Punto de partida

Fernanda Luksic y sus primeros pasos empresariales

Fernanda -y su mellizo Dax- es la menor de los 5 hijos de Andrónico Luksic. Junto a sus socios Benjamín Etchebarne y Fernando Zamora, creó La Dosis, un newsletter de actualidad.

Por: María José López | Publicado: Domingo 6 de diciembre de 2020 a las 04:00 hrs.
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Fernanda Luksic (29) sube al escenario de SOCAM (Social Capital Markets) en San Francisco, California. Es el 24 de octubre del 2019 y ella es una de las 5 panelistas –todos emprendedores– que convocó la entidad para exponer sobre "el camino para impactar invirtiendo en Latinoamérica".

Con su voz fuerte y un inglés con entonación latina, antes de hablar de la iniciativa por la que fue citada, Mosaico Ventures, explica quién es: "Pertenezco a un conglomerado chileno, crecí en esta familia privilegiada y mis padres me recordaron siempre que debía retribuir, entregar de vuelta todo lo que he recibido. Entendí siempre que lo que yo vivía no era la realidad de la gran mayoría de las personas. Crecimos sabiendo que teníamos una responsabilidad en el futuro".

El shot

Fernanda Luksic Lederer, la menor –junto a su mellizo Dax– de los cinco hijos de Andrónico Luksic y Patricia Lederer, y la única mujer de la familia. Tras terminar cuarto medio en el Grange partió a estudiar Ingeniería Comercial al Boston College, en EEUU. Destacada como buena alumna, tenía claro que lo de ella eran los negocios: siguió su camino con un MBA en Harvard (ver recuadro).

En febrero de este año, Fer –como le dicen en su entorno– volvió a Chile. Y en marzo, cuando aún no tenía trabajo –en abril la contrataron como Chief of Staff de la fintech mexicana delt.ai– retomó una idea que había conversado con su amigo de colegio, el historiador de la UC, Fernando Mendoza (30). "Las noticias en Chile no son buenas, no hay contexto y falta la mirada de afuera. Le dije que hiciéramos algo, un newsletter como los que leía en EE.UU.", relata Fernanda un martes de diciembre mientras toma un café en un local de Isidora Goyenechea.

Fue un mensaje de voz lo que concretó el plan, cuatro años después. El 23 de marzo, en plena pandemia, Fernanda le mandó un audio a Mendoza. "Me decía: '¿Te acuerdas de la idea del newsletter? Creo que ahora que tenemos tiempo debiéramos retomarla'", cuenta el historiador, quien hace clases por Zoom y a través de su cuenta de Instagram Entendiendo el presente.

Sumaron a otro amigo del colegio, Benjamín Etchebarne (29), economista de la University of Arkansas Little Rock, quien por esos días armaba la Fundación Adáptate, de deporte para niños con discapacidad. Se juntaron –por videoconferencia– la última semana de marzo para ponerle cabeza a la iniciativa.

Ella les habló de dos newsletters que tenía como referencia: The Skimm y Morning Brew, "que se enfocan en un público más de negocios, como yo". Mendoza añade: "Cuando viví en España (estudió un máster en Barcelona) me parecía que la prensa era tan bonita, tanto en el lenguaje como en el relato. No era una cronología como acá, que si no lees el diario por tres días quedas sin entender bien. El 'qué ha pasado', 'qué viene', son preguntas que no están bien abordadas". El proyecto, pensaron los tres, debía incluir información internacional con buena curatoría. "Falta diversidad, qué pasa en Asia, África, América Latina. No todo es EEUU", reflexiona el historiador.

Decidieron hacer un newsletter semanal, que se publicara los viernes con 6 a 8 notas por edición. Cada uno se encarga de dos o tres artículos y todos son coeditores: Fernanda escribe sobre negocios y tecnología, Benjamín de deportes (fue seleccionado nacional de golf) y medio ambiente, y Fernando de política. Etchebarne propuso el nombre del proyecto: La Dosis. "Hacía sentido con el concepto que buscábamos: un shot de información", explica Fernanda Luksic. "Es pura información, a la vena. Cortito pero intenso", agrega Etchebarne.

