Bandeja de salida

La columna de J.J. Jinks: Nikola

La forma de pago de General Motors es interesante pues a cambio de la participación en Nikola, GM pondrá a disposición de la start-up de Arizona su capacidad de ingeniería y manufactura, además de acceso a partes y piezas que han pasado todos los tests requeridos por la industria automotriz. Suena a mi perro de oro por tus dos gatos de plata. Con esta transacción algunos hemos recordado la visionaria inversión de 50 millones de dólares que hizo Toyota en Tesla en el año 2010 y la, sin duda, menos visionaria venta que hicieron en el año 2017.

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Esta semana se anunció con bombos y platillos la entrada de General Motors a la propiedad de Nikola a través de la adquisición de un 11% de su propiedad. Nikola es una start-up para el desarrollo de camiones y camionetas que utilizan baterías eléctricas e hidrógeno. Nikola fundada en el año 2015, transa en NASDAQ a un valoración en torno a los 15 mil millones de dólares, y por supuesto, aún no ha producido ni vendido ningún camión. Se espera que los primeros camiones Nikola comiencen a ser producidos recién a fines del año 2022. Cosas de la modernidad.

La forma de pago de General Motors es interesante pues a cambio de la participación en Nikola, GM pondrá a disposición de la start-up de Arizona su capacidad de ingeniería y manufactura, además de acceso a partes y piezas que han pasado todos los tests requeridos por la industria automotriz. Suena a mi perro de oro por tus dos gatos de plata. Con esta transacción algunos hemos recordado la visionaria inversión de 50 millones de dólares que hizo Toyota en Tesla en el año 2010 y la, sin duda, menos visionaria venta que hicieron en el año 2017. ¿Qué será del pobre que recomendó esa venta? Hoy la compañía de Elon Musk vale en bolsa, después de caer como piano esta semana, casi un 50% más que Totota y GM juntos. Cosas de la modernidad, versión dos.

No todo fue buenas noticias para Nikola esta semana, pues el jueves salió un informe de Hinderburg Research acusando a la compañía de haber comprado tecnología a terceros que habían publicitado como propia y de haber adulterado algunos videos de muestra del producto. La compañía salió rápidamente a negar las acusaciones y GM, era que no, respaldó a Nikola. En todo caso, Hindenburg Research no lo hace por bolitas de dulce pues es una compañía que se dedica a irse corto (apostar a la baja en el precio de la acción) en empresas que considera que están ocultando información al mercado.

Independiente de como termine esa rosca en específico, es claro que el desarrollo futuro de vehículos viene por dejar atrás a los combustibles fósiles y Chile no está ajeno a ello. Hoy un consorcio liderado por Alset, compañía fundada por el chileno José Ignacio Galindo, con pescados de la talla de BHP, Anglo American, Engie, NTT Data, entre otros, y con el apoyo de Corfo desarrollan un camión minero donde se sustituye buena parte del diésel como combustible por hidrógeno. Hoy el proyecto está en plena ejecución y son la cara concreta de la revolución que traería la producción de hidrógeno en base solar para el país.

Los números que mueve la industria minera da para soñar en grande y la valorización de Nikola debe alucinar a Galindo y su tropa. Hasta el momento, ninguno ha producido ningún camión, pero en el mundo actual eso parece un detalle cuando han sido capaces de convencer a muchos de que su tecnología es valiosa. Sería bonito ver a un chileno metido en el mundo de Nikola y Tesla que by the way, con esos nombres es como si en Chile una compañía de artículos deportivos se llamara Alexis y su competidor Sánchez. Sólo los gringos.

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