Sostenibilidad

Corfo adjudica Instituto de Tecnologías Limpias a universidades de EEUU, y tres privadas chilenas

AUI -que reúne a entidades como Harvard- junto a la UDD, U. San Sebastián y la Autónoma, se quedó con la principal inversión pública chilena en I+D de los últimos años.

Por: A.Rivera / A.Vergara | Publicado: Martes 5 de enero de 2021 a las 04:00 hrs.
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A nueve meses de iniciado el proceso de evaluación de las postulaciones en las que participaron tres consorcios, Corfo adjudicó la licitación del Instituto de Tecnologías Limpias (ITL), al consorcio Associated Universities Inc (AUI), conformado por nueve universidades de Estados Unidos -Harvard, Massachusetts Institute of Technology (MIT), Columbia, Princeton, Cornell, Pensilvania, John Hopkins, Rochester y Yale- además de cuatro universidades locales: del Desarrollo (UDD), San Sebastián, Autónoma de Chile y de Atacama.

Desde Corfo señalan que la iniciativa busca impulsar la energía solar, la minería sustentable y materiales avanzados de litio y otros minerales, y el hidrógeno verde y que esperan que a 2030 sea una referencia tecnológica a nivel mundial y un centro de innovación y emprendimiento de alcance global, que capture valor para la economía regional y nacional.

El ITL se construirá en la región de Antofagasta y contempla una inversión total de US$ 265 millones, la mayor de carácter público de Investigación y Desarrollo (I+D) de los últimos años en Chile. De ellos, el 54% proviene de contratos der Corfo y SQM y el 46% de AUI.

“Con este Instituto convertiremos a la región de Antofagasta y a Chile en un verdadero laboratorio para probar las tecnologías de punta para proyectos de energía y minería sustentable. AUI da confianza respecto al dominio de estas tecnologías que queremos atraer e implementar en nuestro país”, afirma Pablo Terrazas, vicepresidente Ejecutivo de Corfo.

Adam Cohen, presidente y CEO de AUI, agradeció la confianza “para liderar en y para Chile un proceso de desarrollo de investigación aplicada y nuevas tecnologías (...) . El Instituto aportará a la creación de una minería sustentable, a la industria, a las personas y al país”, dice.

AUI y sus socios chilenos

El consorcio lo integran 22 entidades, entre ellas, AUI, universidades locales, Asexma y empresas como Colbún, Enel Generación Chile, AES Gener y Enaex.

AUI sirgió hace 74 años y tiene presencia en Chile y en la región. Tiene un fuerte foco en la industria astronómica, invirtió US$ 1.400 millones en el Observatorio Alma, y está construyendo un segundo telescopio por US$ 140 millones.

Entre sus 20 directores figura una chilena: Claudia Bobadilla, fundadora y presidenta de la Red de Alta Dirección (RAD) de la UDD.

Críticas al proceso

AUI se impuso en la carrera a dos consorcios: la Asociación para el Desarrollo del Instituto de Tecnologías Limpias (Asdit) -liderado por la Corporación Alta Ley y en la que participan 11 universidades chilenas, entre ellas, la Chile y UC y ocho centros de investigación; e ITL Chile -articulado por FCh y conformado por el MIT, el Instituto Nacional Francés para la Transición Energética (CEA-Liten y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR).

El proceso de licitación no ha estado exento de críticas. Al retraso en la adjudicación -planificada para mayo 2020-, Alejandro Jofre, académico de la Chile e integrante de Asdit, dijo que las propuestas no fueron presentadas ante paneles internacionales.

Tras el anuncio, el senador, Guido Girardi, escribió en Twitter que “es un proceso absolutamente irregular”. Plantea que el Gobierno asignó US$ 180 millones al proyecto, “dando una puñalada a la capacidad de generar capacidades propias en Chile, dejando fuera a las universidades chilenas”.Dice que antes de Navidad la Comisión Desafíos del Futuro, Ciencia, Tecnología e Innovación del Senado -que preside- recibió un llamado de los rectores de la U. de Chile y de la UC, afirmando que consideraban que el proceso de licitación había sido irregular, ya que nunca fueron recibidos para hacer una presentación y que la comisión evaluadora chilena no contaba con las competencias para evaluar un proyecto de esta magnitud; y en la que no participaron las autoridades titulares.

“Y además resulta extraña la fecha de la licitación (entre Navidad y Año Nuevo), justo cuando la atención pública está en otros temas”, repara.La Comisión envió un oficio a las autoridades pidiendo aclaraciones sobre estas dudas, y pidió personalmente a Terrazas que asistiera a dar explicaciones previas a la adjudicación, “pero sorprendentemente el vicepresidente ejecutivo de Corfo asistió a la Comisión habiendo ya adjudicado la licitación a AUI, aumentando las sospechas de que hubo alguna intención de favorecer a este consorcio”, sostiene.

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