La infectóloga chilena que expone a nivel mundial sobre virus

CROI es la sigla en inglés para nombrar a la más prestigiosa conferencia médica a nivel internacional sobre retrovirus y otras infecciones. Se realiza una vez al año y trata principalmente sobre VIH, pero en esta oportunidad el Covid-19 -que es también un retrovirus- ocupó parte importante de la programación.

Durante cinco días, entre el 6 y el 10 de marzo, los más connotados especialistas del mundo se reunieron de manera virtual. La única exponente latinoamericana fue la infectóloga chilena Claudia Cortés, representando a la Universidad de Chile en un panel titulado Controversias clínicas del Covid-19.

Desde hace un año la investigadora, que se ha especializado en VIH y trabaja en la Fundación Arriarán, pasó a estar en la primera línea del coronavirus. “Este año ha sido súper duro. Tuve que separarme de mi familia durante seis meses, por precaución. Al principio había cierta adrenalina, pero la maratón se ha hecho muy larga y cuesta ver que la gente no se cuida o anda sin mascarillas”, plantea la especialista.

También considera que muchas de las políticas impuestas por el gobierno han sido erráticas por no considerar el consejo de la comunidad científica. Pone de ejemplo el permiso de vacación o la apertura de recintos como gimnasios. Sí destaca el proceso de vacunación que ha impulsado el gobierno, desde la negociación hasta su implementación.

“En Chile tenemos una tradición de vacunación solida y muy admirada afuera”, señala la experta que el año pasado, además, fue electa miembro del Consejo General de la International AIDS Society, cargo que tiene una duración de cuatro años.

A Cortés también le ha tocado participar de instancias regionales, y afirma que el tratamiento del Covid en Chile ha sido muy superior a algunos países vecinos, donde las Sociedades de Infectología han tenido que salir a desmentir que aspirar cloro o Ibuprofeno sea efectivo para combatir el virus. Sobre el fin de la pandemia, la doctora no se aventura demasiado, porque todavía son muchas las variables a investigar: “Espero que para Navidad podamos abrazarnos tranquilamente”.