Innovación y Startups

Copptech debuta con tecnología antibacteriana en el mercado de salud británico

La firma chilena, que desarrolló una tecnología antibacteriana aplicable en cualquier producto -calcetines, concreto y hasta parches posoperatorios- abrirá una oficina en Reino Unido en febrero.

Por: Martín Baeza | Publicado: Martes 30 de noviembre de 2021 a las 04:00 hrs.
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Bárbara Silberberg y Luis Améstica, de Copptech. Foto: Julio Castro
Bárbara Silberberg y Luis Améstica, de Copptech. Foto: Julio Castro

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El laboratorio de Copptech se mantiene activo: mientras Bárbara Silberberg y Luis Améstica hablan de la empresa, dos mujeres mezclan compuestos químicos entre pipetas y vasos de precipitado, probando nuevas aplicaciones de la tecnología. Ella es una de las fundadoras y él es “el cerebro científico” detrás de la innovación.

Copptech desarrolló una tecnología antibacteriana que puede aplicarse en diversos productos y hasta ahora, lo ha hecho en hilados, mascarillas, concreto, plásticos, pintura y parches posoperatorios. Pero la mayor ambición de la firma es entrar a la industria de la salud.

En febrero aterrizarán en Inglaterra, donde abrirán una oficina y el segundo laboratorio de la marca en el mundo -el primero está en Chile-, con lo que esperan dar los primeros pasos en el mercado sanitario.

Esta oportunidad surge luego de que en 2016 participaran en un concurso del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS), donde el objetivo era reducir en 5% las infecciones posoperatorias en pacientes de cesárea. Los parches de Copptech lo hicieron en un 38%.

Llegan a Londres respaldados por el gobierno inglés, quienes los han estado conectando con clientes e inversionistas para que, desde ese país, se expandan por Europa.

La innovación

Hace 15 años Luis Améstica buscaba crear calcetines para diabéticos con tecnología antibacteriana y así desarrolló un hilado en base a cobre y zinc que eliminaba todo tipo de bacterias, previniendo no solo las infecciones, sino también el mal olor. Su primer cliente fue Monarch y, al poco tiempo, logró aplicar la misma fórmula en otros productos, como melaminas de Arauco.

Cobre y zinc se utilizan con fines antibacterianos desde la antigüedad, pero el aporte de Améstica fue unirlos y hacerlos inherentes al material. “No es juntarlos y ponerlos en un pote, es ponerlo dentro de un hilado, algo más fino que un cabello”, explica el ingeniero químico y CTO de Copptech.

Bárbara Silberberg, directora de Marketing de Copptech, comenta que existen soluciones para textiles como darles un baño de cobre o plata, o poner una pintura externa a la melamina. “Acá la gracia es que se logra meter dentro del material mismo, el calcetín va a seguir siendo antimicrobiano hasta que se rompa”, explica.

En 2015, junto a sus hermanos Federico, Francisco y Cristóbal Silberberg, ingresaron a Copptech a través de su family office y hoy son los principales dueños de la empresa. Su tecnología ha sido adoptada por marcas, como Oakley, Monarch y Burton, las toallas Lourdes, las frazadas de Latam, el proveedor de jeans Kaltex y las cerraduras Bash.

Los desafíos en salud

Los Silberberg están convencidos de que en la salud hay un potencial enorme para Copptech y no solo por los parches de cesárea que testearon en el Reino Unido. “Si un hospital tuviera todas las melaminas y los uniformes de los doctores con nuestro producto la propagación de enfermedades sería mucho menor”, dice la ejecutiva, y agrega que la pandemia demostró lo que un microbio puede generar en la salud pública.

No obstante, no han querido meterse de lleno en esta industria, porque es un sector mucho más regulado. “Sabemos que la compañía va para la salud, pero es más complejo. Necesitamos crecer un poco más, para ir súper preparados y con los recursos necesarios”, señala Silberberg.

No obstante, han tenido incursiones en la medicina animal, sobre todo a través de la marca Kimba, con quienes desarrollaron unos chalecos de perro que reemplazan al collar isabelino y previenen infecciones. Además, para los incendios ocurridos en el verano de 2017 en la zona central, Kimba formó un grupo de voluntarios que trató a los animales quemados con productos Copptech.

Durante la pandemia, enviaron sus productos al doctor Norman B. Keevil de la Universidad de Southampton, quien los testeó para ver si eliminaban el Covid-19. Las últimas pruebas realizadas en abril demostraron que plásticos, textiles e incluso las melaminas lograban erradicarlo en menos de cinco minutos, comenta Silberbeg.

Proyecciones

Copptech, además de Chile, tiene presencia en Estados Unidos y China. En este último, realizan los prototipos de los productos. Sin embargo, en ninguno de estos países cuentan con laboratorio, como sí lo harán en Inglaterra. La oficina comercial estará en Londres, pero esperan que el laboratorio se ubique cerca de alguna universidad.

Con su llegada a Reino Unido, buscan afinar los últimos detalles para empezar a comercializar la tecnología en el área de la salud, lo que, según Silberberg, podría demorar entre 18 y 24 meses.

La ejecutiva señala que esperan que la “empresa duplique su tamaño en 2021”, respecto del año anterior, y a largo plazo, aspira a que Copptech sea una marca ingrediente reconocida a nivel global, así como los cambios Shimano en las bicicletas o los chips Intel en los computadores. “Creemos que la ciencia es de Chile al mundo”, afirma.

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