Sostenibilidad

Proyecto de Banca Ética de Doble Impacto ya tiene fecha: será banco a fines de 2022

La iniciativa que solicitará la licencia de operación en 2021, busca financiar proyectos con impacto positivo en el país, en sectores de educación, inclusión y medio ambiente.

Por: Rocío Vargas Suárez | Publicado: Jueves 13 de agosto de 2020 a las 04:00 hrs.
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En medio de la pandemia de Covid-19, Doble Impacto, la plataforma de crowdlending -que otorga créditos financiados por inversionistas- dio a conocer las fechas para materializar su proyecto emblemático: implementar la banca ética en Chile, para financiar proyectos con impactos positivos en desarrollo e inclusión social, educación y cultura, y naturaleza y medio ambiente.

El gerente general de Doble Impacto, Jorge Muñoz, señala que solicitarán la licencia bancaria al regulador durante el primer semestre de 2021. “Esperamos ya a fines de 2022 tener la autorización definitiva y poder estar operando como banco”, dice.

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La plataforma, ha movilizado $ 18.300 millones entre enero de 2018 y junio de este año, y financiando 317 operaciones. Actualmente, dice, “hay más interés en las inversiones de impacto (…) Los inversionistas han entendido que se puede lograr converger la rentabilidad y el impacto”.

Agrega que los consumidores y las empresas se han ido “dando cuenta” de esta necesidad de mayor conciencia, lo que también se ha traducido en un mayor número de inversionistas en la plataforma.

“Hoy tenemos cerca de 2.500 inversionistas registrados, que han entendido el rol que juegan en las inversiones de impacto. Este año esperamos duplicar el nivel de colocación en comparación al año anterior, y, por lo tanto, de financiamiento a las organizaciones vinculadas a las áreas que abarcamos”, dice Muñoz.

Apostar a largo plazo

El ejecutivo indica que esta nueva entidad tendrá los mismos lineamientos que hoy se aplican en materias de inversión, asegurando que “la banca tiene que tener criterios de financiamiento, porque hacia donde hacemos fluir el dinero, es el tipo de sociedad que vamos construyendo. Por ejemplo, si la banca deja de financiar plantas generadoras a carbón, descarbonizamos la matriz energética”, indica.

Muñoz sostiene que hay que promover una mayor conciencia del uso del dinero, de las inversiones, de los financiamientos.

“Tenemos que crear una transformación y salir de la mirada de corto plazo, por una de mediano y largo plazo, pensando en una riqueza social. No todo es tasa y maximizar utilidades. Hay que darle valor al impacto que estamos generando en el planeta y en la calidad de vida de las personas”, dice.

El ejecutivo añade que el 40% de las iniciativas financiadas durante 2020 son nuevas y que esperan un mayor dinamismo durante el segundo semestre, de cara a una recuperación de la economía.

“Hoy tenemos una oportunidad que no podemos desperdiciar de repensar las inversiones”, señala.


Las cifras del primer fondo "abierto" que invierte en Doble Impacto

En sus primeros 12 meses, Quest Doble Impacto, el primer fondo público "abierto" de impacto del país, ha invertido $3.500 millones en proyectos con impacto social y medioambiental positivo en la plataforma Doble Impacto y esperan cerrar el año con $ 7 mil millones.
Alejandro Valenzuela, socio de Quest Capital -administradora del fondo- explica que "cualquier persona que tenga una cuenta de inversiones en una corredora de bolsa puede comprar cuotas e invertir en todas estas organizaciones e iniciativas que generan retornos e impactos". Es decir, no es necesario ser invitado para participar en Quest Doble Impacto.
Hoy cuentan con más de 50 inversionistas y han financiado 37 iniciativas en áreas de eficiencia hídrica, electromovilidad y producción sostenible, previamente aprobadas por Doble Impacto. Entre ellas, la adquisición de 54 vehículos eléctricos y la compra de 900 purificadores de agua que se conectan a la red de agua potable, evitando la generación de tres toneladas de residuos plásticos, ambos en la Región Metropolitana. Se suman la conversión de 30 hectáreas de berries a cultivos orgánicos en la Región del Maule y la construcción de dos sistemas de agua potable rural en la Araucanía, beneficiando a más de 15 mil personas, entre otros.

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