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Casen: empleabilidad en los deciles más pobres se estanca desde 2011 y sube en los de mayores ingresos

Si bien se ha incrementado desde inicios de la década, la ocupación femenina aún se ubica alrededor de 20 puntos por debajo de la masculina.

Por: Sebastián Valdenegro | Publicado: Lunes 24 de septiembre de 2018 a las 04:00 hrs.
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Los resultados de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) para el año 2017 no dejaron indiferentes a nadie.

Si bien la pobreza -tanto multidimensional como por ingresos- se redujo en relación al sondeo realizado hace dos años, lo cierto es que una de las noticias negativas que trajo la medición fue el deterioro en los indicadores de desigualdad. Tanto el Gini -que mide la concentración de ingresos en una escala de cero a uno- como el índice 20/20 -relación entre el ingreso del 20% de los hogares más ricos y el 20% más pobre- mostraron leves aumentos en el período, lo que llevó al gobierno a señalar que recibía un país más desigual.

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Un informe del Centro de Estudios Financieros (CEF) de la Universidad de los Andes busca dar una explicación al fenómeno, apuntando al mercado laboral como una de las causantes.

En un reporte, advierte que en base a las cifras de las últimas cuatro encuestas Casen -2011 a 2017- la tasa de ocupación en los primeros deciles de ingresos (o sea, el 10% más pobre de la población) se ha estancado e inclusive caído en el caso de los hombres, mientras que en los décimos (el 10% más rico) se ha incrementado.

Por género, el análisis del CEF revela que la tasa de ocupación masculina en el primer decil cayó desde cerca del 40% en 2011 a por debajo del 30% el año pasado, tendencia que se replica en el segundo y tercer decil y que se revierte a partir del cuarto grupo. El decil 10, en tanto, pasó de alrededor de un 77% de ocupación en la Casen del 2011 a superar el 80% en la encuesta 2017. O sea, hay una diferencia de más de 50 puntos en la participación en el mercado laboral entre los hombres más pobres y los de mayores ingresos.

Por el lado de las mujeres, la situación mejora de manera relativa, pero a tasas más bajas de ocupación. Desde 2013, la participación en el empleo total de las mujeres del 10% más pobres se mantiene plano bajo el 20%. Cae levemente en el tercer decil y mejora de forma escalonada a partir del cuarto grupo. Eso sí, la distancia se ha acentuado con el grupo que corresponde al 10% más acaudalado de la población, cuyo nivel de ocupación alcanza el 70%. La distancia, al igual que entre los hombres, es de sobre 50 puntos entre los deciles extremos (ver gráficos).

Las razones

La directora del CEF de la U. de los Andes, Cecilia Cifuentes, señala que el fenómeno se explica por varios factores, siendo uno de los principales el menor dinamismo que mostró la economía en los últimos cuatro años, lo que -enfatiza- produjo un deterioro en la composición del mercado laboral.

Las regulaciones laborales también me parece que tienen responsabilidad en estos resultados, en el sentido de que reajustes de salarios mínimos superiores a los aumentos de productividad afectan proporcionalmente más a los trabajadores más vulnerables. La reforma laboral también puede tener un impacto, ya que hace más rígido el mercado, lo que afecta en mayor proporción a los trabajadores con menor capacitación”, asegura.

La economista también enfatiza que la Casen está captando el efecto del incremento de los empleos por cuenta propia en los últimos dos años. Pero también ve posibles efectos de cambios más estructurales en el mercado del trabajo.

“Si el cambio tecnológico y la automatización afectan en mayor proporción a los sectores con menor nivel de capacitación y escolaridad, entonces sí podría ser una causa, lo que no parece descartable a priori”, concluye.

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