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Al fin hay debate

Por: | Publicado: Viernes 16 de junio de 2017 a las 04:00 hrs.
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Solo faltan poco más de dos semanas para las primarias, y recién hemos tenido el primer debate de ChileVamos. Cinco radios lograron coordinar un encuentro donde los candidatos pudieron por primera vez intercambiar opiniones y preguntas no solo de los periodistas sino también entre ellos.

En todo debate los roles de los candidatos dicen relación con su posición relativa al apoyo y digestión que tienen sus candidaturas. Así, generalmente, quien va primero no quiere correr riesgos y evita la confrontación; y el que va segundo intenta atacar al primero y el tercero tratara de marcar diferencias con el candidato que va en segunda posición. Casi como en un manual de candidatos o en una coreografía, esto es lo que ocurrió ayer.

El expresidente Sebastián Piñera evitó con éxito protagonizar cualquier debate directo o interpelación de los otros candidatos, se concentró en llevar permanentemente las preguntas hacia su zona de confort, esto es su programa y experiencias en el primer mandato. Continuamente hizo guiños a un disciplinado guión de campaña, se le vio muy en control, marcando incluso físicamente su primacía. Sus adversarios ocasionales no pudieron generar una sensación de igualdad ni siquiera al no saber si tutearlo o no.

Felipe Kast, casi en la misma forma que lo hace en su campaña, marca un ritmo acelerado de respuestas cortas y conectadas a propuestas concretas relacionadas en lo principal a lo que él mismo ha definido como su mayor preocupación: la infancia. Tanto en educación, como en seguridad y salud logró llevarlas al tema de la infancia que le da cierta épica a su esfuerzo. Que se haya atrevido a interpelar y corregir de forma reiterada al senador Ossandón permitió que las dudas de si tenía el carácter necesario para ser Presidente se fueran diluyendo.

A pesar de eso, el propio senador Ossandón entiende que debe interpelarlo y frenar su avance, incluso a riesgo de verse autoritario, como cuando ante la pregunta de si le podían hacer otra pregunta por parte del diputado Kast, él respondió con un rotundo no. Déjame responderte por qué me atacas como populista.

Sin duda, el que más se jugaba era el senador Ossandón, todo el morbo de si se se atrevería a atacar frontalmente al expresidente, como lo ha hecho durante toda la campaña, esas expectativas de quienes esperaban un áspero duelo se deben haber sentido bastante frustradas. Quizás por la dura acusación sobre su probidad como alcalde que recibió al inicio del debate en la pregunta de la periodista Pilar Molina. El sentirse cuestionado tan directamente en una área en la que sin duda el senador esperaba marcar una diferencia sustantiva con sus adversarios, lo debe haber inhibido, pensando en que sin dudas la forma cómo evolucione esta acusación puede generarle o un gran daño o una oportunidad de victimizarse.

A pesar de lo anterior, y fiel a su estilo con el paso de los minutos, fue recuperando la fuerza habitual de su discurso y trató sin mayor efecto de interpelar al expresidente, quien lo evitó permanentemente.

El debate radial nos dio una primera oportunidad de ver en acción y, con algún grado de incertidumbre, a los tres candidatos de ChileVamos. En lo general, cada uno -siguiendo su rol y estrategia- puede sentir que logró su objetivo. Aunque la realidad nos va confirmando que estos eventos buscan más que nada reforzar el voto de aquellos ciudadanos más interesados e informados, dejando poco espacio a que indecisos encuentren por este medio a su candidato.

Pero aunque su efecto sea acotado, los debates, en general, tanto para las elecciones como para las primarias deberían estar contemplados de forma obligatoria en la Ley como una manera de garantizar el voto informado de los ciudadanos.

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