¿Dónde pone la lupa el SII? La mitad de sus fiscalizaciones en terreno este año se concentran en el comercio

El Servicio de Impuestos Internos (SII) año a año realiza miles de actividades de fiscalización en terreno a contribuyentes para establecer el nivel de cumplimiento de sus obligaciones. Entre 2013 y 2016, las "visitas" in situ realizadas por el fiscalizador han superado las 650 mil en promedio cada año.

Acorde con datos oficiales del organismo, entre enero y mayo de este año ha realizado 259 mil actividades de chequeo del cumplimiento tributario en terreno, de las cuales prácticamente la mitad se han concentrado en una actividad en particular: el comercio.

En concreto, en este periodo, los fiscalizadores del organismo han realizado 140 mil procedimientos en el rubro de comercio establecido, alrededor de un tercio de las 310 mil actividades promedio realizadas en los cuatro años previos (ver tabla). En este rubro, el SII considera el control a la emisión y registro de documentos, el análisis a puntos fijos de comercialización y procedimientos realizados puerta a puerta.

El subdirector de Fiscalización de Impuestos Internos, Víctor Villalón, recalca que las acciones de fiscalizaciones corresponden netamente al chequeo del cumplimiento "in situ" de los contribuyentes y que "no necesariamente" estas terminan en una infracción.

"Por ejemplo, el año pasado realizamos más de 640 mil actividades en terreno para chequear el cumplimiento tributario y cursamos 21 mil infracciones. No toda fiscalización termina en una infracción. Caso distinto es el de una auditoría, por ejemplo", recalca.

En ese sentido, enfatiza que el control in situ tiene un doble rol: por un lado, pedagógico para "enseñar y ayudar" a los contribuyentes en la eventualidad de que no estén cumpliendo por desconocimiento; y por otro, anticiparse a posibles incumplimientos mayores que podrían dar paso a una auditoría.

"No creo que en el comercio sea donde el SII hinca más el diente. Los mayores esfuerzos de fiscalización se lo llevan las auditorías, no las visitas en terreno. Las actividades in situ tienen un rol educativo, disuasorio y de comunicación de brechas al contribuyente. No es su objetivo primario hincar el diente, sino ver cómo están los libros y la emisión de documentos. Y cuando hay reiteración, se aplican las infracciones y eventualmente la clausura", recalca.

El sector que le sigue al comercio son los controles carreteros (como por ejemplo, en el peaje Angostura), terminales hortofrutícolas, las ferias mayoristas, las ferias de ganado y mataderos, con 111 mil procedimientos en el año. Entre 2013 y 2016, las fiscalizaciones a dicho sector promediaron los 290 mil.

En años previos, detalla el informe del SII, se consideraba en este rubro también la fiscalización de los molinos, terminales pesqueros y madereros, las bencineras y los puntos industriales.

¿Cuál es la dinámica? Según explica Villalón, se busca con esto determinar eventuales discrepancias entre la carga declarada y la efectiva en los documentos tributarios, además de establecer si los cargamentos están debidamente facturados. "Parte importante de las 21 mil infracciones cursadas el año pasado se ubican en este sector", dice.

En tercer lugar están los empadronamientos y tasaciones, con 7.500 actividades entre enero y mayo. Estas cifras tienden a ser más volátiles en el tiempo, con fiscalizaciones que oscilan entre 14 mil y 67 mil en los últimos cuatro años. Este procedimiento considera la tasación de los impuestos a negocios o trabajadores esporádicos y la fiscalización a los contribuyentes que no han iniciado actividades ante el SII.

La situación regional

De las 259 mil fiscalizaciones, casi la mitad se han realizado este año en la Región Metropolitana: 123 mil, de las cuales 74 mil se centraron en el apartado de controles carreteros, terminales y ferias.

Más atrás le siguen las regiones de Valparaíso, Biobío y La Araucanía, con 22 mil, 20 mil y 16 mil procedimientos realizados in situ a contribuyentes, respectivamente.

"Con las visitas en terreno, obviamente que lo que se busca es que haya una percepción de que el servicio está controlando y que es capaz de detectar incumplimientos tributarios, pero que también somos capaces de desplegar actividades informativas", asegura Villalón.

"Para el SII, cursar una infracción es como cuando uno se pasa una luz roja. El contribuyente que está obligado a emitir una factura y no lo hace, se pasa una luz roja y amerita una sanción. Pequeña, pero si hay una reiteración, pasamos a la clausura", complementa el subdirector del SII.