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Blanlot: “Las responsabilidades personales y directas debieran pagarse con penas de cárcel”

En materia de agenda de transparencia sugiere “tomarse un poco más de tiempo, profundizar más y legislar mejor para que dos años después no estemos teniendo que reformar la reforma”.

Por: Ángela Chávez M. | Publicado: Lunes 16 de noviembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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A días de cumplirse un año de vigencia de la Ley del Lobby, la presidenta del Consejo para la Transparencia (CPLT), Vivianne Blanlot, destaca "la buena evaluación" que tienen de la norma y que casos aparecidos en la prensa como las reuniones entre el electo Fiscal Nacional, Jorge Abbott, y algunos parlamentarios "no son estadísticamente significativos" frente a la amplitud de los organismos y funcionarios sujetos a la normativa.

Es más, destaca que se trató de un encuentro entre dos funcionarios públicos que no tiene las características de lobby, pero ante lo cual sugiere avanzar en el concepto de la "agenda abierta", que es lo que está promoviendo el Consejo.

Blanlot tampoco evade entregar su visión sobre los desafíos que enfrenta el tema de la libre competencia en el país y que volvió al primer plano tras el caso de colusión de las papeleras, aunque advierte que no lo conoce y que no es resorte de la institución que dirige.

- ¿Cómo ve el consejo el caso de la colusión del papel tissue?
- No cabe la menor duda de que cada uno de estos sucesos afectan la credibilidad de todas las instituciones. Finalmente, se está poniendo en tela de juicio a toda la institucionalidad chilena, pública o privada, es muy duro y tenemos un problema serio. Sobre el tema en específico no me puedo pronunciar, no lo conozco y porque no le compete para nada al Consejo para la Transparencia, sino que a la institucionalidad de la competencia que tenemos en Chile. Y sobre eso quiero decir que en todos los países -viví en EEUU y en Inglaterra- ha habido escándalos sobre colusión. Fue tanto que en una ocasión, en EEUU, se reestructuró entera una industria por fallas de competencia. Entonces, démosle a esto una mirada más amplia, esto pasa en todos los mercados, en todos los países. ¿Cuál es el remedio? Tener órganos y una institucionalidad de protección de la competencia que funcione y aquí está funcionando y esa es la buena noticia.

- ¿Cuánto funcionan las instituciones en Chile? La colusión operó por 10 años y se conoció a partir de un antecedente aportado desde el extranjero.
- Hay que entender las instituciones como institucionalidad global respecto de un tema, no solo el tribunal o la fiscalía. La fiscalía puede investigar de oficio, pero para ello debe tener indicios claros. No es fácil pesquisar, la mayor parte de los casos que hemos tenido han sido por delación. Por tanto, creo que parte de la institucionalidad es hacer harto más eficaz la delación compensada. No creo en la impunidad, creo que la delación compensada tiene que ser una rebaja de castigo, pero no sin castigo.

- Aumentar las penas y modificar la ley como se está haciendo, ¿le parece adecuado?
- Creo que las responsabilidades personales y directas debieran pagarse con penas de cárcel. Seamos claros; quien ideó, ejecutó, lo practicó, lo operacionalizó, y dependiendo de su grado de involucramiento, hay que legislarlo bien, pero hay que considerar la posibilidad de cárcel. Para aquellos que ignoraron el tema, se les ocultó y no fueron a lo mejor suficientemente diligentes para auditar lo que estaba haciendo la administración, ahí valen las multas a la organización.

- ¿Cómo parte de algunos directorios, qué tan posible es que estos no se enteren de lo que están haciendo los administrativos?
- No puedo hablar del caso específico porque no lo conozco. Mi experiencia -estuve en directorios de empresas públicas y hace unos años soy directora de empresas privadas- es que hay un proceso continuo que ha ido creciendo en ser más exigentes en las políticas que se establecen y las sanciones internas para cuando éstas se violan.