La inversión inicial fue de US$30 para Mailchimp, plataforma especializada en newsletters. También abrieron una cuenta en Instagram para enganchar a los lectores (este jueves crearon su Linkedin). Las reuniones de pauta quedaron fijadas para los martes a las 8 de la tarde, y el día de cierre, es el jueves en la noche, momento en que se reúnen por Zoom para editarse en línea. El proceso, dicen, dura cerca de tres horas.

For dummies

El lenguaje, concluyeron además, era clave. Fernanda, quien por sus años en EEUU, a ratos habla en inglés, lo explica así: "Debía ser friendly. For dummies, digámoslo así, noticias muy cortas que explicaquen en simple". "Si alguien no sabe de economía, puede leer y entender", apunta Etchebarne.

La edición N°1 fue el 10 de abril. Decidieron que los primeros en recibirla serían 30 personas: diez del entorno de cada uno. En esa publicación hablaron del aniversario de muerte de Kurt Cobain, de la elección del presidente de la Cámara de Diputados, del desplome del petróleo, del éxito de Alemania, entre otros. Semana a semana fueron puliendo las críticas y tomando nuevas ideas. "Esa primera edición dista un mundo con la actual. Hemos aprendido muchísimo", relatan los socios quienes cuentan llevan 660 inscritos (entre 25 y 55 años).

-¿Y tu padre qué opina? Es el controlador de Canal 13 y es un famoso tuitero.
-FL: Lo he dejado al margen. Él tiene su propia ideología en Twitter, ese es su canal. No lo he querido molestar todavía. Claro que lee La Dosis siempre y todos los viernes me comenta: "Buenísima la edición de hoy".

-¿Te genera conflicto cubrir temas de las empresas Luksic en el newsletter?
-FL: No me genera nada. Somos tres socios, yo no voy a sesgar. Si algo se hizo mal, se hizo, y hay que dar la información. Y no me complica eso de "la hija de Luksic", estoy muy orgullosa.

-¿Cuál es la línea editorial?
-FR: Es imposible ser neutral, sobre todo porque cada elección de palabras tiene su inclinación. Pero mientras más datos duros, menos espacio a las emociones.

-En EEUU toman partido, silencian a Trump, por ejemplo.

-FL: No me parece correcto. Hoy es necesario mostrar distintos puntos de vista.

Pese a que La Dosis es un semanario, descartan de plano hacer perfiles como los que realizan los cuerpos de reportaje en Chile. Por ejemplo: dicen que jamás escribirían sobre la cercanía entre Piñera y un ministro. "¿Qué me importa?", argumentan. En La Dosis reciente, hablaron de la bomba nuclear, de K-Pop y de la plataforma de trabajo Slack. Y sumaron una nueva sección que se llama "Sobre Dosis", una especie de bonus track con links de otros medios.

A siete meses del lanzamiento, el formato ya está establecido: parten con nacional, mundo, "una semana como esta" y al final, una recomendación. Como remate, agregaron un: ¿Sabías qué? Esta semana hablaron del pulpo y sus tres corazones.

Aseguran que sus mejores investigaciones han sido un especial de cuatro sesiones sobre el conflicto mapuche (desde la Conquista hasta ahora), y, otro, sobre la Constitución, previo al Plebiscito. "Hay respuestas que nuestra generación no encuentra en los medios", apuntan.

El modelo y la libertad
Por estos días afinan los detalles de su nuevo logo y su página web que están a punto de lanzar. Su plan es estrenar podcasts, columnas y videos en enero. Eso sí, advierten, sin dejar los artículos escritos. "En Chile la lectura está muy mal desarrollada. Queremos que la lectura sea una forma de conocer la realidad, que la gente lea, que retome la lectura", dice Fernando Mendoza.

