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Los pros y contras de la nueva metodología para contabilizar a los fallecidos por Covid-19

A pesar de que expertos en epidemiología señalan que es un avance respecto a lo que había, plantean que el nuevo mecanismo no recoge la recomendación de la OMS de incluir en el conteo los casos probables.

Por: Sofía Neumann | Publicado: Jueves 11 de junio de 2020 a las 10:00 hrs.
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A inicios de esta semana el Gobierno, a través del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (Minciencia) y el Ministerio de Salud (Minsal), dio a conocer que comenzaron a aplicar una nueva metodología para llevar las cifras de las personas fallecidas por Covid-19 en el país, lo que aumentó el número de muertos a un total de 2.475, cifra actualizada hasta el balance diario emitido este miércoles por las autoridades, agregando casi 200 nuevos fallecidos en un solo día.

El ministro de Ciencias, Andrés Couve, fue el encargado de explicar la metodología, señalando que el cambio se produjo para tener información más "precisa y rigurosa" y para "construir una curva lo más fiel posible a la situación que se está viviendo".

"Se hace un cruce en aquellos inscritos (fallecidos) en el Registro Civil usando palabras clave como Covid-19, coronavirus, entre otras, en cualquiera de las causales, pero excluyendo a los que fallecen por otras causas, como traumas, accidentes, infartos y suicidios. Esta base de datos se cruza con la base de datos de exámenes de PCR para ver quienes de ellos tienen uno positivo", señaló Couve en uno de los balances diarios de las autoridades. 

De esta forma, sólo aquellos fallecidos que sí tuvieron PCR positivo se sumarán al conteo oficial de muertos por coronavirus. No se considerarán los fallecidos que sí presentaron síntomas, pero que no tuvieron un exámen de PCR confirmado, causa que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda sí implementar al momento de llevar el conteo oficial de los decesos. 

El epidemiólogo del Centro de Epidemiologia y Políticas de Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad del Desarrollo, Manuel Nájera, explica que, en simple, el gran cambio está en la fuente de información que las autoridades utilizan para llevar el conteo de fallecidos.

Así, se pasó de usar un reporte que reciben las autoridades por parte de los hospitales, los que notifican a las personas fallecidas con PCR positivo, a utilizar las inscripciones de certificados de defunción -vinculadas al coronavirus- que hay en el Registro Civil.

"Antes (la cifra) se sacaba en base a un reporte que les llega a las autoridades de los hospitales o laboratorios, por ejemplo, con un certificado de una persona que falleció y que tiene PCR positivo. Además de esa gente, hay todo un listado de aquellos que fallecieron y tienen pendiente el PCR y eso se ha ido acumulando en el tiempo. Al darse cuenta de que era un sistema imperfecto, se cambió la fuente de los datos", sostiene Nájera.

Pero, aterrizando la nueva metodología ¿qué consecuencias positivas y negativas tiene?

Pros del nuevo conteo

Nájera señala que es una buena iniciativa el cambio metodológico ya que permite tener una magnitud real de la epidemia en el país. Así, dice que vamos a tener una buena visión hacia atrás, porque la nueva metodología va a mostrar los fallecidos reales sin "tanto error como antes. Si uno ve el dato arreglado, nos damos cuenta de que en mayo tuvimos más o menos el doble de muerte que se informaban. Según los datos nuevos sabemos que pasamos los 100 muertos diarios el 25 de mayo", sostiene el experto.

Esto, permitirá tener mejores decisiones de las autoridades, basadas en data más precisa. "Si ahora se sabe que estábamos con el doble de muertos de lo que se estaba diciendo, el análisis de las decisiones tiene que cambiar para las decisiones nuevas", plantea.

La profesora titular del Departamento de Salud Pública UC y experta en epidemiología, Paula Bedregal, agrega que la nueva metodología, al considerar el certificado del Registro Civil, permitirá conocer con más precisión el dato de dónde proviene la persona fallecida, dando luces de lo que ocurre en esa comuna, por ejemplo. "Antes teníamos el lugar de egreso por muerte, pero ahora vamos a tener con mayor certeza la comuna de donde residía la persona", dice Bedregal.

Cabe destacar que la experta señala que, sí bien la nueva metodología va a generar una imagen más rigurosa, técnicamente el número de muertos actuales aún es información que se considera preliminar, ya que lo más probable es que el próximo año el Instituto Nacional de Estadísticas y el Minsal deberán hacer un análisis para cruzar bien la información y tener la data precisa del impacto del coronavirus. 

Contras del nuevo modelo

Sin embargo, existe un asunto pendiente que ambos expertos relevan: la nueva metodología no recoge la recomendación de OMS de contabilizar a los casos probables en el registro de fallecidos, aquellos en que no hubo test de PCR, pero que sí padecieron de sintomatología asociada al coronavirus.

Si bien Gobierno no lo integró en la nueva metodología, Nájera señala que la nueva metodología sí va a permitir tener ese dato, porque se va a saber el número total de los fallecidos por probable coronavirus y el delta de aquellos que no tienen PCR positivo -requisito que dicta la nueva metodología para ingresar a la persona al registro de muertos- permite conocer ese dato.

"Es grave en el entendido de que teniendo el dato no comunicarlo. El Ministerio no ha dicho que lo va a comunicar, ahí esta el meollo del asunto de que aún no cumplimos lo de la OMS. Podría informarse. Si se logra informar a los probables estaríamos llegando a un dato bien cerca de la realidad", dice.

En esa línea, el representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de la OMS en Chile, Fernando Leanes, es más optimista. El experto señala que el país es uno de los que mejor ha concretado la entrega de información a la institución y que, a pesar de que la inclusión de los casos probables sí es una recomendación a nivel global, el mejorar la comunicación es algo más prioritario para Chile en estos momentos.

"La prioridad para nosotros es que esto quede claro y sobre todo que lo clarifique los expertos chilenos del Ministerio de Salud con otros y que, con esto clarificado, se pueda orientar la comunicación de riesgo, en cómo tenemos que movernos, que conductas tenemos que cambiar (...) La comunicación tiene que ser clara y encontrar consenso en los lenguajes", dice Leanes.

Además, Nájera explica que otro de los problemas es que la información sobre fallecidos entregada en el balance diario no corresponde a la realidad de los decesos ocurridos en las últimas 24 horas, porque el Registro Civil va más lento, porque tiene que ingresar los certificados de defunción, tarea que puede tardar días.

"No reciben todos los certificados de las personas que fallecieron, por ejemplo, ayer. Algunos llegan días después de que la persona muere. Se produce un retraso en el informe general de los fallecidos", dice Nájera. En esa línea, propone buscar una "solución intermedia" en la que semanalmente se emita la información completa con los datos de Registro Civil, pero que, para el reporte diario, se continúe usando la información proveniente de los hospitales, como la metodología anterior.

Bedregal agrega que "va a haber una demora en la recepción de datos, por ejemplo, si el ministro dice en el balance hoy tenemos registrados 200 fallecidos, esos 200 son los registrados en el Registro Civil, se demora 24 horas, con suerte, la recepción el certificado", afirma la experta.

 

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