- Este caso irrumpe en medio del debate de una agenda de probidad y transparencia. ¿Qué desafíos le impone al país y a las instituciones involucradas?
- Son distintos tipos de pecados, lo que los une es que son pecados que hacen perder a la ciudadanía la confianza en las instituciones. Cada tipo de institución tiene la obligación de ser muy rigurosa y estricta consigo mismo respecto de prever que las conductas que se han detectado -en el Congreso, en los parlamentarios, en los partidos políticos, en las empresas privadas y en los órganos de la administración pública- no ocurran y la única forma es establecer mecanismos de evaluación de riesgos que puedan permitir pesquisar situaciones que no son correctas, tener incentivos correctos y esto vale para todo tipo de instituciones. La confianza no se va a restaurar porque legislemos, se va ir restaurando lentamente porque seamos coherentes entre el discurso y lo que hacemos y eso es lento, bien lento.

"Son inaceptable las órdenes de partido"

- En medio de la polémica entre Walker y Engel por la tramitación de la agenda de probidad, usted pareció haber tomado partido por el parlamentario.
- No tomé partido y no le encuentro razón 100% a ninguno. Está bien que haya polémica entre distintos actores respecto a muchos temas, es necesario porque estas son materias que parecen muy simples, pero no lo son porque su ejecución es compleja y, por lo tanto, hay que legislar con pie de plomo.
Lo que no está bien, es la forma en que se da públicamente esa discusión, la descalificación. Aquí no hay buenos y malos. Estamos hablando de instituciones y personas que están trabajando en la transparencia; entonces, que haya diferencias de opinión me parece natural. Además, creo que con todo el apuro y la sensación de urgencia, lo peor que puede pasar es que se puede legislar mal. He tenido harta experiencia, como autoridad en el tema ambiental, energético y luego en Defensa, tuve que enviar y participar en la discusión de proyectos de ley y en muchos casos se aprobaron y después vimos las falencias, por tanto soy una firme partidaria de quizás tomarse un poco más de tiempo, profundizar más y legislar mejor para que dos años después no estemos teniendo que reformar la reforma.

- Entonces, ¿cómo evalúa cómo marcha la agenda?
- Más allá de los cuidados y de ser rigurosos, hay que profundizar algunos aspectos. Por ejemplo, la ley de partidos políticos, más allá del tema de la reinscripción de militantes, que es una materia casi técnica que no va al fondo del asunto, creemos que los partidos políticos si van a recibir fondos del Estado -y así lo hemos planteado en los foros- deben estar abiertos no sólo a la transparencia activa sino que además a solicitudes de información de cualquier ciudadano y no sólo de los militantes como es lo que quieren los partidos. Eso es una cosa de perogrullo y fundamental. Sobre ese tema no estamos de acuerdo con lo que plantean los parlamentarios y vamos a seguir insistiendo.

- ¿Y sobre otras iniciativas?
- Tenemos la sensación de que en otros proyectos de ley, la transparencia ha sido un poco el pariente pobre. Cómo se prueba la probidad si no hay escrutinio público.
Otro proyecto con el que no estamos nada de contentos es el que reforma el Servicio Civil y el proceso de la Alta Dirección Pública, porque está quedando bajo secreto todo. Los ciudadanos hacen solicitudes de información y quieren saber los currículum de los que postularon o, al menos, de los finalistas, porque quieren comparar. A cualquiera que le pregunten dice que debiera ser de materia pública y hemos decidido que así sea. No de todos los participantes porque los que postulan y no quedan en la terna tienen que tener derecho a la privacidad.
Los informes sicológicos, lo que tiene que ver con información personal y sensible de los postulantes, evidentemente que hay que reservarlo, pero el currículum, de los finalistas y ganadores y los puntajes recibidos tiene que haber posibilidad de escrutinio público y no se está haciendo.

- ¿Y qué le parece la aprobación -en la comisión- de la posibilidad de que se puedan decretar órdenes de partido?
- Me salgo totalmente de mi sombrero del Consejo, creo que es totalmente inaceptable el tema de las órdenes de partido. Primero, desde un punto de vista de cómo entendemos la democracia, no puede haber posiciones monolíticas. Segundo, hay un problema más serio, que es de representatividad, cómo se llega a las órdenes de partido, van a hacer una consulta con toda la militancia cada vez para que tenga representatividad y legitimidad la orden de partido, claramente eso no se puede hacer. Entonces, va a ser la posición de la directiva en un momento determinado y nosotros hemos visto que los partidos cambian de posición a través del debate legislativo.

