Innovación y Startups

¿Exigir retribución a las startup financiadas por Corfo? Se abre debate entre los expertos

Hernán Cheyre, ex cabeza de la corporación, dice que muchos emprendedores “se han mal acostumbrado” y le parece justo que a los que les va bien puedan devolver la mano al país.

Por: M. Baeza y A. Santillán | Publicado: Lunes 10 de enero de 2022 a las 04:00 hrs.
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A diferencia de lo que ocurre con otros aportes estatales, como, por ejemplo, ciertas becas y créditos estudiantiles, los emprendimientos que acceden a fondos de Corfo no tienen obligaciones para retribuir al país una vez acabado el financiamiento, sino que solo exigen que las empresas estén establecidas en Chile mientras dura el programa.

Startup Chile, la aceleradora pública de Corfo, tiene tres programas, para distintas etapas de crecimiento, por los que entrega montos de entre $ 10 y $ 75 millones a casi una centena de startups al año, tanto chilenas como extranjeras.

Según datos de Corfo, un 73,7% de estas empresas se mantiene con operaciones en Chile, mientras que el 26,3% restante se desvincula del país.

También hay una serie de emprendimientos que fracasan, aunque la tasa de supervivencia de Startup Chile es de un 44%, muy superior al promedio de la industria, ya que, según distintos estudios, nueve de cada diez startups no perduran en el tiempo.

En este contexto, la gerenta del programa Startup Chile, María de los Ángeles Romo, cuenta que esto fue uno de los cuestionamientos que se le hizo al programa en sus orígenes. “Una buena parte de los emprendedores que tuvieran este subsidio iban a ser probablemente extranjeros y no teníamos una manera concreta de ‘amarrarlos’ al país para que el valor del subsidio se quedara en el país”, explica.

La gerenta detalla que, en régimen regular, el 70% de las empresas que reciben el subsidio son extranjeras y que como condición para entrar en alguno de los programas y recibir los recursos públicos, una firmdebe estar constituída en Chile. No obstante, esto no necesariamente asegura que, una vez cumplido el programa, estas empresas se queden o se devuelvan a su país de origen.

De las que mantienen sus operaciones en territorio nacional un 43,3% son chilenas y un 56,7% son extranjeras.

Acerca de las que no se quedan en Chile después del programa, Romo apunta a que se devuelven o fracasan: “Tenemos mapeado de por qué ocurre eso: básicamente porque no lograron culturalmente insertarse en el mercado chileno o se dieron cuenta que el mercado chileno o latinoamericano no era lo suficientemente atractivo y deciden volver al mercado de origen”.

Retención de startups

Hernán Cheyre, quien fue vicepresidente ejecutivo de Corfo durante el primer gobierno de Sebastián Piñera -periodo en el que se lanzó el programa Startup Chile-, cuenta que en esa época intentó establecer condiciones para que los emprendimientos que tuvieran éxito retribuyesen al Estado. No obstante, dice que “le fue mal”, porque como los aportes están definidos como subsidios, es contradictorio pedir algo a cambio.

“Yo creo que si uno quiere legitimar los aportes que se les entrega a los emprendedores con recursos de todos los chilenos, pasa por pedirles una devolución de parte de aquellos que les fue bien. Es difícil de implementar, pero la señal me parece potente”, dice.

“Creo que se han mal acostumbrado los emprendedores. Estos aportes que son gratuitos obviamente -enfatizo que hay muchos casos que no se puede recuperar-, es una apuesta que el Estado hace por apoyar esas iniciativas, pero me parece justo que esos que les va bien lo puedan devolver”, insiste.

Eduardo Bitrán, quien sucedió a Cheyre en el cargo y mantuvo esa posición durante todo el segundo gobierno de Michelle Bachelet, considera que “hay que ser cuidadosos para que no haya transferencia de las utilidades que se producen en Chile a lugares donde los pagos de impuesto son más bajos”.

No obstante, para él, generar condicionalidad no es la forma de hacerlo. “Yo trataría de estudiar en profundidad cuáles son los factores que llevan a las empresas a crearse en Chile, para incorporar en el proceso de selección y financiamiento los elementos que sabemos que llevan a un mayor vínculo con el ecosistema nacional”, argumenta.

Desde Startup Chile, Romo asegura que la fórmula para que la tasa de empresas que se devuelven baje debe ir por la línea de profundizar los incentivos tributarios, legales, laborales y financieros para el escalamiento de los emprendimientos.

“Si tuviéramos estos cuatro ámbitos súper desarrollados yo creo que incluso la tasa, que ya es baja, podría ser todavía menor”, índica.

Entre estas iniciativas, la ejecutiva apunta a una carga tributaria menor para las startups que quieran crecer en Chile en relación a otros mercados de Latinoamérica o Estados Unidos, y menores condiciones y burocracia para contratar gente. También apunta a generar plataformas legales para que las empresas se instalen en Chile con facilidad y así simplificar su estadía en el país, y que esta sea más larga.

“Yo estoy mucho más por la línea de incentivar a que se queden que por obligarlos. En el fondo, tampoco nos sirve amarrar a un emprendedor que no quiere estar en Chile o que su empresa fracasó o que realmente no quiere contribuir, aún cuando su pivoteo en Chile pudo haber sido válido”, señala.

Impacto para Chile

Según un informe de la Comisión Nacional de Productividad publicado en 2017, las empresas “gacela” -aquellas que han crecido más del 20% durante tres años consecutivos, según la OCDE-, que por lo general corresponden a compañías emergentes, son las responsables de hasta un 88% del aumento en la productividad y del 75% de la creación de nuevos empleos.

Por este motivo, Bitrán considera que el presupuesto para emprendimientos debe incrementarse aún más: “Tenemos una economía sobrecalentada, copamos nuestra capacidad de consumo. Con productividad e innovación se resuelve y el rol de las startups es clave”, dice.

El exministro agrega que, para que el impacto de las startups sea efectivo, es necesario que exista un ecosistema de fondos de inversión y apoyo de capital de riesgo para que los emprendedores no deban buscar financiamiento afuera, además de vincular a las compañías emergentes con las grandes empresas.

“Si no, se genera un sector con alta productividad y buenos salarios, pero las industrias tradicionales no los tocan (...). Hay que reorientar el esfuerzo del Estado a estos sectores del país. No se trata de traer cualquier tecnología, la selectividad es importante”, dice.

Romo afirma que el portafolio de Startup Chile aumentó su valoración en un 172% durante el último periodo, llegando a representar más de 17 veces lo invertido por Corfo.

Cheyre considera que hasta ahora, Chile ha sido muy efectivo en entregar flexibilidad laboral y regulatoria y apoyo para acceder a proyectos de I + D a los emprendedores y espera que el gobierno de Gabriel Boric continúe en esa dirección, pero, a su juicio, hasta ahora no han dado señales claras en ese aspecto.

Bitrán señala que no hay “una bala de plata” para mantener a las empresas en Chile, sino que se debe construir un ecosistema complejo que les favorezca. “En definitiva, si mantenemos un buen clima para el desarrollo de negocios, que es un desafío para la nueva administración, esto de verdad puede permitirnos salir de la trampa de los países de ingreso medio”, asegura.

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