Innovación y Startups

Empresarios viñamarinos ultiman detalles para lanzar en abril el primer distrito de innovación del país

En el barrio El Salto, un grupo de empresarios impulsa el desarrollo de un proyecto inmobiliario que busca atraer empresas, startups, universidades y al sector público.

Por: Martín Baeza | Publicado: Lunes 21 de marzo de 2022 a las 04:00 hrs.
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Una serie de parques tecnológico, empresarial, industrial y deportivo, y unir a universidades, empresas, startups, sector público y sociedad civil es la meta del ambicioso proyecto que busca formar el primer distrito de innovación del país en el barrio El Salto de la ciudad de Viña del Mar, en la Región de Valparaíso. Es un sector rodeado por las laderas que dan lugar al valle Marga Marga y conocido por su actividad empresarial y el Jardín Botánico Nacional.

La creación del distrito V21 es impulsada por la Corporación para el Adelanto del Barrio Industrial El Salto y el Centro de Innovación y Negocios (CIN), liderados por un grupo de empresarios viñamarinos entre los que destacan miembros de las familias Reitz y Demaria.

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El objetivo es que en el barrio se instalen las áreas de innovación de grandes empresas, emprendimientos de base científico-tecnológica e instituciones públicas que fomenten estas prácticas, para generar un sector de transferencia de conocimiento y desarrollo económico.

En abril se lanzará oficialmente el proyecto, en un evento que contará con la participación de la Municipalidad de Viña del Mar y al que se espera asistan distintos actores del sector público y privado. Será el puntapié inicial para una iniciativa que se irá levantando por etapas y que se proyecta esté consolidada en los próximos 10 a 12 años.

Barcelona, el referente

El plan maestro del distrito fue inicialmente diseñado por el arquitecto español Luis Alonso, quien participó de proyectos como la plaza de toros Las Arenas, en Barcelona, y la Villa Olímpica de Río, además del distrito de innovación 22@, también en la ciudad catalana, principal referente del proyecto viñamarino.

El arquitecto, que es uno de los fundadores del estudio Alonso y Balaguer, con oficinas en Barcelona, Nueva York, Medellín y Santiago, falleció el año pasado en Chile. Ahora, el diseño es liderado por el chileno Juan Pablo Galleguillos, gerente de Arquitectura de la inmobiliaria Dhelos.

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Jaime Arnaiz, director ejecutivo de Distrito Innovación V21. Juan Pablo Galleguillos,
gerente de Arquitecura en inmobiliaria Dhelos.

Por otro lado, Jaime Arnaiz, ex gerente general de la incubadora 3IE de la Universidad Federico Santa María, asumió como director ejecutivo del distrito V21, con la misión de articular a los distintos actores que participarán del proyecto.

Arnaiz explica que el plan es crear un espacio físico en la ciudad que se caracterice por un proceso de renovación urbana y especialización productiva tecnológica, configurado a partir del modelo de la “cuádruple hélice”. Esto quiere decir que se requiere que gobierno, empresas, universidades y la sociedad civil se sumen al proyecto.

“La idea es tener una multiplicidad de usos de suelo. No es solo empresas, sino también actividad educacional, áreas verdes y viviendas. Se arma esta figura de la ciudad de 15 minutos, caminable”, explica Arnaiz.

La infraestructura

Un proyecto central es el parque tecnológico, un grupo de edificios que está destinado a recoger áreas de innovación de empresas, startups y centros de Investigación y Desarrollo (I + D) de universidades. Arnaiz dice que está listo para tramitar los permisos legales y empezar su construcción en los próximos meses, en el lugar donde se ubicaba la planta de Oxiquim.

Galleguillos señala que una lección que tomaron del distrito 22@ de Barcelona es que “no es necesario botar todo, hay algunas industrias rescatables que hoy están en desuso, las cuales se quieren habilitar para hacer espacios colaborativos”.

Agrega que en este sector se priorizarán espacios abiertos para lugares de encuentro. El arquitecto señala que el proyecto, en total, abarca tres áreas de influencia directa, de 65, 45 y 60 hectáreas (ha) respectivamente, las que se insertan en un entorno de 320 ha en total, sin contar el Jardín Botánico, que tiene casi 400 ha de superficie.

Por otro lado, también se busca construir un parque empresarial con 12 edificios de mediana altura, de 10 pisos, con un parque interior, “al estilo de lo que se hizo en Nueva Las Condes, concentrado en oficinas y orientado a empresas de servicios”, comenta Arnaiz.

También se habilitará un parque deportivo en un terreno que ya fue renovado, pero ahora se espera sacar adelante una segunda etapa que incluye un centro deportivo low cost -de bajo costo-, que incluye piscinas, salas para niños y canchas deportivas, cuenta Galleguillos.

El último sector es el parque industrial, que es donde se ubican las industrias ya establecidas en El Salto, las que se espera evolucionen de la mano con el resto del distrito.

Arnaiz dice que apuntan a que el plan regulador cambie para aumentar la multiplicidad del uso de suelo y así poder instalar recintos educativos y viviendas.

El Salto

Para todo este trabajo, se requieren intervenciones urbanas, como la habilitación de ciertas avenidas y la conexión del sector con autopistas y extensión de calles. Algunas de estas obras ya partieron e incluso están conversando con Ferrocarriles del Estado para crear una nueva estación de metro en el Jardín Botánico.

Arnaiz comenta que por eso es importante que funcione el modelo de la cuádruple hélice, pues se espera que el Estado invierta en la infraestructura pública y los privados en sus respectivas áreas. Afirma que ya se reunieron con la alcaldesa de Viña y que el municipio ha mostrado ánimos de colaborar con el proyecto.

Arnaiz explica que eligieron este sector por la gran cantidad de estudiantes de educación superior, a los que se espera retener y abrirles puertas para tener empleos de calidad; y por alta calidad de vida y conectividad del sector.

El barrio cuenta con una larga tradición industrial. En 1950, la Asociación de Industriales de Valparaíso y Aconcagua (Asiva), se constituyó en El Salto, donde mantiene su sede. También, en 2008, se construyó el primer Edificio Empresarial Reitz, con el objetivo de convertir a la zona en un ecosistema empresarial. Por el sector público, ProChile ya tiene una oficina en el lugar.

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