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Castro por Compagnon-Dávalos: “Estamos hablando de una vendetta de gente herida”

El parlamentario también cree que se debe “establecer una línea de conducta del gobierno que pase por la salida de Riquelme” de La Moneda.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Miércoles 20 de enero de 2016 a las 04:00 hrs.
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Este miércoles la Sala de la Cámara finalmente votará el informe de la comisión investigadora Caval, que integró el diputado socialista Juan Luis Castro en sus dos versiones y cuyas conclusiones serán enviadas al fiscal a cargo de la causa, Luis Toledo. En conversación con DF, el parlamentario oficialista analiza los efectos y defiende el rol de Ana Lya Uriarte, la jefa de gabinete de la mandataria.

- ¿Qué le parece que el fiscal Toledo haya solicitado el informe de la comisión investigadora?

- Desde que se instaló la comisión Caval se produjeron contactos formales con el fiscal Toledo para que el acceso de los audios y versiones taquigráficas fueran fluyendo inmediatamente hacia él.

- ¿Lo sorprende al nivel que ha escalado este caso?

- Un nivel de impacto profundo que ha tenido al interior del gobierno y particularmente en la imagen tan dañada inmerecidamente de la presidenta Bachelet. Se va a cumplir un año, en un par de semanas, y hay situaciones que se pudieron haber señalado a tiempo para poner un cortafuego entre las responsabilidades que ahora sabemos, individualmente, ha tenido sobre todo Compagnon y haber minimizado el efecto que ha tenido sobre la Presidenta y su círculo más cercano.

- Dice que el impacto sobre la Presidenta es inmerecido, pero se le ha pedido que separe de su cargo a Riquelme y no lo ha hecho, ¿qué señal cree que está dando?

- Eso habla de que hay confusión, tal vez incertidumbre que rebota generando la percepción de protección. Una percepción en que no creo, pero, me imagino. Riquelme, en estos últimos 10 años, ha sido administrador financiero de la campaña, donde actuó bajo las órdenes de Peñailillo (...) creo que sabe mucho de lo que ha sido la historia de todos estos años. Resulta incomprensible que mantenga su rol y su cargo, porque cualquier otro funcionario que hubiera hecho lo mismo, no habría durado un minuto más en La Moneda.

- Hay quienes plantean que cada vez se hace más insostenible la tesis de que la Presidenta desconocía por completo este negocio, ¿comparte esa mirada?

-Sigo creyendo que la Presidenta tenía nulo conocimiento de esto y que el divorcio que se ha producido entre la pareja Compagnon-Dávalos respecto a la Presidenta es bastante público y notorio. Este matrimonio está en la teoría de sálvese quien pueda y tira el mantel y arrastra a personeros que el propio fiscal ha dicho que no tiene razón para citarlos, como el caso de Peñailillo o Uriarte, estamos hablando de una vendetta de gente herida, que esperaba una protección que no se le dio, porque la Presidenta ha actuado dejando que la justicia opere y en esa desesperación han sido capaces de todo.

- Todos instan al gobierno a sacar Caval de La Moneda, ¿cómo se hace eso, cuando la sensación que existe es que la Presidenta podría terminar su segundo mandato perseguida por este caso?

- Si me preguntan por dónde hay que partir, pido que la misma fuerza con la que se combate la corrupción y todas las malas prácticas, se ejerza en el propio palacio de La Moneda, porque ahí tenemos a un señor, que es Riquelme, que tiene que darle explicaciones a la justicia. Desde el punto de vista político, la Presidenta, su equipo político y su coalición tienen que marcar un antes y un después, establecer una línea de conducta del gobierno que pase por la salida de Riquelme y porque haya una afirmación taxativa de La Moneda respecto de que la justicia debe llegar hasta el final y que la Presidenta de la República no amparó, no protegió y no tiene que ver con el caso Caval.

- ¿Pero esa decisión está en manos de la Presidenta?

- Creo que sí.

- ¿Por qué cree que no lo hace?

- Eso no lo sé. Me cuesta especular.

- ¿Cuánto afecta a la Presidenta que su jefa de gabinete haya sido mencionada en el caso Caval?

- El caso de Ana Lya Uriarte es distinto. A todas luces fue un involucramiento artificial, porque la boleta fue dos años antes de todo este episodio. Separo las cosas, nadie ha visto un mérito suficiente para decir que Ana Lya Uriarte tenga algún grado de responsabilidad en esto.

- ¿Cuánto ha afectado el caso Caval a la institucionalidad?

- Mucho. En este ambiente de desconfianza, quienes dirigen el país son los primeros llamados a marcar un rumbo en que el discurso y la praxis sean coherentes. Y si se tocó por un eslabón inmerecido a la Presidenta, como fueron su hijo y su nuera, tiene que separarse meridianamente el ámbito de responsabilidades de todo lo que hubo y puede llegar a haber respecto de esos hechos.

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