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Alessandri: “El gran desafío, para poder quedarnos ocho años, es encontrar un relato”

El edil hace un llamado a la clase política en general a salir a la calle, escuchar y a resolver. También dice que su sector debe renovarse.

Por: Angela Chávez M. | Publicado: Lunes 26 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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Rodolfo Jara
Rodolfo Jara

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A un año y dos meses de asumir la alcaldía de Santiago, Felipe

Alessandri hace un balance de su gestión sin eludir la última polémica que protagonizó con el intendente Claudio Orrego a raíz de la Fórmula E y se anima a analizar su sector.

- ¿Cuál es el principal desafío que enfrenta la coalición que respalda al futuro gobierno de Piñera?

- El principal es hacer las cosas bien para poder estar a lo menos dos períodos en el gobierno.

Creo que Chile entendió, a raíz del último gobierno del presidente Piñera, que nosotros administramos mejor y tenemos muy claras las necesidades de la ciudadanía. Por lo mismo, el gran desafío, para poder quedarnos ocho años, es encontrar un relato, porque no basta sólo con las cifras, aquí tiene que haber mucha piel, mucho corazón. La política es con llorar, eso de que los políticos no lloran, está bien, pero la política la hacen las personas. Entonces, tenemos que salir a la calle, a los barrios, juntarnos con los vecinos, la pega no se acaba los viernes a las 5:00 de la tarde, la política se empieza a hacer después de las 19:00 horas, porque ahí vuelve la gente a sus casas. Ese es el mensaje que le puedo dar yo a las nuevas autoridades de gobierno.

- ¿Ve al gobierno y a los dirigentes de Chile Vamos a la altura del desafío?

- Sí. En la instalación del gobierno, lo que hemos visto, es que se ha escuchado a los partidos; el Presidente ha sido mucho más receptivo, es cosa de ver el nombramiento de los subsecretarios. Los mismos presidentes de partido quedaron conformes. Creo que tanto el jefe de gabinete, Andrés Chadwick, como el Presidente de la República, han sabido asumir el desafío de que somos una coalición más amplia, que no sobra nadie y que a todos se les debe dar un espacio. Y el déficit político del primer gobierno se ha visto claramente subsanado.

- ¿Cree que la derecha debe renovarse? La foto del sector muestra tres dirigentes políticos que representan tres derechas distintas...

- Lógicamente que tiene que renovarse, no nos podemos quedar en el pasado. Me gusta que estemos todos representados, un José Antonio Kast y también el ala liberal de renovación a la cual pertenezco. Pero tiene que haber una derecha moderna que le hable a la ciudadanía actual, a los millenialls, como a la gente de mi edad -yo tengo 43 años- que tenemos una mirada mucho más moderna de la concepción conservadora de derecha. Hay gente que aplaude el matrimonio homosexual o la adopción homoparental. En eso no me equivoco ni un minuto, trato que el Estado no se meta en la vida privada de las personas.

- ¿Y cuál derecha siente más cercana, la derecha que representa el senador Ossandón, o la de Felipe Kast?

- Yo me siento muy contento de mi domicilio político que es Renovación Nacional, recojo la parte social del senador Ossandón, pero en el tema valórico, tengo una postura más abierta. Podemos confluir en muchas cosas, pero también disentir, y es natural porque Renovación se ha caracterizado siempre por ser un partido amplio que acoge y donde las diferencias se discuten en las instancias respectivas.

Creo que Evópoli no es el partido de los liberales de derecha. Renovación siempre ha encarnado esa alma y hoy tenemos diputados como doña Marcela Sabat o Sebastián Torrealba, además de dirigentes y alcaldes que son de esta ala liberal .

- ¿Asumiría un rol más protagónico en RN?

