre el Banco Central ¿se habla de ampliar sus objetivos y algunos cuestionan su autonomía?

- En el caso particular del Banco Central, es una institución que ha cumplido de manera responsable su cometido y eso ha generado, a mi juicio, la esperanza de transformar en instituciones autónomas muchas cosas, como la defensoría de la naturaleza, la defensoría del Pueblo, la institucionalidad ambiental, institucionalidad de derechos humanos; hay muchas propuestas que proponen hacer instituciones autónomas. Esto ocurre en parte porque el Banco Central en Chile nos ha dado una historia de varias décadas de estabilidad y de progreso por su autonomía.

Sobre los objetivos, hasta el momento ha sido el control de la inflación y la herramienta para eso es la tasa de interés. Pero hemos visto en la práctica que cuando el Banco Central controla la inflación a través de la tasa de interés, de alguna manera también considera otras variables, como por ejemplo el empleo, eso está implícito en el cálculo, aunque no está escrito en la función.

Creo que deberíamos quizás considerar dejar por explícito que es función del Banco Central no solo controlar la inflación, sino también, por ejemplo, el empleo. Y, en la práctica, como decía, es algo que igual ocurre, porque los consejeros del banco también miran esas cifras cuando toman las decisiones.

- ¿Y que sean acusados constitucionalmente?

- Ahí hay un tema más complejo que requiere analizar más capas de profundidad, porque finalmente cualquier órgano que ejerza una función pública, a mi juicio, debe también tener cierto grado de control por parte del poder político. Pero hay que asegurarse de que este control no vulnere la autonomía. Entonces, ciertamente es una discusión que está abierta.

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