Cambio Climático

Académicos de la UAI desarrollarán modelos para limitar los riesgos del cambio climático en el sector energético

Investigación también busca determinar las amenazas físicas -como sequía, aluviones o inundaciones - y financieras de la industria de energía.

Por: Montserrat Toledo | Publicado: Martes 4 de febrero de 2020 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Según un informe elaborado por Carbon Tracker en 2018, si las firmas energéticas siguen tomando decisiones en base a las políticas de emisiones actuales y no a las necesarias para limitar el calentamiento global a 2 grados celsius, en 2025 habrá

US$ 1,6 trillones en activos energéticos en riesgo en el mundo.

Chile no está ajeno a este escenario. Un grupo de seis investigadores de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) se adjudicó un fondo de $ 450 millones del Anillo de Ciencia y Tecnología de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), para estudiar el tema por tres años.

El proyecto tiene tres objetivos centrales: cuantificar las incertidumbres y caracterizar los riesgos actuales y futuros en el sector energético; desarrollar modelos para apoyar la toma de decisiones; y reconsiderar el diseño de mercados de energía y su regulación en el contexto del cambio climático.

Tres aristas que abordarán a través de ingeniería aplicada, usando herramientas de análisis de toma de decisiones, optimización, programación, teoría de juegos, diseño de mercados y organización industrial.

El académico líder de la investigación, Francisco Muñoz, afirma que la adaptación al cambio climático “ya no es un tema de activismo”, prueba de ello, es que se está abordando a nivel de ministerios de Hacienda en diversos países. En Chile, los académicos están trabajando con el Ministerio de Energía, la Asociación de Empresas Eléctricas (EEAG) y consultoras del sector energético tanto nacionales como extranjeras.

El principal sector responsable de las emisiones a nivel global es el energético. Por esta razón, los gobiernos que están comprometidos en reducir las emisiones han anunciado planes de transición energética, que implican pasar de una economía basada en carbón -uno de los combustibles más contaminantes- a una carbono neutral, es decir con muchas menos emisiones.

“Los reguladores están tratando de pensar cómo tenemos que posicionar nuestros activos y políticas de manera que esta transición genere los menores riesgos y pérdidas posibles, que sea lo menos dolorosa posible”, afirma Muñoz.

Explica que hay escenarios en los que “si no logramos descarbonizar los sistemas -no sólo energéticos, la economía completa-, vamos a tener que lidiar en el futuro con riesgos físicos tremendos”.

Más allá del riesgo físico

Entre los riesgos físicos que podrían ocurrir está una mayor frecuencia de sequías extremas, de huracanes, de nieve, situaciones que ya se están produciendo. Pero, según Muñoz, hay otros riesgos menos evidentes, los financieros, que podrían aparecer en caso de descarbonizar la economía completa rápidamente.

“Puedes mandar a la quiebra a casi la mitad de la economía por hacer lo que hay que hacer. Cualquier posible escenario implica dolores de cabeza, de una u otra forma vas a tener riesgos grandes”, afirma el investigador.

Si bien la quiebra es “un extremo”, precisa, el riesgo para muchas empresas es que algunos de sus activos pierdan valor, o queden obsoletos. “Con tantos riesgos surge la pregunta de si será necesario que existan más coberturas financieras, como seguros, por ejemplo”, comenta Muñoz.

Lo que está ocurriendo en algunas zonas como California o Australia, afirma, es que las compañías de seguros ya no cubren fenómenos producidos por el cambio climático.

“Si estas coberturas financieras no existen, los únicos agentes que podrán invertir son los que no necesitan financiamiento, aquellos con grandes capitales que toman el riesgo”, plantea.

Agrega que esto conlleva problemas como la concentración, ya que no todos podrán invertir y eso generaría una menor competencia.

En el contexto de la investigación, están conversando con la industria financiera para entender mejor cómo ven ellos los riesgos y trabajar desde ese punto de partida.

Si bien el proyecto busca entender el fenómeno en Chile, los riesgos son globales. Por lo tanto, están trabajando con investigadores de California, Nueva Zelanda y Europa, lo tiene otras externalidades positivas, pues resolver un problema en conjunto reduce costos significativamente.

Muñoz adelanta que los modelos obtenidos para limitar los riesgos del cambio climático se podrían aplicar a otros sectores productivos locales e internacionales. Menciona como ejemplo, el agro, donde “van a tener el mismo problema”.

Lo más leído