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Camilo Escalona: “En el salario mínimo no hubo quién pusiera paños fríos”

El exsenador retruca al mandatario: “Él dice que la oposición obstruye, pero todos los murciélagos que salen del desván son creaturas suyas”, apuntando a Varela, Rojas y Castillo.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Viernes 31 de agosto de 2018 a las 04:00 hrs.
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No le gusta que no hubiera acuerdo sobre el salario mínimo, pero el vicepresidente del Partido Socialista, exsenador Camilo Escalona, tiene la convicción de que el gobierno tiene la mayor responsabilidad política del clima generado. A su juicio, no hizo “ningún juego de piernas” para reaccionar a la unidad con que la oposición enfrentó el tema.

Escalona defiende el rol de su partido e insiste en que las negociaciones entre la oposición y el gobierno deben ser institucionales. Por ende, se tienen que realizar en el Congreso. Además, analiza en su muy propio estilo el manejo del presidente Sebastián Piñera en esta segunda administración.

- ¿Qué sensación le dejó la discusión del salario mínimo?

- No es un momento estelar de la política, porque ha prevalecido una confrontación estéril.

- ¿Falló el gobierno?

- Los primeros meses, el gobierno promovió la idea de que no había oposición y de un día para otro se juntó la oposición y no tuvo ningún juego de piernas. Y era bien fácil tenerlo, porque el justo empate era el que estaba sobre la mesa.

- ¿Lo que aprobó el Congreso?

- Claro, porque el gobierno conseguía el guarismo, el aumento el próximo año y dos años sucesivos sin negociación. Y la oposición conseguía que la plurianualidad no fuera tan larga. Me da la impresión que el ministro Larraín olvidó que para llegar a acuerdo, las partes tienen que entregar cada una un poco.

- ¿Qué tan complejo se pone ahora el escenario?

- No me gusta que no hubiera acuerdo, pero la principal responsabilidad política es del que está en La Moneda y el ministro Larraín no le ha tomado el pulso a la situación.

- ¿Se puede poner peor?

- Ojalá no se agrave, pero el gobierno no puede pasarle la pelota a la oposición y esperar que le mejore la situación, sobre todo porque la ha ninguneado sistemáticamente.

- La oposición se ha ordenado detrás de algunos temas, ¿es su mérito o por errores del gobierno?

- Es por la importancia de los temas. En el salario mínimo no hubo quién pusiera paños fríos y a Larraín le corresponde hacerlo. Él tiene que saber ceder, no hay ministro de Hacienda que no tenga que ceder algo en algún momento y no se le iba a caer la macroeconomía por recortar la plurianualidad manifiestamente exagerada que había propuesto. Veo a Larraín ofuscado, no me cuadra su manera de actuar en estas circunstancias.

- ¿Cómo influirá este clima en el proyecto tributario?

- No lo veo bien. Cuáles son los datos para afirmar que se compensarán US$900 millones con un impuesto nuevo. Además, los impuestos digitales y otros son fundamentalmente a la clase media y la integración favorece a la clase alta. Entonces, uno tiene el legítimo derecho de pedir que no se nos haga responsables de una modernización tributaria que paga la clase media.

- ¿Cómo se explica eso cuando la defensa de la clase media fue el caballito de batalla de la campaña?

- Veo a Felipe Larraín muy influido por Larraín Matte, que pide un cronograma de tributación descendente, con lo que la carga tributaria comienza a trasladarse de los hombros de los controladores económicos del país a la clase media.

- ¿Eso también va a aglutinar a la oposición?

- No hay un compromiso, pero sí una disposición a abordar en conjunto este ladrillo.

- El gobierbo critica al PS por no llegar a acuerdos, ¿cuál es el rol que juegan en la oposición?

- La unidad de los demócratas chilenos es nuestra prioridad.

- ¿Desde la DC al Frente Amplio?

- Todos son demócratas, no estamos por la exclusión de ningún sector. Tenemos una filosofía, una convocatoria a trabajar en conjunto, aunque no siempre va a pasar.

- Se dice que a veces el PS se mimetiza con el Frente Amplio.

- No, porque los que se fueron a tomar cafecito a los salones de La Moneda fueron los voceros del Frente Amplio, nosotros no nos hemos incorporado a semejante menú. En el PS no nos tenemos que acomplejar respecto al Frente Amplio, porque ellos pagaron caro el noviciado.

- ¿Por qué?

- Para demostrar que son gente responsable, con mirada de Estado, hicieron algo impropio que es dialogar en las oficinas del gobierno.

- Dialogar es lo que tiene que hacer la oposición.

- En el Parlamento, no en la oficina de los ministros. En el Parlamento todo es público y la responsabilidad de las fuerzas políticas queda establecida con claridad.

- ¿A qué atribuye que al gobierno le cueste negociar en el Congreso?

- No le gusta la transparencia parece, no quiere hacer el ejercicio.

- ¿Está de acuerdo con rechazar la idea de legislar el proyecto de modernización tributaria?

- El gobierno tiene que demostrar que hay compensación en la rebaja de las grandes empresas, porque nosotros no podemos aceptar que se disminuya la carga tributaria.

-¿Se ha instalado la odiosidad en la política?

- No creo que estemos en un escenario de ingobernabilidad, pero sí creo que la retórica es impropia, porque se cae en la descalificación.

-¿El Presidente contribuye al mal clima?

- Hay frases muy desafortunadas del Presidente, como decir que las personas que protestaron en Quintero son grupos violentistas. Eso es llevar el lenguaje demasiado lejos.

- En comparación con su primer gobierno, ¿cómo lo ha hecho Piñera hasta ahora?

- Este es un gobierno mucho más personalista que el primero. El presidente Piñera es el principal desorganizador de su propio gobierno. Dice que la oposición obstruye, pero todos los murciélagos que salen del desván son creaturas del Presidente. Abre el armario y salen los monstruitos que inventó el propio Presidente.

-¿Es más optimista ahora de lo que pueda hacer la oposición que al inicio del gobierno?

-A mí nunca se me cayó el ánimo. Nosotros terminamos mal y eso le dio a Piñera un triunfalismo exacerbado, fuera de lugar. Y por su personalismo, Piñera es un factor desorganizador de su propia coalición.

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