Tecno

Inteligencia Artificial para pensar el futuro

En un año donde las tecnologías han sido claves para empresas de todos los sectores productivos, hay consenso en que la gran aliada para lo que viene será la Inteligencia Artificial. Con esa convicción, la Fundación VTR impulsa proyectos, diálogos y discusiones al respecto.

Por: | Publicado: Sábado 24 de octubre de 2020 a las 21:00 hrs.
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Cuando piensa en el futuro, ¿qué sensaciones y sentimientos tiene?”. Esa es una de las preguntas que abordó una encuesta hecha a chilenos de todo el país para tener una idea más clara sobre la percepción que tienen de los años por venir. No es un sondeo más: es el primero que usa Inteligencia Artificial (IA) para preguntar y analizar las respuestas obtenidas, en el marco del proyecto Diálogos, impulsado por siete organizaciones (vea el reporte completo en www.estudiodialogos.cl).

Cómo se está haciendo, qué ventajas trae usar esta tecnología y a qué beneficios y riesgos nos enfrenta la IA fueron algunos de los temas discutidos en el conversatorio virtual “El rol de la IA en el desarrollo futuro de Chile”, organizado por Diario Financiero en conjunto con la Fundación VTR, al que asistieron representantes de cinco de las instituciones que participan del estudio: Andrés Couve, ministro de Ciencia; Guillermo Ponce, gerente general de VTR; Daniel Fernández, presidente de la Fundación Encuentros del Futuro; Katherine Villarroel, secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de Innovación para el Desarrollo, y Mauro Arancibia, CEO de Merlin Research. Esto, en un contexto que plantea desafíos que, a juicio del ministro Couve, son “urgentes e ineludibles” de abordar.

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Andrés Couve, Ministerio de Ciencia: Oportunidades y desafíos de los avances digitales

“La Inteligencia Artificial (IA) es una tecnología que ofrece futuro, pero al mismo tiempo genera riesgos de transparencia, de sesgo e intromisión”, comenzó diciendo el ministro de Ciencia, Andrés Couve. Para enfrentar estos desafíos, el secretario de Estado destacó la Política de Inteligencia Artificial, que busca el uso eficiente de la tecnología y hacerse cargo de las preocupaciones ciudadanas. Asimismo, mencionó tres ítems donde la IA demuestra ser un beneficio para el país.

En primer lugar, según Couve, esta tecnología permite analizar una gran cantidad de datos que antes era imposible, lo que se ha observado a través de encuestas, aplicaciones de salud, financieras, de entretenimiento y de sugerencias y recomendaciones, que facilitan procesos y comunicación. En segundo lugar, el ministro destacó que el procesamiento de datos y la IA pueden servir al Estado para mejorar sus procesos, es decir, “tener sistemas más transparentes, ahorrando costos y con una mejor interacción con las personas”. Por último, la utilización de este avance “nos encamina hacia una economía del conocimiento”, opinó, y para eso, es necesario desarrollar capacidades en forma de talento. “Tenemos que hacer que las empresas desarrollen y usen más estas tecnologías”.

Para seguir avanzando, Couve señaló factores habilitantes, como la urgencia de formar profesionales en data science pues, según un diagnóstico de Talento Digital, existe un déficit en esta área. Al mismo tiempo, observó la necesidad de avanzar en infraestructura básica, incluyendo fibra óptica y 5G, que permita llegar a más lugares con estos avances tecnológicos. Otro de los factores habilitantes, añadió, tiene que ver con los datos interoperables, una situación compleja en el país pues “somos pocos y muy aprensivos respecto a los datos personales”.

Para lograr todo lo anterior, es necesaria la colaboración”, concluyó.

