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Agostini: “Hay que transparentar las redes de los notarios para que se legisle”

El académico dice estar más escéptico del resultado ahora, que cuando la reforma ingresó al Congreso.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Miércoles 16 de enero de 2019 a las 04:00 hrs.
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El académico e investigador de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), Claudio Agostini, ha seguido con inquietud los avatares de la reforma al sistema de notarios, ingresada al Congreso el 11 de septiembre de 2018, pero que ha tenido una muy lenta tramitación.

En esta entrevista también aborda la reforma tributaria, aunque con más optimismo en medio de los acercamientos entre gobierno y oposición (ver nota relacionada).

- ¿Cómo ve el proceso de reforma a los notarios?

- Ha sido lento. Partió bien con el aval del estudio de la Fiscalía Nacional Económica, que daba un soporte importante sobre lo mal que funciona el sistema de notarios, lo obsoleto que está. E ingresó un proyecto razonable del gobierno, pero después como que se fue diluyendo, bajó la discusión. Y, ahora, nos enteramos por el ministro de Justicia que hay un lobby feroz de los notarios para oponerse.

- ¿Le preocupa?

- Me genera temor que otra vez no pase nada.

- Además del lobby feroz, ¿a qué se podría atribuir la lentitud de la tramitación?

- Yo creo que hay que transparentar las redes de los notarios. Ese es el tema esencial, que no hemos sido capaces de hacer en una democracia que necesita esa transparencia para que se legisle.

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- ¿Qué implica eso?

- Varias cosas: saber qué parlamentarios tienen parientes notarios, por lo que tienen conflicto de interés para legislar y reciben el lobby de sus propios parientes para que no les quiten las rentas. El segundo ejercicio es hacer eso mismo con los ministros de la Corte Suprema y los de las Cortes de Apelaciones; cuántos parientes notarios tienen y qué influencia tienen esos ministros en el gobierno y en el Ministerio de Justicia. Y, tercero, transparentar cuáles son las redes de los notarios en el mismo gobierno.

- Algunos parlamentarios plantean que con la aprobación del proyecto de firma electrónica, para el gobierno es menos imprescindible la reforma a los notarios

- No lo comparto. Sin duda la firma electrónica ayuda y facilita muchos de los trámites. Pero no lo comparto por varias dimensiones: porque no cambia nada el sistema de nombramiento de los notarios, que hoy día es poco transparente y funciona en base al lobby para que se nombre a algún pariente o amigo. Y porque la firma electrónica no soluciona el que los notarios cobren entre tres y nueve veces más que lo que establece el reglamento del Ministerio de Justicia. Y, por último, la firma electrónica puede ayudar para algunos trámites, pero no todo el mundo tiene acceso a Internet.

- Se habla de financiamiento de la política por parte de los notarios, las leyes en esta materia podrían terminar con su influencia.

- No sé, porque no he visto ningún dato acerca de a qué parlamentarios los notarios les financiaron sus campañas y me gustaría ver esos datos. Sin duda que eso podría transparentar en algo.

- El presidente de los notarios dice que no hacen más lobby que otros y no financian campañas políticas.

- No sé, el ministro Hernán Larraín dice que hay un lobby feroz y ministros anteriores también lo dijeron. Entonces, a no ser que todos los ministros de Justicia de todos los últimos gobiernos estén mintiendo, tiendo a creerle más a los ministros que al presidente de los notarios.

- Usted expuso en la comisión cuando recién ingresó la reforma, ¿cómo fue esa experiencia?

- Cuando yo fui a exponer me llamaron la atención varias cosas: que había varios invitados como Alejandro Barros que es experto en temas de computación; un notario; el exdiputado Ricardo Rincón, en calidad no sé de qué, e hizo una férrea defensa de los notarios. Pero lo que me llamó más la atención es que esos eran los invitados oficiales, está en el acta. Detrás de nosotros, había unas 10 personas, que no sé quiénes eran, no quedó registrado en el acta y cuando exponía el notario o Rincón, se acercaban por atrás, les pasaban un papelito, les pasaban hojas con algunos datos e información; supongo que están asociados de alguna forma, directa o indirecta a los notarios. Pero no es transparente; entonces, lo que dice el presidente de los notarios de que hacen lobby como cualquier otro y lo hacen por la Ley del Lobby, ¡no es cierto!

- ¿Ve futuro a la reforma?

- Ahora soy más escéptico y menos optimista de lo que era al principio. Ojalá me equivoque, pero creo que esto se va a quedar en el Congreso dando vuelta, sin urgencia… Va a haber otras prioridades, la reforma previsional, la tributaria, y no va a pasar nada.

- El peor escenario.

- No, hay una alternativa que es peor. Van a hacer una reforma mínima que va a establecer que van a concursar los notarios y unas dos cosas más; va a quedar todo igual pero se habrá hecho una reforma; entonces, después cuando alguien intente hacer algo, van a decir ‘pero si ya hubo una reforma, ya se discutió’ y eso cierra la puerta a una reforma de verdad por muchos años más.

"Ahora están todos más o menos de acuerdo en la integración"

- ¿Cómo ha visto lo que va del debate por la reforma tributaria?
- Ha sido un poco más lento de lo que uno hubiera querido, pero eso no es necesariamente malo. Sí es cierto que genera ruido e incertidumbre mantener una reforma tributaria durante un año. Uno prefiere algo un poquito más acotado, bien discutido.
- ¿De tanta conversación ha salido algo de provecho?
- Lo bueno es que en temas esenciales de hacer, en que había mucha más resistencia y desorden al principio de la discusión, se ha ido consensuando.
- ¿Como en qué?
- El esencial es el de integración tributaria. Cuando el gobierno lo lanzó la oposición salió a criticar, varios seudo expertos tributarios también, y se veía muy desordenado y muy polarizado. Ahora, da la impresión que están todos más o menos de acuerdo en que es bueno avanzar hacia la integración tributaria. Es bueno que se haya logrado implícitamente una especie de acuerdo.
- ¿Si se supera eso qué viene?
- Ahora, la pregunta es cómo se compensa el efecto en la recaudación.
- ¿Y cómo debería hacerse?
- A pesar de toda la discusión y todo el tiempo que se ha tomado, no se han abierto temas que tenemos que discutir.
- ¿Como cuáles?
- Derogar la renta presunta, que es un sistema obsoleto que funciona fundamentalmente como mecanismo de elusión. En muchas dimensiones mucha gente está de acuerdo. Pero, de nuevo, el Gobierno no lo puso en el proyecto.
- Entre los parlamentarios hay resistencia.
- Así es, en los parlamentarios hay resistencia, de nuevo por intereses que no sabemos. El otro tema que hay que abrir, sobre todo si se buscan mecanismos de compensación, es el impuesto al diésel, en el que pagan poco y, además, se les devuelve hasta el 80%. Ese es el mecanismo número uno. La integración cuesta US$ 800 millones más o menos, y si el impuesto al diésel lo igualáramos al de las gasolinas -que se puede hacer gradualmente- son US$1.600 millones, ¡el doble! Ahí está la compensación. Y hay que hacer las dos cosas, subir el impuesto al diésel y dejar de devolvérselo a los camioneros.
- ¿Buscar la fórmula de compensación es lo más complejo, entonces?
- La respuesta del gobierno es que se compensa con boleta electrónica, pero la mirada de la oposición y varios otros es que los números no dan. No creen esas cifras y quieren buscar otros mecanismos. Ese es el corazón de la discusión ahora, cómo se compensa de forma que no sea con la boleta electrónica. Tengo la impresión de que en eso va a estar centrada la discusión.

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