Punto de partida

Aurica, la empresa chilena que va por el oro digital usando blockchain

La compañía de metales preciosos tuvo un despegue en 2020 llegando a vender 10 veces más que en años anteriores. En noviembre pasado debutó una nueva área de negocios: se trata del oro digital tokenizado respaldado por la tecnología blockchain.

Por: Mateo Navas García | Publicado: Domingo 21 de febrero de 2021 a las 04:00 hrs.
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A comienzos de mes los precios de la plata subieron como espuma. La fiebre de Reddit, que comenzó por las acciones de GameStop, disparó en más de un 10% el valor del metal en solo un par de horas. Fue ahí cuando Felipe Muñoz, CEO de Aurica —empresa chilena de inversión en metales preciosos— reaccionó rápido y cerró operaciones temporalmente. "Los muchachos Reddit trataron de subir el valor de la plata, pero no prosperó. Y eso porque todos los broker, incluyéndome, cerraron sus operaciones", cuenta el ejecutivo a DF MAS.

Aurica, eso sí, es conocido por el oro: venden monedas producidas por la Casa Real de la Moneda de Canadá, lo que les permite importarlas libres de impuestos por tratados de libre comercio y porque son consideradas divisas.

El negocio, en palabras de Muñoz, es sencillo. Importan las monedas —de oro, plata, platino o paladio— y las venden en el mercado chileno. Partieron de forma presencial, pero actualmente se expandieron al mundo online. Todas las entregas son en la oficina de la compañía, ubicada en el distrito financiero de Nueva Las Condes.

El negocio es de inversión, nada de colección, ni trueques. Tampoco se dedican a la distribución de materia prima para joyerías. La idea, dice Muñoz, es que las personas compren las monedas como un "refugio" (debido a su precio estable a lo largo del tiempo) para que su valor aumente en un periodo determinado. En diez años, dice el CEO, se puede esperar una rentabilidad del 100%.

La mayoría de sus clientes son ejecutivos senior de 35 años en adelante que "están aburridos del sistema financiero y que no creen en la moneda tradicional". Desde la crisis social de octubre de 2019 los pedidos de Aurica aumentaron de forma exponencial, y con la pandemia por Covid-19 se mantuvo la tendencia al alza, debido a la incertidumbre financiera que existía en ese momento. Solo el año pasado lograron vender diez veces más que en un año normal.

De oro físico a digital

En noviembre de 2020 dieron el gran salto al mundo virtual, por los cambios en la industria mundial y la dificultad de muchas personas de almacenar el oro físico en sus domicilios. Proyectaron que con un cambio así, iban a llegar a muchos más clientes. Y no se equivocaron. Estudiaron la movida durante más de un año hasta que la encontraron.

Decidieron ser los primeros en Chile en vender oro digital, más conocido como "oro tokenizado": pequeñas porciones de oro virtual que permiten hacer inversiones de manera rápida desde un computador o celular. Para esto se asociaron con la fintech británica Aurus Technologies, para comercializar el producto AurusGOLD.

Pero, ¿de qué se trata? Cada token cuesta $ 52 mil, posee una pureza de 24 kilates y tiene un respaldo en oro físico. Esto significa que se puede canjear. Si se compran más de diez unidades, su precio baja a $ 43 mil.

"Es una criptodivisa con respaldo uno a uno al metal precioso. Esto quiere decir que un gramo de oro es un token de oro. Está respaldado y certificado en Brinks en Londres o en Zurich", cuenta Muñoz, quien sostiene que el éxito fue inmediato: "Ha sido una recepción muy ágil y rápida. Nos hemos quedado cuatro veces con quiebre de stock".

Blockchain y bóveda en Suiza

El proyecto de Aurica comenzó en 2010, cuando el mundo resentía los impactos financieros de la crisis subprime y el precio del dólar estaba muy bajo. "Mi hermano tenía una exportadora de vinos que recibía muchos dólares y como la tasa de cambio no era buena, buscó opciones para usarlos, importar algo y no perder con la tasa de cambio", cuenta el fundador. "En un viaje a Alemania se encontró con un negocio de monedas de oro. Él me dijo que averiguara eso en el mercado chileno", agrega.

Y así lo hizo. Felipe Muñoz, abogado, hizo las averiguaciones con el Servicios de Impuestos Internos (SII) y Aduanas. Se dio cuenta que la moneda de oro de Chile no se producía desde 1978 y, además, que era de mala calidad. Se puso en contacto con Canadá y comenzó la gestión comercial. Estuvo un año averiguando la regulación, y en septiembre de 2011 abrió las oficinas. "En diciembre ya teníamos facturación positiva", asegura.

Aurica tuvo altos y bajos y pasó nueve años con el mismo negocio hasta el salto al mundo virtual en noviembre pasado.

Esta nueva área del negocio está respaldada por blockchain, la tecnología que utilizan diversas criptomonedas. Esto permite que el activo sea fraccionable, portátil y más asequible.

La idea, afirma el fundador de Aurica, es ampliar la base de clientes y llegar a las personas que quieren invertir en un activo refugio pero no pueden gastar tanto capital en una moneda física, la cual cuesta aproximadamente $ 1.800.000. Esto permite que el inversionista no se haga cargo del activo físico y pueda transarlo fácilmente, incluso desde un dispositivo electrónico.

El fundador cuenta que una vez que logren estabilidad nacional, proyectan extender la venta de tokens a Argentina, Venezuela y Perú. Además, pronto van a permitir que las personas adquieran tokens con criptomonedas y no solo con una divisa tradicional.

Esta transición hacia el oro digital permitirá, en el futuro, poder pagar con una tarjeta de débito que tenga un saldo en tokens y haga la transformación instantánea a pesos o dólares. "Siempre trato de pensar en diez años más. Para la gente será mucho más natural comprar en digital", cuenta Muñoz, quien afirma que ofrecen una tarjeta similar en su web, la cual permite "almacenar, acumular y transferir tokens. (Esta) se vincula a una app móvil, permitiéndole intercambiar oro digital de manera rápida".

A pesar de este avance en la digitalización de los metales, desde Aurica afirman que no quieren dejar de lado el oro físico. Por eso, el equipo de la compañía está trabajando en abrir una nueva filial en Zurich para sus clientes de alto patrimonio. "Estará en bóvedas privadas, pero ya no en monedas sino que en lingotes y será auditado periódicamente por KPMG o Deloitte. La idea es que el cliente pueda ir y directamente pedir el rescate en Suiza si así lo quisiera", adelanta el ejecutivo.

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