Mientras hablan, cuentan que Business Insider, ligada a Jeff Bezos compró su referente "Morning Brew".
-¿Y si alguien quiere comprar La Dosis?
-FL: Si nos vetaran noticias u opiniones, sería terrible. La idea es no tener sesgo político ni valórico. El newsletter pasado hablamos de la ley del aborto en Polonia. No queremos que ningún tema esté fuera del alcance. Sería bueno sostenernos solos, dar trabajo, podemos hacerlo con publicidad inteligente. Pero si alguien nos dice, 'los compro pero de esto no pueden hablar', no. Nuestra idea base fue cambiar la manera con que se consumen las noticias en Chile.
-BE: Cuando lleguemos a los 1.000 usuarios nos vamos a sentir cómodos de acercarnos a un sponsor.
-FL: Sé que algún tipo de profit va a tener. La idea era esa, construir los números e ir a un partner. Y tenemos "Ases" bajo la manga a los que recurriremos... (Ríe).
-¿Cuáles?
-FL: Un cierto tuitero....
-Y tu hermano Max, como director ejecutivo del 13, ¿te ha comentado algo?
-FL: Le gusta, pero está en otra.
-FM: Esto hay que tomarlo con mucha calma. Más que la fama y el lucro, queremos hacerlo bien...
-FL: Sin dejar la fama Feña (todos ríen)...
-BE: Siempre soñó con ser una celebrity...
-FL: Hablando en serio, si esto estalla y ganamos unos pesitos, mejor. Buscaremos un modelo que nos permita tener más periodistas, investigar, crecer a La Dosis Perú, la Dosis Argentina...y nos tomamos Latinoamérica. Todo puede pasar. Cuando tengamos 1000 seguidores, podcast, entrevistas y digamos "we hit gold", veremos.
-BE: La Dosis nunca se va a morir por falta de tiempo de nosotros.

Escala en México

Por estos días además de su trabajo en La Dosis y Mosaico, la ingeniera comercial prepara sus maletas para irse en enero a vivir a Ciudad de México: en abril fue contratada como Chief of Staff de la fintech azteca delt.ai (similar a lo que hace Xepelin acá) y por la exigencia del puesto –está a cargo de recursos humanos, estrategia, operación–, debe estar cerca de la operación central. "Me voy al DF feliz. Es el epicentro del emprendimiento hoy. Quiero entrar ahí antes de que estalle para agarrar contactos", adelanta. Y reflexiona: "Me he dado cuenta que no me iría de Latinoamérica. Hay demasiadas oportunidades y cosas para hacer. Sí, estamos más incomodos que en EEUU; sí, hay corrupción y peligro...pero si todo el mundo se va... ¿qué queda?".

-¿Trabajarás en el Grupo Luksic?
-FL: Por ahora no. Quiero armar camino propio. Pero no está cerrada la posibilidad.

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Latina
En Harvard, Fernanda Luksic encabezó una investigación junto a un profesor sobre cómo invertir positivamente en Latinoamérica. Hizo su práctica en una organización sin fines de lucro (Americas Society/ Council of the Americas) y confiesa que en el proceso se "reenamoró" de su región: se convenció que quería emprender aquí. "Viví 11 años en Gringolandia, me encanta, pero no volvería a vivir ahí. Soy muy latina, quiero estar aquí", relata.
Se graduó en mayo del 2019 y con una compañera de Harvard, la guatemalteca Ana Cristina Gadala, se propusieron crear un fondo de impacto en la región para conectar a inversionistas con pequeñas empresas. Así nace Mosaico Ventures. Al poco andar, se dieron cuenta que antes debían aprender del mundo de las startups y fondos, así es que decidieron hacer camino por ahí. Mosaico, por mientras es un ecosistema para emprendedores: tiene una página web con noticias, ofertas de trabajo y consejos para escalar con nuevos negocios.

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