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Guillermo Ponce, VTR: Impulsar competencias e instancias digitales

A juicio de Guillermo Ponce, gerente general de VTR, los beneficios de la Inteligencia Artificial (IA) quedaron demostrados a través del estudio DIÁlogos, que ha resultado ser un “buen ejemplo de cómo la nueva tecnología se puede aplicar con profundidad de análisis”, dijo en una de sus intervenciones, añadiendo que, “gracias a este tipo de avances, podremos resolver un montón de limitaciones que tienen las técnicas antiguas, como la eliminación de sesgos, el procesamiento de grandes volúmenes de información en un corto plazo y un sinfín de otros beneficios”.

A pesar de las ganancias de contar con tecnologías como la IA, el ejecutivo hizo hincapié en que también trae consigo desafíos como los “riesgos éticos y de superficialidad con que las tecnologías de información hoy empujan a la humanidad a hacer análisis”.

En ese sentido, Ponce enfatizó que las instituciones se deben hacer responsables de “bien intencionar” los efectos de estas nuevas herramientas tecnológicas. Para eso es necesario contar con ciudadanos que sepan controlar las tecnologías, un punto que se puede lograr a través del impulso y el refuerzo del capital humano en torno a los avances digitales.

Es así que en Fundación VTR se ha desarrollado un foco estratégico para los siguientes tres años, “donde vamos a apoyar a niños, jóvenes y adultos para que desarrollen las competencias y aptitudes necesarias para maximizar los beneficios del mundo digital”, añadió.

Asimismo, el ejecutivo explicó que si el país es capaz de utilizar la tecnología y la conectividad de manera segura, responsable y ética, “vamos a estar preparados para una nueva era, donde seremos capaces de aportar en la resolución de desafíos globales”.

Tomando en cuenta los desafíos, la Fundación seguirá trabajando “en la gestión de contenido, instancias de conversación y nuevas alianzas que permitan ofrecer más y mejores plataformas de conocimiento a la comunidad”, finalizó.

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Daniel Fernández, Fundación Encuentros del Futuro: Una herramienta potente para imaginar el futuro

Para el presidente de la Fundación Encuentros del Futuro, Daniel Fernández, la ciudadanía todavía no visualiza el alcance -o, al menos, no en su totalidad- que puede tener el uso correcto y productivo de la IA. Por eso citó un ejemplo que encendió las alarmas recientemente: el pasado 8 de septiembre, The Guardian publicó su primera columna de opinión escrita enteramente por un “robot pensante”. Tras un par de lineamientos que el editor dio a GPT-3, un generador de lenguaje de inteligencia artificial abierta, la máquina hizo la tarea y escribió 18 párrafos para convencer a los lectores de que la IA viene en son de paz y que no es una amenaza para la humanidad. Las reacciones de distintos sectores, sobre todo del mundo del periodismo, reafirman para Fernández que todavía no hay conciencia de su magnitud y de las grandes cosas que se podrían hacer: “Mucha gente criticó que al final el editor igual había tenido que editar parte de la columna, y él dijo que sí, pero lo comparó con la edición a un artículo escrito por un humano, y dijo que esta vez había sido mucho más fácil, lo que la hace una herramienta muy potente”.

En Chile el escenario es similar y, según Fernández, hay mucho temor en torno a los datos y la privacidad. Cree que esa es una de las razones para que las discusiones sobre el uso de la tecnología avancen con mayor celeridad, sobre todo desde la esfera política y, en ese sentido, plantea que el proyecto DIÁlogos puede ser un gran aporte.

“Desde hace un tiempo vemos que la discusión sobre el futuro es muy superficial. Falta análisis e información para entender en profundidad lo que piensan las personas, e incluso entender sus contradicciones, pero es información que los sistemas tradicionales de análisis no son capaces de levantar y no dan el ancho, por ejemplo, para tomar 15 mil encuestas que reflejen eso que queremos rescatar”, explica Fernández sobre las razones que motivaron la realización del estudio, donde un robot con reconocimiento de voz hace las preguntas, las procesa y las analiza.

