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Brunner: “Goic va a tener que tomar distancia con mucha mayor claridad del legado de Bachelet”

El excolaborador de Eduardo Frei Ruiz-Tagle tiene la convicción de que “todos los que apoyamos a Carolina somos parte de una misma tradición sociopolítica y cultural; venimos de los mismos orígenes políticos”.

Por: | Publicado: Lunes 19 de junio de 2017 a las 04:00 hrs.
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Hace quince días, el exministro de la Secretaría General de la Presidencia durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, José Joaquín Brunner, dio su respaldo público a la candidata de la Democracia Cristiana, Carolina Goic, a la presidencia de la República. En esta entrevista -que coincidió con la publicación de la encuesta Criteria Research, que muestra un repunte significativo de la senadora, ubicándola en el 5% y que sus partidarios difundieron profusamente- explica sus razones para dar este paso, luego de que el expresidente Ricardo Lagos se viera forzado a desistirse de buscar el regreso a La Moneda; evalúa los desafíos que enfrenta la senadora, analiza lo que está pasando con la Nueva Mayoría y los últimos meses del gobierno de Bachelet.

El exsecretario de Estado explica que si bien le gustaría que la candidata llegue a La Moneda, “lo que más me interesa es cómo impulsar una renovación del espacio de la centroizquierda para los próximos años, no para un periodo, sino para la próxima década o dos décadas”.

- ¿Qué elementos están impidiendo que Goic pueda traspasar las fronteras de la DC?

- Son varios: Que la candidatura nace dentro de un partido que tiene una vieja tradición, identidad y eso le da un peso específico y hace que mucha gente agote su mirada dentro de los límites de su proyecto democratacristiano; segundo, que armar hoy día algo en disputa con la otra parte del espacio de centroizquierda, el progresismo o como se quiera llamar, pone una tensión.

- ¿Qué genera esa tensión?

- Que la propuesta de Goic tiene una ambigüedad inevitable que es la de ser un partido que está dentro del gobierno y, por lo tanto, es identificada con la NM en general; pero, por otro lado, está compitiendo dentro de la NM, tratando de remarcar su independencia y su capacidad de levantar un proyecto propio, esa tensión es inevitable y es muy difícil de manejar.

- ¿En qué situaciones prácticas se refleja esa tensión?

- El jueves el candidato Guillier dice ‘para mí el ideal es que exista una sola lista parlamentaria’, cosa que también ha dicho Goic insistentemente; por otro lado, los partidos que apoyan a Guillier dicen ‘ni por nada’. Entonces, hay una tensión y hay una pugna que va a afectar todo. De modo que estamos entrando en una nueva dinámica. Hay algo que se está acabando, que es la NM tal como la conocimos; y lo que está empezando, no sabemos bien lo que es, porque desconocemos el resultado de la elección.

-¿Cuál sería el efecto para la NM de un triunfo de Piñera?

-Acelera el proceso de término, lo formaliza y abre como un imperativo la recomposición de la centroizquierda de la cual yo hablo. Se crea un espacio que obliga a las fuerzas que se dicen de centroizquierda a volver a articular un proyecto.

-Algunas de las críticas a la candidatura de Goic es que parece más cercana al mundo de la derecha, en lo que habría influido el apoyo de figuras que antes estaban con el expresidente Lagos, ¿qué le parece?

- Lo veo como un análisis más bien torpe que otra cosa. Por cierto que todos los que apoyamos a Goic, somos parte de una misma tradición sociopolítica y cultural; venimos de los mismos orígenes políticos en diversos partidos. Ese arco completo que dio origen a la Concertación sigue estando presente hoy día en espacio de la centroizquierda. Somos parte de la centroizquierda y de ahí no nos vamos a mover.

- ¿Por eso Goic y no Guillier?

- No, no tiene que ver con eso, somos parte de lo mismo, pero la orientación, las ideas que esto va a proyectar hacia adelante, la manera de entender la dinámica del país hoy día; todo eso me hace sentir muchísimo más cercano a una candidatura como la de Goic que a una como la de Guillier.