- He sido miembro de la Comisión Política y presidente de Santiago, siempre estoy dispuesto a asumir los roles que el partido me proponga, como labores de apoyo que no tiene porque ser de directiva; podemos hacernos cargos de distintos temas, viajar en mis tiempos libres por el país para llevar nuestro mensaje de una derecha liberal que está acorde con los tiempos que corren hoy. Pero privilegio el rol de alcalde, por eso fui muy enfático en decir que no estaba de acuerdo con que se sacara alcaldes para cargos ministeriales o de intendentes, lo encontraba una falta de respeto a la ciudadanía.

- Cuando dice que el desafío de Chile Vamos es hacer las cosas bien ¿a qué se refiere?

- A dar un relato que permeé. Yo en este año he logrado generar un relato de que este es un alcalde de terreno, que escucha y que está trabajando con todo para intentar mejorar la calidad de vida de los vecinos.

- Entonces, ¿cuál debería ser el relato de la coalición?

- En parte una derecha social, porque la caricatura es que esta derecha sólo se preocupa de los números, la caricatura es el pendrive, y la realidad de la gente se conoce en la calle. El llamado a la clase política, en general, es salir a la calle y resolver, no sacamos nada con solo ir a escuchar, eso lo aguantan el primer año, después tiene que haber gestión, pero acompañada de un relato social y ahí valoro lo que hace el senador Ossandón.

- En pos de que la coalición se mantenga al menos ocho años en el poder ¿cree que Piñera debe buscar un delfín, ungir a alguien?

- Los futuros candidatos presidenciales van a salir solos, se van a dar por su gestión, por la seriedad de cómo enfrentan los temas y por el interés republicano genuino de que a Chile le vaya bien y de saber trabajar con los adversarios. Por ejemplo, me encantó que existan parlamentarios de RD que están dispuestos a colaborar en ciertos temas que ya no dan para más, esa es la mirada país que nos hace bien.


"Soy un alcalde pro migrante, pero hay que ponerle coto ya"

Mencionó el tema de la migración, ¿Cómo Santiago lidia con una realidad que solo aumenta?

- Fue uno de los temas que conversé con el futuro ministro del Interior. Soy un alcalde pro migrante, estoy seguro que la migración es un aporte, solidarizo con los venezolanos que vienen arrancando de la situación dramática que vive su país, o la pobreza de Haití, pero con la misma fuerza digo que esta migración libre como es hoy en Chile está derivando en tráfico de personas.

Hay que ponerle coto ya, pedir visa a esos países porque además les venden una pomada que en Chile no existe, que van a ganar US$ 2 mil extras para poder mandar de vuelta a sus casas, que aquí el Estado provee de vivienda y se encuentran con una realidad en que los botan. El problema con los subarriendo es brutal, en una casona como las del barrio República, una la dividen para 15 familias y abusan de ellas porque les cobra $ 200 mil y más a gente que no tiene papeles. Ahí las ordenanzas municipales sirven poco para fiscalizar.

En Recoleta, Estación Central, Independencia y Santiago estamos viendo que se está generando una xenofobia en los barrios tremenda. Y cualquier día va a llegar un candidato a presidente, diputado, alcalde que va a venir con un discurso xenófobo, como se ha visto en los países del norte y nos vamos a encontrar con una situación que va a prender. Eso envenena el alma del pueblo chileno.


"Orrego fue un buen intendente, pero en la lógica de candidato pasó por alto los temas de los vecinos"

Al repasar sus 14 meses a la cabeza de la comuna -cargo que ganó después de 12 años como concejal-, el alcalde Alessandri destaca haber conseguido que los seis mil funcionarios de la municipalidad se "camiseteen" con la comuna.

En este período también ha instaurado la política del 70-30, o sea destinar 70% de su tiempo a reunirse con los vecinos y encabezar una vez al mes encuentros masivos en distintos barrios, lo que le ha permitido hacer frente a la idea de que el alcalde de Santiago sólo se preocupa del casco histórico, "el triángulo central que llamamos, que es importante porque es lo que da las lucas, aquí están las patentes comerciales y las empresas", pero "yo soy alcalde de barrio".