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Mauro Arancibia, Merlin Research: Más allá del "refinamiento tecnológico"

Con granjas de servidores que establecen diálogos moderados por bots o grabaciones programadas con sistemas de IA, vía llamada telefónica, el proyecto DIÁlogos asegura un error muestral menor al 1%, algo que no es usual en la mayoría de las investigaciones tradicionales, señaló Mauro Arancibia, CEO de Merlin Research. Una de las razones principales es que al momento de hacer cada una de las 14 mil encuestas contempladas, el robot es capaz de controlar las variables de sesgo. “Son robots cognitivos que complementan la actividad que podría hacer un operador telefónico tradicional, pero en este caso no habrá un operador más simpático que otro, o uno al que le guste hablar más que al otro. La interacción se mantiene siempre controlada, lo que lo hace muy interesante”, explicó.

El objetivo es establecer diálogos naturales, abiertos e intuitivos, detalló Arancibia, y de ahí extraer patrones de conversaciones, ideas y conceptos que harán posible la caracterización de las poblaciones.

En términos de resultados, lo que hasta ahora han podido observar es que en Chile hay mucha vinculación al concepto de incertidumbre, asociado a miedos e inseguridades, algo que “venía desde antes de la pandemia e, incluso, del estallido social, pero que sin duda se incrementó en el tiempo”.

Para Arancibia, la profundidad en las respuestas y el análisis es tal, que demuestra que no estamos ante un “refinamiento tecnológico”, sino ante información “muy valiosa” que puede ser útil para abordar temas de importancia colectiva y diseñar políticas públicas.

A su juicio, una de las herramientas más interesantes de las que se vale el estudio es el perfilamiento audiométrico, que permite a los robots, con sólo escuchar la voz de las personas con las que hablan, extraer otras conclusiones de diversos tipos. Algo similar está implementando en otro proyecto en paralelo que él mismo conduce y que impulsa la Asociación Chilena de Seguridad, basado en la utilización de IA con los mismos robots cognitivos para detectar Covid-19, con sólo escuchar la voz del potencial paciente por medio de una llamada.

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Katherine Villarroel, CNID: La incertidumbre como una oportunidad

Uno de los principales hallazgos sobre lo que piensan los chilenos respecto al futuro que arrojó el estudio DIÁlogos, realizado a través de Inteligencia Artificial (IA), es el sentimiento mayoritario de incertidumbre de la población frente al futuro.

En ese sentido, Katherine Villarroel, secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de Innovación para el Desarrollo (CNID), dijo en su presentación que “la incertidumbre es un fenómeno propio al vivir del ser humano”, y que los avances científico-tecnológicos que se han dado aceleradamente en el último tiempo, “nos han hecho más conscientes de que el mundo cambia vertiginosamente”.

A juicio de la ejecutiva, la innovación, entendida como un fenómeno humano-social, “se refiere a la capacidad de ir adaptándonos a esos cambios” y en ese contexto, el principal desafío que observa es la carga negativa vinculada a la incertidumbre. “Es un hecho que no podemos negar, hay que abrazar esto y vivirlo como una oportunidad”, aseguró.

Tomando, entonces, la incertidumbre como un hecho permamente en el ser humano, Villarroel consideró que “hay que aprovecharlo y entregar elementos que nutran la tarea de establecer una política como la que está impulsando el Ministerio de Ciencias. Por eso nos sumamos a ese proyecto, porque nos ayuda en la comprensión de cómo estamos viviendo este proceso”.

Asimismo, la ejecutiva afirmó que la innovación es un cambio cultural que entrega herramientas y oportunidades, y para que las personas no se sientan “amenazadas ante los cambios, todos tenemos que contagiar ese ánimo positivo”.

Es así que, desde el CNID, “nuestra tarea es ser el espacio de reflexión que reúna diversas miradas en torno a las temáticas del futuro”, dijo, añadiendo que el uso masivo de nuevas tecnologías, como la IA, requiere de este tipo de espacios reflexivos que promuevan la responsabilidad y la protección.

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