- ¿Votaría por Guillier en segunda vuelta entonces?

- Dependerá de cómo se termine comportando, cuáles van a ser las orientaciones reales. Hoy es muy difícil saber, porque Guillier es muy ambiguo, dice que quiere representar una nueva cosa, que es una independencia completa de los partidos y a mí eso me parece un error garrafal.

En momentos en que hay que reafirmar la necesidad y los valores de la política democrática, sumarse al ataque a la clase política, que es lo que indirectamente hace, me parece un completo error.

- ¿Sólo eso?

- Luego, hay que ver si él es el líder o no de su grupo. Si dice ‘vamos a ir hacia el norte’, pero sus partidos dicen ‘no, hacia el norte no vamos con usted, vamos hacia el sur. Entonces, no haría mucho sentido votar por un conglomerado y candidato que tenga esa enorme ambigüedad acerca de cuál es su identidad y hacia a dónde quiere ir.

- ¿Le falta liderazgo?

- Uno no nace líder, se van a haciendo los líderes y los periodos de campaña son particularmente intensos en producirlos. Él, hasta acá, no ha logrado generar una figura de liderazgo fuerte con identidad, con ideas propias, con definiciones vitales. Guillier partió siendo más de lo que es hoy, en la percepción de los sectores más activos políticamente su capital inicial es mejor que lo que muestra su balance al día de hoy.

- ¿Y el liderazgo de Goic?

- Su principal debilidad es temporal, es un liderazgo que nace muy recientemente, de modo que hay que esperar que se dé a conocer, se proyecte un poco más en la opinión pública antes de emitir un juicio. Sus potencialidades las reconoce todo el mundo: es una mujer con mucha fuerza, con claridad en sus funciones, que ha entendido cuál es su rol como renovadora de un espacio de centroizquierda que hoy día está flaqueando. Su gran desafío es convocar a un grupo de gente más allá de las fronteras de la DC y recoger una amplia franja de electores que o están indefinidos o están incómodos dentro de la NM.

- ¿Le aporta alejarse de Bachelet?

- Si Goic quiere despertar a esta gran franja electoral de centro progresista que quiere continuar con cambios bien dirigidos en la sociedad chilena, bien diseñados, bien gestionados, va a tener que tomar cierta distancia, con mucha mayor claridad, respecto del legado inmediato de la presidenta Bachelet.

"El equipo de gobierno aparece muy disminuido y débil"

- ¿El gobierno ya terminó?

- El gobierno terminó, hizo lo que pensaba hacer para bien y para mal. Y la Presidenta, como dijo en su discurso del 1 de junio, querría todavía llevar adelante algunas cosas, (pero) es muy difícil que pueda llevar adelante algo de relativa magnitud. Puede presentar, como ha dicho, un proyecto de reforma constitucional, pero nada más que como un texto para alimentar la discusión e influir en las campañas, en el debate y en la agenda electoral. Pero, desde el punto de vista de la conducción real de la sociedad chilena, ya el gobierno está viviendo su periodo de terminación.

- ¿Eso es bueno o malo para los candidatos de la Nueva Mayoría?

- No es ni bueno ni malo, es la realidad. Hay gobiernos que podrían terminar el último día, porque tienen una gran vitalidad, porque mantienen un equipo ministerial muy fuerte, porque mantienen aunque sea una tensión en la opinión pública, pero lo apoya por lo menos la mitad del país. Nada de eso ocurre, la presidenta Bachelet se ve mucho menos fuerte de lo que era al comienzo; su equipo de gobierno, particularmente en la conducción política, aparece muy disminuido y débil; el nivel de popularidad del gobierno de la Nueva Mayoría y de la Presidenta son consistentemente muy bajos. Y, luego, tiene una alianza en la que está compitiendo entre sí, de modo que en esas condiciones es muy difícil imaginar que el gobierno va a poder ser muy activo y tener iniciativas que puedan movilizar a sus seguidores.

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