Innovación y Startups

Pizzería viñamarina gira al delivery para enfrentar caída en las ventas por Covid-19

Jaime Gajardo, fundador del restaurante Otra Cozza, con sede en Viña del Mar y Olmué, comenta que el 1 de abril debutaron con despacho a domicilio. Sin embargo, la facturación sólo llega al 20% de lo habitual.

Por: Rocío Vargas Suárez. | Publicado: Martes 12 de mayo de 2020 a las 11:58 hrs.
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El local de Otra Cozza Viña del Mar se inauguró en diciembre del año pasado.
El local de Otra Cozza Viña del Mar se inauguró en diciembre del año pasado.

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La pandemia ha golpeado a todos los emprendedores y los de regiones no son la excepción. Tras el decreto de cierre de restaurantes, cines y actividades deportivas por parte del Gobierno el 20 de marzo, la Pizzería Otra Cozza -con locales en Olmué y Viña del Mar- tuvo que bajar sus cortinas y no fue hasta el 1 de abril que prendió nuevamente los hornos, cuenta su fundador Jaime Gajardo.

El restaurante, que se inauguró su sede principal en Olmué hace dos años y medio, y una segunda en diciembre de 2019 en Viña del Mar, está "con números rojos". Para hacer frente a esta situación, pusieron en marcha el servicio de despacho a domicilio.

"Por suerte nuestro producto principal, que es la pizza, se adapta al delivery, pero no lo habíamos querido hacer antes. No es nuestro foco. Nos concentramos en la experiencia completa de la pizzería, pero obviamente dadas las circunstancias, había que hacerlo. Es la forma que tenemos de sobrevivir hoy en día", cuenta Gajardo.

Pero aunque el reparto, además, de pastas al horno, postres y bebestibles "hace más liviana la carga, no alcanza para cubrir todos los gastos. Del 100% que vendíamos antes, hoy estamos cerca de un 20% tanto en el local de Viña como en el de Olmué", explica, apuntando hacia otra problemática: el uso de aplicaciones de última milla.

"Si bien son una solución, porque muestran tu producto y brindan una plataforma de pago, no ayudan mucho en cómo tratan los productos. Hemos tenido desde pizzas que llegan completamente desarmadas hasta robos", afirma, por lo que han que tenido que complementar los despachos vía aplicaciones con reparto de gestión propia.

Crédito y Ley de Protección del Empleo

Gajardo cuenta que la situación no ha estado fácil, y a raíz de eso, optaron por acogerse a la Ley de Protección del Empleo. Detalla que de 40 trabajadores, 23 están con suspensión de contrato y otros 12 -seis en la sede de Viña y seis en la de Olmué-, con reducción de jornada al 50%. En tanto, los cinco restantes no pudieron atenerse por distintos motivos que no les permitían optar al beneficio.

A los que están trabajando, "se les está pagando el 50%, y a los que están con el contrato suspendido, les estamos pagando las imposiciones y ellos están cobrando el seguro de cesantía aparte", indica.

Ante el riesgo de cierre, Gajardo decidió postular a un crédito Fogape -del Fondo de Garantía para Pequeños Empresarios- para así "inyectarle plata y esperar que pase pronto la crisis. En Olmué teníamos más ahorros, porque llevábamos más tiempo funcionando. Pero en Viña, no nos alcanza para el mes a mes. Vamos a intentar salvarnos, pero así como estamos... No".

Sin embargo, aunque ya presentaron todos los requisitos y el proceso está en tramitación, "no avanza mucho. Del Banco Santander nos pidieron información y ellos nos tienen que hacer una propuesta para presentarla al Fogape, pero aún no llegamos a esa instancia. Llevamos esperando al menos dos semanas. No se avanza mucho y nosotros dependemos de esa plata".

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