Sostenibilidad

DF Lab Opinión / I+D en escasez hídrica, minería y energía

Primero, la sequía es una realidad que no se puede seguir evitando, por lo que es necesario un esfuerzo como país para superarla. Segundo, en la minería, ya que está el desafío de seguir liderando la producción de cobre y a la vez ser sostenible.

Por: Patricio Jarpa, gerente general de Nanotec Chile | Publicado: Miércoles 12 de enero de 2022 a las 12:16 hrs.
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Patricio Jarpa, gerente general de Nanotec Chile
Patricio Jarpa, gerente general de Nanotec Chile

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De acuerdo con el Global Innovation Index 2021 de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), Chile se ubicó en la posición 53 a nivel mundial, siendo el mejor posicionado en la región. La medición no nos puede dejar contentos, ya que pese a subir un peldaño con respecto al 2020, se sigue muy abajo en la tabla, por lo que se debería aspirar a que Chile se nivele hacia arriba y no se conforme con ser líder a nivel Latinoamericano, pues eso sería mediocridad.

La evaluación contempló la incidencia de la pandemia de COVID en la innovación y en Chile hemos desarrollado tecnologías relacionadas con la pandemia como los ventiladores mecánicos que muchas instituciones como universidades crearon, o los test de PCR que surgieron, como lo que hizo Kura Biotech. También se retomó la idea de fabricar nuevamente vacunas y este año Sinovac instalaría una planta de vacunas en Santiago y un centro I+D en Antofagasta.

Pese a estos positivos avances, Chile sigue invirtiendo cerca del 0,36% del PIB en Investigación y Desarrollo (I+D), lo que difiere del 2,34% de la OCDE. Estamos muy lejos y producto de los millonarios costos que ha generado la pandemia y los déficits que se están generando en las arcas fiscales, es muy complicado que el próximo Gobierno, pese a que tenga las mejores intenciones y esté en sus prioridades la ciencia y la investigación, pueda destinar mayores recursos a esta área, debido a que la principal atención se centrará en salud, pensiones, inflación, y desempleo, entre otras.

En este contexto, es importante el rol que pueden jugar los privados -representan un 30% de las fuentes de financiamiento de I+D en Chile vs un 48% del Estado- para promover la innovación. Lamentablemente la pandemia ha producido un corte global en I+D, salvo en lo relacionado al COVID. En este sentido, siempre es bueno modelar y generar incentivos al empresariado, ya que faltan estímulos que obliguen a realizar I+D+i pensando en un plan estratégico nacional a 50 años.

Retomando esta idea del plan estratégico y de cómo el sector privado y público se unió para combatir la pandemia al trabajar en conjunto clínicas y hospitales, y de los aportes millonarios que hizo la CPC en el fondo de emergencia ($50 mil millones), se deberían hacer los mismos esfuerzos para generar esta estrategia o cruzada de I+D+i en la que privados, Estado, universidades y sociedad civil se unan para que Chile potencie la innovación, la que se debería enfocar en tres áreas.

Primero, la sequía es una realidad que no se puede seguir evitando, por lo que es necesario un esfuerzo como país para superarla. Segundo, en la minería, ya que está el desafío de seguir liderando la producción de cobre y a la vez ser sostenible, pero ¿por qué no empezar a desarrollar tecnologías en lugar de exportar todo el mineral? Lo mismo se debería replicar con el litio y generar nuestras propias baterías para los autos eléctricos.

Por último, a nivel de energía se debe continuar encabezando la región y aspirar a que Chile sea un referente en ERNC, debido a todas las bondades naturales con el desierto más árido del mundo, las fuerzas de los vientos en el sur y por la posibilidad de generar hidrógeno verde a bajo costo que puede ser vendido a otros países. Si la pandemia nos unió como país, ahora nos una la ciencia y la innovación.

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