Conversaciones claves para la COP26 podrían verse impactadas por coronavirus

 El 9 de noviembre comenzará, según lo previsto, una nueva versión de la Cumbre de Acción Climática o COP26 en Glasgow, Escocia, la cual está siendo organizada desde fines del año pasado por el Reino Unido.

Sin embargo, el fuerte brote de Covid-19 -también conocido como Coronavirus- y su expansión a Europa en las últimas semanas ha puesto en alerta al mundo medioambiental, según consignó el medio británico The Guardian.

Para lograr llegar a acuerdos sobre los puntos pendientes del Artículo 6 del Acuerdo de París -que regula la implementación de los mercados de carbono-, se llevarían a cabo durante el año una serie de reuniones diplomáticas entre las partes que componen el tratado.

Pero justamente estos encuentros y otros preparativos podrían verse obstaculizados por restricciones de viaje e inminentes medidas que implica la expansión del virus.

China es la mayor fuente de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a nivel mundial, por lo que su adopción de nuevos compromisos es determinante para el éxito de la COP26. Sin embargo, el impacto del Covid-19 en el país pone en riesgo su grado de involucramiento en el tema climático.

Italia, por su parte, también juega un rol clave en las conversaciones de este año, ya que es el coanfitrión oficial de la cumbre y se espera desarrollar reuniones previas ahí, las que cada año se realizan para preparar el terreno para la semana oficial de negociaciones.

Desde la oficina organizadora de la COP26 indicaron que "la cumbre aún está a muchos meses de distancia, pero estamos monitoreando la situación de cerca. Nuestros funcionarios asisten a todos los compromisos planificados".

Pero agregaron que "somos conscientes de que este es un problema que puede afectar algunos viajes internacionales y adaptaremos nuestros planes en consecuencia, para asegurar que las discusiones necesarias y la diplomacia con socios internacionales puedan continuar ".

El cofundador del grupo ambientalista E3G afirmó que el coronavirus "ya está teniendo un impacto y si empeora mucho, habrá un impacto más significativo". A su juicio, para que la COP26 tenga éxito se necesita "generar mucho más impulso, es necesario tener una diplomacia que sea mucho más agresiva".

Por su parte, el exasesor climático de la Casa Blanca y asesor estratégico del Instituto de Política Progresista en los Estados Unidos, Paul Bledsoe, indicó que "en caso de que el coronavirus se convierta en una pandemia a gran escala, sostener algo como un policía tradicional podría convertirse rápidamente en imposible".

Así, el vicepresidente senior del Fondo de Defensa Ambiental de Estados Unidos, Nat Keohane, señaló que las reuniones pre-sesionales que se realizan en junio en Bonn, Alemania, podrían verse afectadas, al igual que encuentros bilaterales entre los actores.

Pero también se presenta la oportunidad de que los organizadores aprovechen tecnologías para continuar con los preparativos diplomáticos, tal como se hizo para la COP21 en París.

Estas tecnologías tienen las ventajas de reducir las emisiones de GEIde los viajes, dice el director del Centro Internacional para el Cambio Climático y el Desarrollo en Bangladesh, Saleemul Huq. En su opinión, las reuniones virtuales podrían ser "un beneficio no deseado".