DF Lab / Internacionalización, otro escalón para el alto impacto

Con una proyección de crecimiento que bordea el 4% – 5% para el 2021, la incertidumbre económica seguirá presente por varios meses más, y en sintonía con las medidas de reactivación económica que se han abordado durante este año, además de un presupuesto 2021 con foco en el crecimiento, hay otros desafíos país en los cuales debemos apostar, pues serán un complemento clave en el desarrollo del Chile de los próximos años. Uno de ellos es la internacionalización de los emprendedores.

Es indudable que la cantidad y calidad de los emprendimientos en nuestro país ha avanzado notablemente durante los últimos años, generándose una cultura y ambiente que constituyen un aporte en cuanto a nuevas fuentes de empleo y oportunidades con un ecosistema que va desde las mypes hasta las scaleups. Las empresas chilenas, nuestra gente, nuestra innovación y nuestros productos tienen buena reputación en el extranjero, lo que significa partir con buen pie y ante esto la internacionalización debe ser vista como una opción.

Abrirnos a nuevos mercados y negocios debe estudiarse estratégicamente y con tiempo, no de un día para otro. Y como parte de esta decisión debemos analizar nuestra propuesta de valor y confirmar que esta resuelve un problema real y de manera competitiva en otros mercados. Entender la cultura y la idiosincrasia del país al que iremos, y las regulaciones existentes también serán parte de este proceso. Una vez que tomemos la decisión de salir, debemos entender el riesgo que significa.

Aquellos emprendedores que cuentan con soluciones de clase mundial, con un crecimiento acelerado y con potencial de transformarse en scaleups deben entender el enriquecimiento que significa incluir la internacionalización en su modelo de negocios. Este paso permitirá maximizar el valor del producto/ servicio, posicionando la marca no solo internacionalmente, incluso localmente por el impacto que genere su crecimiento. Sumado a esto un crecimiento profesional y personal del emprendedor, convirtiéndolo en modelo de rol para otros.

Por otra parte, cualquiera que tenga un negocio debe entender que los mercados fluctúan, y las industrias cambian, y mientras un país puede estar viviendo una crisis, al mismo tiempo otro puede estar floreciendo económicamente. En este sentido tener presencia en más de un país o sector nos permite diversificar el riesgo, y ante una crisis sectorial se hace más fácil salir a flote.

Nacionalmente, tener más emprendedores que exporten sus negocios nos permite posicionarnos mundialmente como líder en ciertas industrias haciendo más atractivo Chile, para atraer talento y no menos importante capital internacional, lo que a consecuencia genera empleos, capital e inspiración. Todos puntos que potencian la necesaria reactivación. Como país debemos trabajar para conseguir más casos de éxito, formando emprendimientos que resistan y prosperen de la expansión internacional.

Actualmente dentro de la red Endeavor un 73% de las empresas activas tienen ventas fuera de Chile, pero las exportaciones representan solo el 25% de sus ingresos. Las claves para aumentar estas cifras a nivel nacional están enfocadas en conexiones globales, generar vínculos estratégicos de calidad y apoyar en el desafío personal y profesional que implica la internacionalización. Desafío que desde Endeavor nos llevó a crear un área focalizada en este trabajo, fomentando el acceso a nuevos mercados y vínculos necesarios para abordar este desafío, y los conocimientos para dar el paso.

Si bien hoy más que nunca surge la necesidad de tener a los emprendimientos y empresarios enfocados a nivel local, donde Chile debe ser una meta en si misma, no podemos olvidarnos que en el actual mundo globalizado las oportunidades ocurren en un perímetro más amplio que solo el nuestro. La pandemia ha derribado las barreras que surgen a partir de la distancia, aprovechemos que estamos a un clic de un socio comercial, inversionista, emprendedor u otro, y demos los pasos para liderar.