La fórmula también le ha permitido constatar y medir -dice- que "el 90% de los requerimientos vecinales que hay en Santiago son por el tema de la seguridad" y paradójicamente "la dotación policial no ha aumentado en las cuatro comisarias que tenemos", agrega. Aclara, en todo caso, que sabe que en la materia ellos son "coadyuvantes, porque no tenemos ninguna facultad".

Pero si se trata de desafíos al hablar de la administración de la comuna, el alcalde no elude detalles y precisa que Santiago tiene una población flotante de "dos millones y medio de personas y eso nadie lo considera.

Ninguna comuna tiene los elementos que hacen único a Santiago: tiene 11 casas centrales de universidades; mis estudiantes son 33 mil y el 70% es de otras comunas. Todas las marchas y grandes eventos, recordemos la Fórmula E, dolor de cabeza hace dos semanas, y la visita del Santo Padre, fueron acá, eso genera una tensión que la hace única".

- ¿Pero también se genera un atractivo y comercio?

- Importante, pero tenemos que hacernos cargo nosotros. Hay que darle seguridad a esa gente, darle limpieza, servicios, baños públicos. El año pasado, que fue un año de pocos destrozos en marchas la municipalidad tuvo que pagar un millón de dólares que pude haber gastado en el adulto mayor o en hacer nuevos jardines infantiles. Las autoriza el intendente y pago los platos rotos yo.

- ¿La comuna debería tener un tratamiento especial?

- Me reuní con los 8 diputados electos y de ahí salió algo bastante bueno, más que ley de capitalidad, que busquemos modificaciones de leyes para que se reconozcan estas características especiales de Santiago y el resto de las comunas no se sientan afectadas. Santiago debe tener una tratativa especial, porque sino la ciudad empieza a deteriorarse.
Por eso, me enfrenté con el intendente por el tema de la Fórmula E. Él pasó la ciudad libre de cobros, pero no pensó en la ciudad.

- ¿Usted no fue consultado?

- Nunca consultó ni a mi ni a Recoleta ni a Providencia. La gente del CEO de la fórmula, que es Alejandro Agag, me dijo 'pero alcalde, yo firmé con el goverment y él jamás dijo esto'.
Yo le expliqué que tengo ordenanzas municipales que me obligan y no puedo mirar para el lado, porque sino los concejales me acusan de notable abandono de deberes, y es lo que anunciamos hace unos días sobre el uso de las boletas de garantía y vamos a gastar
$ 480 millones porque nos salió un poco más caro.

- ¿Este impasse con el intendente es algo inusual o no?

- Raya para la suma, Orrego fue un buen intendente, he tenido una relación cercana y amigable con él, pero en esta lógica de intendente-candidato, pensando que venía ahora la elección -de gobernadors regionales- muchas veces pasó por alto temas de los vecinos, como lo ocurrido en el Parque Forestal. Yo jamás hubiese autorizado el trazado ahí, me lo impusieron en ese contrato, que se firmó en junio y a mí me llega el 15 de noviembre con todo zanjado.

- ¿Cuál es la situación presupuestaria de la comuna?

- La municipalidad tiene un presupuesto aproximado de $ 150 mil millones al año, que lo pone dentro de los municipios más ricos de Chile, pero tenemos gastos por $ 150 mil millones. Entonces, plata para invertir en la ciudad es cero. Por ello, quiero hacer ajustes en determinadas leyes.

Adicionalmente, al asumir encargué una auditoría externa que habla que en el municipio hay una deuda de $ 7.800 millones aproximado y que en educación llega a los $ 21 mil millones. Lo que compromete y limita mucho mi primer año de gestión.

- ¿Y cómo enfrenta esta falta de recursos?

- Ahí entra el modelo de gestión que he impuesto, estamos haciendo un control de los contratos y estamos poniendo orden. Además, la alianza público-privada es la receta.

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