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Analistas acusan falta de cálculo político en solitaria acción judicial de la Presidenta Bachelet

En medio de la polémica generada por la decisión de la presidenta Michelle Bachelet de querellarse en contra de la revista Qué Pasa...

Por: C. Rivas y A. Chávez | Publicado: Viernes 3 de junio de 2016 a las 04:00 hrs.
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En medio de la polémica generada por la decisión de la presidenta Michelle Bachelet de querellarse en contra de la revista Qué Pasa, donde fue aludida por uno de los imputados del caso Caval, el abogado patrocinante de la acción judicial, Juan Pablo Hermosilla, no sólo realizó una ferrea defensa de la acción de la mandataria, si no que criticó “la escandalera” que se está dando porque una persona como la gobernante ejerza un derecho que le confiere la Ley y que, en ningún caso, se trata de “censurar“.

“Se está gritando y se está armando una escandalera y una polvareda gigantesca”, dijo, destacando la “valentía” de la mandataria que “se despoja de su investidura” y “enfrenta a sus detractores como cualquier persona”.

En ese sentido, acusó que la mandataria está recibiendo “una camotera” y la falta de apoyo “habla de una Presidenta empoderada, con convicción”. Una opinión que difiere de la expuesta por analistas consultados por DF, que coinciden en advertir del error político y las consecuencias de la decisión presidencial.

Marco Moreno: "Se instala un criterio muy personalista para tomar decisiones"

"El principal efecto que tiene la presentación de la querella tiene que ver con reinstalar en la agenda, y en la opinión pública, el tema que le ha generado tanto daño a la gestión del gobierno y, especialmente, a los atributos presidenciales, como es el llamado caso Caval", es la sentencia con la que Marco Moreno, decano de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Central, resume las consecuencias de la decisión adoptada por la presidenta Michelle Bachelet y que ha provocado un fuerte debate en el mundo político, generando también "nuevas tensiones al interior de la coalición de gobierno y diferencias no verbalizadas, incluso al interior del propio equipo de ministros, que para estos efectos guardó un cómplice silencio al no haber definido una estrategia para analizar los efectos no deseados que podría tener esta decisión".

A jucio del experto, la acción judicial "por supuesto" abre un nuevo foco de conflicto en la Nueva Mayoría que no se ha destacado por una acción unitaria, puesto que "se instala un criterio muy personalista para tomar decisiones. En este caso, la Presidenta no consultó con su coalición", pero también critica la actuación de los asesores de la mandataria que "fueron bastante amateur, porque no fueron capaces de entregarle los elementos para analizar estratégicamente lo inadecuado de presentar la querella".

Otro de los efectos que visualiza Moreno es que esta polémica deja en evidencia la necesidad de un cambio de gabinete, porque "los actuales ministros están desgastados políticamente y, quizás, no son los más adecuados para esta fase de implementación de las reformas, con que se busca mejorar la crisis de conducción política que tiene el gobierno de la presidenta Bachelet. Se requiere, por lo tanto, perfiles distintos, porque son tareas distintas".

Y, en un frío análisis, concluye que "justamente a 18 meses de la elección parlamentaria y presidencial y unos cuatro o cinco de la municipal, evidentemente, se está planteando que la viabilidad de la Nueva Mayoría tiene fecha de término", algo que también estaría demostrando el descuelgue de parlamentarios que comienzan a renunciar a sus partidos, situación -dice- que podría seguir aumentando.

Gonzalo Cordero: "Un error que deteriora aún más la situación de la Presidenta"

Para el estratega comunicacional y socio fundador de Azerta, Gonzalo Cordero, "desde un punto de vista político la querella es un camino equivocado y en la posición en que está la Presidenta, en términos de popularidad y de credibilidad, sólo es un error que viene a deteriorar aún más su situación", efecto que evidentemente no se consideró a la hora de tomar la decisión.

Pero esto, sostiene, es resultado de "un problema más estructural respecto de los objetivos del gobierno, del diseño estratégico planteado, que no creo que se resuelva por la vía de un cambio de gabinete", sino que se debería "hacer un giro en términos de sus expectativas. Buscar una conducción más homogénea, más unitaria, con propósitos comunes que se perciban así desde afuera. Hoy no se percibe que haya propósitos comunes en las áreas más importantes. Y, por otro lado, en algunos ámbitos como este de la querella, por ejemplo, el gobierno o la Presidenta ha actuado con cierta precipitación y probablemente eso también sea consecuencia de esa falta de unidad en la construcción política".

Este análisis ha llevado a Cordero a la convicción de que la mezcla entre "el afán reformista de la Presidenta, que no se ha mitigado; y la conducción política errática, hacen una combinación que no es positiva para el buen resultado del gobierno".

Siguiendo esa línea de argumentación, el experto enfatiza que "es bastante simétrico lo que pasa al interior del gobierno con lo que pasa al interior de la coalición de gobierno. Uno ve a la coalición de gobierno con divisiones que son bastante de fondo, con un sector moderado que encarna más o menos bien lo que fue la Concertación y el sector más reformista, que se identifica con lo que es la NM, sigue en un nivel de tensión que ha tendido, a través de los signos públicos, a agudizarse y no a disminuir".

Y, a partir del escenario que describe, Cordero adelanta que con el paso del tiempo en la coalición gobernante, en la "que uno ve más fragmentación que unidad", va a ir aumentando la incertidumbre "respecto de dónde va a estar el liderazgo, si lo va a recuperar el sector más moderado, más socialdemócrata o va a seguir desmontándose hacia la izquierda".