- ¿Cree, entonces, que el consejo debe tener un rol más activo y con mayores atribuciones en el control de los políticos?
- Hay opiniones diversas, las ONG que se dedican a la transparencia consideran que la parte de acceso a la información sobre partidos políticos debiera estar en el Consejo para la Transparencia y no en el Servel, que ahí solo debiera estar lo que tiene que ver con la fiscalización de la actividad del partido político. En el fondo es una especialización de roles.
En términos de eficacia, sería más conveniente para la ciudadanía que los aspectos de acceso a la información de los partidos políticos se le entregaran al consejo. Ya existe una estructura que se dedica a ese tema, tiene procedimientos, procesos, jurisprudencia sobre lo que es acceso a la información, sobre lo que hay que reservar y cómo tratar lo que sean datos personales, o sea, no hay que inventar la rueda. El Servel va a tener que hacer lo mismo que hicimos nosotros hace seis años y no es fácil, es un proceso gradual, que requiere recursos.


Fiscalización a la transparencia en las fundaciones de la división sociocultural
El 28 de agosto recién pasado el Consejo para la Transparencia (CPLT) realizó la fiscalización correspondiente a las siete fundaciones que conforman la División Sociocultural de La Moneda, arrojando un puntaje promedio de 90,8% en el cumplimiento de la transparencia activa y que es la información obligatoria que cada fundación debe tener de acuerdo a la ley en la pagina de transparencia.

Y aunque en 2014 estas entidades alcanzaron un promedio levemente superior (91,3%) el puntaje logrado durante este ejercicio "no es malo", dice la presidenta del CPLT, Vivianne Blanlot. Por lo tanto, expresa, "no se puede apreciar ninguna tendencia ni ascendente ni recesiva", detallando que "estas son fotografías en cuanto a transparencia activa que se sacan de un mes" y que "esto fluctuante por que a veces la información se atrasa".

- ¿Cuáles son las principales faltas?
- Dar cuenta de la ejecución del presupuesto, los actos con efectos sobre terceros y que son muy importantes porque son los traspasos de transferencias del mundo público al privado; en las contrataciones y compras que están más bajos que, por ejemplo, la participación en entidades, transferencias, estructura orgánica, competencias, documentos en general y personal y remuneraciones".
Sobre lo que revelan estos datos, Blanlot destaca que si bien hay materias que son dinámicas donde puede haber a veces un rezago al ser informado desde el área específica, "llevamos varios años de la aplicación de la ley y todas las instituciones tienen que institucionalizar procedimientos que les permitan cumplir a tiempo".
De ahí que subraya que si bien "estas fundaciones están cumpliendo razonablemente, las que están por debajo del 90% están en falta por la características de la institución, pero también porque tienen las capacidades institucionales para hacerlo. El ciudadano merece que esté el 100% de la información, aquí no vale pasar con un 4, aquí hay que sacarse un 7, es una obligación frente a la ciudadanía", sentencia.


Imagen foto_00000012"El ppd sigue siendo un partido de centro izquierda"
- ¿Ha pensado en renunciar al PPD?
- No. Esto es casi como el matrimonio, muchas veces uno piensa en separarse pero no se separa, necesariamente, cada vez. Muchas veces he estado muy insatisfecha con el comportamiento de mi partido o muy en desacuerdo con lo que en ese momento está diciendo la directiva. Pero siempre recuerdo dos cosas: una, cuando entré al partido y que aún tengo una gran afinidad filosófica, de ética y política con un conjunto de personas que todavía están ahí. Segundo, creo firmemente en la importancia de los partidos políticos para la democracia. Entonces, no voy a contribuir a debilitarlos.

- ¿Participará más activamente, en algún momento?
- Todos los días lo pienso. Mientras esté en el Consejo para la Transparencia no lo haré. Lo más probable es que una vez que salga del consejo colaboraré más.

- ¿Cree que el PPD esté desdibujado tras acercase más a la izquierda?
- No. El PPD sigue siendo un partido de centro izquierda laica, como entiendo que quizás es un poco más de centro que de izquierda la Democracia Cristiana no laica. Son partidos que tienen una función. Que tengamos un universo de partidos que va desde el PC hasta la UDI y que ninguno sea capaz por sí sólo de dominar el espectro político es muy sano para Chile, porque refleja una diversidad que no debe perderse. A veces puede no gustarme a mi u otro lo que dice el presidente o el vicepresidente, pero eso no quiere decir que no siga sintiendo mucha afinidad con algunos de los vicepresidentes.


 

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