MARIA DE LOS ANGELES FERNÁNDEZ: "Hay unos cálculos políticos muy mal hechos"

Para la analista política, María de los Ángeles Fernández, la querella presentada por la Presidenta "genera más preguntas que respuestas: es interpuesta como ciudadana pero la informa el ministro vocero y coloca como domicilio La Moneda", subraya y anticipa un efecto "contraproducente. Más resta que suma".

"Esto es un empecinamiento que se puede entender desde un punto de vista humano y subjetivo, pero la verdad es que con esta reacción ella contribuyó a amplificar algo que, a lo mejor, hubiera pasado más piola".
Añade que "cuando comienzas a ver que hay muchos referentes respetados institucionalmente, como Human Rights Watch e incluso la directora de INDH, Lorena Fries, que consideran que es un error" es para estimar que aquí "hay unos cálculos políticos muy mal hechos", enfatiza.

En ese sentido, la también creadora de "Hay Mujeres", insiste en que la querella fue hecha un "poquito apresurada y sin pulimiento", que además revela "una serie de señales contradictorias. Por un lado, tenemos una Presidenta que le da importancia a las libertades civiles con debates como el aborto en tres causales y, desde otra perspectiva, se avanza en una lógica más sancionatoria y punitiva, con iniciativas como la detención por sospecha, donde el caso de la libertad de expresión es un aspecto más". Sobre el momento político en que la mandataria inicia esta acción legal, marcado por el bajo nivel de apoyo ciudadano y con una coalición que también discrepa de ésta decisión, Fernández advierte que "el hito del 21 de mayo pasado es un poco el anticipo de todo esto, aquí se cerró el boliche. No hay mucho espacio para otras cosas y ya estamos con el calendario electoral. Hay una cuestión medio reactiva. Esto sucede donde no hay mucha visión estratégica acerca de las proyecciones de la Nueva Mayoría, fue como debut y despedida", dice, reconociendo que si bien esperó un cambio de gabinete sobre todo tras las últimas encuestas, cree que "no se va a hacer nada hasta después de las municipales, van a esperar resultados".

Con todo, para Fernández lo interesante es que permite visibilizar el panorama de los medios en Chile y la excesiva concentración y el debate de lo que se entiende por libertad de expresión y sus límites".

Sergio Micco: "Nadie está por sobre la ley"

"Quien ejerce un derecho a nadie ofende. Ni la Presidenta de la República ni algún periodista están por encima de ley", advierte el abogado, cientista político y filósofo, ligado a la Democracia Cristiana (DC), Sergio Micco, al ser consultado por la decisión de Michelle Bachelet de presentar una querella en contra de los periodistas y directivos de la revista Qué Pasa tras ser aludida en la publicación de la escucha telefónica de uno de los imputados del Caso Caval y operador de la UDI, Juan Díaz.

Requerido por los alcances políticos de esta medida, que incluso está generando diferencias al interior de bloque de gobierno, Micco subraya que "la experiencia general de estos años es que autoridad que aparece siendo parte de un conflicto, justo o no, sufre un deterioro en su popularidad".

ALDO CASSINELLI:  "La querella es un asunto más bien pasional que racional"

Sumándose a una opinión prácticamente generalizada en todos los sectores, el director ejecutivo del Instituto Libertad -ligado a RN-, Aldo Cassinelli, tiene la convicción de que "si, a través de esta querella, el interés era revertir las altas cifras de desaprobación que tienen la Presidenta y el gobierno, están errando el camino".

Adicionalmente, plantea que "pareciera que la decisión de querellarse contra los periodistas fue más de la Presidenta y de un equipo muy pequeño; y me da la impresión que la decisión no está dentro ni del espíritu del conglomerado de la Nueva Mayoría ni de los próceres del sector. Es un asunto más bien pasional que racional".

A juicio de Cassinelli, lo sucedido "pone en serios aprietos a la Presidenta, en términos de cómo está tomando las decisiones respecto del gobierno. Ella no puede desdoblarse, esta lógica de que el ciudadano es distinto del Presidente, no corre. La actividad privada para una personalidad pública no existe". Por lo que insiste en que fue "un error" de la mandataria presentar la polémica acción judicial.

Sin embargo, tampoco cree que la solución a los problemas del gobierno y la Presidenta pasen por cambios en el equipo ministerial, ya que que lo que se requiere, enfatiza, "es un cambio en la línea de acción"; es decir, una corrección profunda en su hoja de ruta, léase reformas, pues tiene la convicción de que eso es lo que "la gente no está aceptando y lo manifiesta cada vez más en los estudios de opinión".

Y, por otro lado, estima que el accionar de la mandataria "hace mucho más compleja" la situación para la Nueva Mayoría. Porque Bachelet "era su líder en la medida que tenía 80% o 70% de aprobación, cuando tiene 20% de aprobación y 72% de desaprobación, claramente ese liderazgo ya no existe. Y más con muchas de esas personas que tienen que ir a elecciones este año y el próximo; por lo tanto, muchos de los liderazgos de la NM y dentro de sus partidos están tratando de desmarcarse de la línea que está llevando el gobierno y la Presidenta fundamentalmente". Porque, subraya, "no debemos olvidar que el estilo de la Presidenta es muy personalista y de muy poco de trabajo en equipo".

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